El
espía otomano opina:
Tengo que empezar dejando claro que la felicitación es exclusivamente mía, en ningún caso compartida con el dueño de la bitácora, que ni da la enhorabuena, ni felicita, ni nada que se le parezca. Es más, la corrección política a que le obliga su aspirantazgo a la alcaldía de
Alpedrete -a mi juicio de forma incomprensible está convencido de que la lista IU-LV va a ganar- le impide decir lo que realmente piensa sobre el
Barça,
Barcelona y
Catalunya. Y si él guarda un, más que, prudente silencio al respecto, no seré yo quien desvele sus pensamientos. Sería un acto de deshonestidad por mi parte hacia alguien que generosamente, y sin ningún tipo de censura, como lo demuestra esta entrada, me cede espacio para que exprese libremente mis opiniones. El oficio de espía está muy desacreditado, y hay quien piensa que no está sujeto a ninguna clase de norma ética. Es falso, ciertamente, a veces, interpretamos los usos y normas de forma peculiar, siempre en consonacia con nuestros objetivos, pero tenemos un código ético que respetamos, y en este caso, ese código me obliga a ser leal con mi anfitrión, no desvelando sus opiniones, al tiempo que lo soy conmigo mismo, expresando las mías.
Tengo que felicitar al conjunto de los
culés por su pase a la final en la que, casi con absoluta seguridad, se verán las caras con otro coloso del fútbol el
Manchester United, pero sobre todo a
Pep Guardiola. Durante toda la temporada el
noi de Santpedor ha colocado el debate, exactamente, donde ha querido. Frente a las verdades, que pueden serlo o no, que ha proclamado
Mourinho : desigualdad arbitral, favoritismo horario en el calendario, etc, el catalán ha opuesto un pérfil educado, casi angelical, con un discurso, aparentemente y solo aparentemente, exclusivamente futbolístico, oponiendo el modelo modélico de la
cantera, de fútbol exquisito, al modelo, nada modélico, de la
cartera para el que
el fin justifica los medios, el objetivo es ganar, y la plástica del fútbol que se desarrolle es secundaria. Y mantener ese perfil ha tenido que ser muy difícil para alguien que tiene el dudoso honor de haber sido uno de los jugadores, puede que el que más, más veces expulsado de un campo de fútbol en la historia del
Barça. Y no es menor el mérito que ha tenido el técnico
blaugrana a la hora de poner en valor el el sacrificio, el trabajo y la limpieza deportiva, como ejes del éxito, precisamente él, que acabó sus días de jugador en Italia de forma, como poco, sospechosa. Parece aplicarse a sí mismo lo que se dice de los
austriacos que han conseguido que
Hitler, nacido en
Braunau am Inn, Imperio austrohúngaro pase a la historia como
alemán, mientras que
Beethoven, nacido en
Bonn, Sacro Imperio Romano Germánico pase al historia como
austriaco. Pero cuando ha engrandecido, definitivamente, su figura ha sido en esta semifinal, entrando a saco en el mismísimo terreno del portugués, plantándole cara, casi diciéndole:
ya que dices que los árbitros me ayudan vas a comprobar hasta que punto es verdad. En definitiva, el educado chico catalán ha derrotado en todos los terrenos al grosero portugués y hay que felicitarle por ello, y este espía lo hace de buen grado y lo hace extensivo a todo el
barcelonismo. Y termino con un rumor que crece en tre los espías, que nos afanamos en corroborarlo. Parece ser que al término e su contrato
Guardiola abandonará el fútbol para entrar en el mundo de la empresa dirigiendo la división de publicidad de
Digital +. Al fin y al cabo la promoción de
Canal plus Liga es obra suya:
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