Rosario, dinamitera,
sobre tu mano bonita
celaba la dinamita
sus atributos de fiera.
Nadie al mirarla creyera
que había en su corazón
una desesperación,
de cristales, de metralla
ansiosa de una batalla,
sedienta de una explosión.
Era tu mano derecha,
capaz de fundir leones,
la flor de las municiones
y el anhelo de la mecha.
Rosario, buena cosecha,
alta como un campanario
sembrabas al adversario
de dinamita furiosa
y era tu mano una rosa
enfurecida, Rosario.
Buitrago ha sido testigo
de la condición de rayo
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
la mano de esta doncella,
que hoy no es mano porque de ella,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
y la convirtió en estrella!
Rosario, dinamitera,
puedes ser varón y eres
la nata de las mujeres,
la espuma de la trinchera.
sobre tu mano bonita
celaba la dinamita
sus atributos de fiera.
Nadie al mirarla creyera
que había en su corazón
una desesperación,
de cristales, de metralla
ansiosa de una batalla,
sedienta de una explosión.
Era tu mano derecha,
capaz de fundir leones,
la flor de las municiones
y el anhelo de la mecha.
Rosario, buena cosecha,
alta como un campanario
sembrabas al adversario
de dinamita furiosa
y era tu mano una rosa
enfurecida, Rosario.
Buitrago ha sido testigo
de la condición de rayo
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
la mano de esta doncella,
que hoy no es mano porque de ella,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
y la convirtió en estrella!
Rosario, dinamitera,
puedes ser varón y eres
la nata de las mujeres,
la espuma de la trinchera.
Digna como una bandera
de triunfos y resplandores,
dinamiteros pastores,
vedla agitando su aliento
y dad las bombas al viento
del alma de los traidores.
de triunfos y resplandores,
dinamiteros pastores,
vedla agitando su aliento
y dad las bombas al viento
del alma de los traidores.
Ayer , a los 88 años murió Rosario Sánchez Mora la que Miguel Hernández, en el poema anterior bautizó como Rosario dinamitera. Militante comunista de la JSU, esta madrileña de Villarejo de Salvanés, también los madrileños tenemos hijas ilustres, no todas van a a ser Ana Botella, Esperanza Aguirre o la alpedreteña Marisol Casado, perdió una mano manipulando dinamita, pero antes de este destino ya había combatido a las fuerzas del turbio mulo Mola, traidor traicionado,que así fue definido el general faccioso por otro poeta, Pablo Neruda, en el frente de Somosierra. No fue ella la única miliciana que tomó las armas para enfrentarse con ellas al fascismo, con ella estuvieron Angelita Martínez, Consuelo Martín, Margarita Fuente y Lina Odena , entre otras, como mítica fue en su día la jovencísima Aida Lafuente caida en defensa de los trabajadores en Octubre de 1934 en la Asturias revolucionaria.
Hoy, que las fuerzas reaccionarias ponen el grito en el cielo por la presencia, a su juicio excesiva, de mujeres en el ejecutivo de Rodríguez Zapatero, no está demás recordar a estas mujeres, combatientes en primera línea. A nadie le hubiera extrañado escuchar a Rosario mandar firmes al mismísimo Presidente de la República.