Llevo cerca de treinta años viviendo en Alpedrete, implicado en su devenir cotidiano siempre, he sido concejal de su Ayuntamiento en tres mandatos aunque al primero llegué de rebote, por la necesidad de sustituir a mi buen amigo Stuart Linares. En mi largo periplo político, con más de cincuenta años de militancia comunista a mis espaldas, nunca había participado en política institucional y no me importa reconocer que esta experiencia de concejal, además de enriquecedora, me había llegado a producir un cierto sentimiento de orgullo. En no pocas ocasiones me he sentido orgulloso de decir: "Soy concejal del Ayuntamiento de Alpedrete".
martes, 7 de mayo de 2024
PACO Y ASUNCION DE ALPEDRETE SON
viernes, 13 de octubre de 2023
Amnistía y otras cuestiones
En el
día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas
nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.
El Generalísimo Franco
Burgos, 1° abril 1939.
Este
parte de guerra, leído por el actor y locutor Fernando Fernández de Córdoba
desde el estudio de Radio Nacional de España en el Paseo del Espolón burgalés,
cerca del Palacio de la Isla, sede del gobierno fascista.
Estamos
viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas
circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos
hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con
la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada, ilegalmente, la
independencia de Cataluña……
……
Termino
ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez
más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia,
mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso
como Rey con la unidad y la permanencia de España.
Felipe VI
Madrid,
3 de octubre de 2017.
Este discurso fue leído en presencia de un
retrato de Carlos III en el palacio de la Zarzuela.
No
teman mis amables lectores, suponiendo, y ya es suponer, que haya alguno, no
pretendo hacer trampa comparando ambos
textos, uno pone fin a una cruenta guerra civil originada por un golpe de
estado protagonizada por generales “africanistas” con el apoyo económico de la
gran burguesía y los terratenientes, militar de los regímenes de Hitler y
Mussolini, moral de la jerarquía católica y presencialmente físico de
organizaciones de carácter fascista como
la Falange y los Requetés, el otro pone fin a un intento de autodeterminación
de Cataluña, algo no contemplado por la vigente constitución de 1978 y por
tanto ilegal. Dicho, si se puede, más claro aún el primero confirmaba el
triunfo final de una acción delictiva, contraria a la legalidad vigente,
mientras que el segundo pretendía confirmar el triunfo de la legalidad vigente.
La
acción criminal de Franco, la primera, la que culmina con la entrada en Madrid
de los fascistas el 28 de mayo de 1939, generó una nueva legalidad de facto que entre otras cosas impedía que la gente manifestara su opinión mediante un
instrumento llamado voto. Quien conculcaba esa legalidad de facto era
reprimido con dureza pudiendo llegar a perder la vida, y así durante cerca de
cuarenta años. Cuando tras la muerte del dictador en la Ciudad Sanitaria La
Paz, curiosal ironía para quien la guerra había sido su divisa, comienza a
atisbarse una cierta esperanza, el grito “¡Libertad, Amnistía! resuena en las
calles de toda España y en Cataluña con versión vernácula “Llibertat, ¡Amnistia
Estatut d’Autonomia!”. ¿Qué pedíamos cuando pedíamos Amnistía? Ni más ni menos,
en nuestra inocencia, queríamos que nuestros presos salieran de las cárceles,
que nuestros exiliados volvieran, y no sabíamos, igualmente inocentes, que ese
proceso también lavaba los delitos contra la humanidad cometidos por policías
torturadores y toda suerte de criminales soporte del franquismo,
convirtiéndose, en la práctica en una ley de punto final.
El
”procés” , vamos a simplificar llamando así al proceso que se inicia con el
tribunal constitucional cargándose el Estatuto de Autonomía, continúa con un
primer referéndum, en 2013 con Artur Mas al frente de la Generalitat y culmina con
la declaración unilateral de independencia (DUI) tras el referéndum de 1 de
octubre de 2017, conculca la legalidad de iure que nace, tras la aprobación
de la Constitución en diciembre de 1978, desde la legalidad de facto franquista. Y a algunos, desde luego a mi, no nos es baladí preguntarnos:
¿Cómo
es posible que un régimen fascista de lugar a uno democrático sin una ruptura
radical del primero?
¿Por
qué nunca se nos preguntó qué forma de estado escogíamos teniendo en cuenta que
el jefe del Estado que sucede al dictador es una imposición del dictador mismo?
¿Por
qué a esos pueblos que la propia Constitución de 1978 les va a conceder la
particularidad de ser “nacionalidades” no son consultados sobre qué tipo de
vinculación quieren con el estado?
Y a algunos,
desde luego a mí, se nos ocurre, después de sesudas reflexiones, que estas
preguntas y otras muchas que pudieran ocurrírsenos tienen una sencilla
respuesta: El proceso porque el que se transita de una legalidad a otra, la
nunca suficientemente ensalzada modélica Transición, tenía un defecto de
origen, la negociación nunca fue entre iguales, unos tenían detrás el ejército
vencedor, los cuerpos represivos y el poder económico español y extranjero, los
otros…la razón y poco más. De manera que algunos, y desde luego a mí, nos
parece que la legalidad de 1978 puede no ser tan de iure como parece. Nació
desde el designio personal de un dictador, empezó con una ley de punto final y
culminó con un referéndum lleno de trampas, un trágala de “son lentejas, si
quieres…”
Así
que, a lo mejor, conculcar esa legalidad, puede que, al menos éticamente, no
sea tan delictivo, al fin y al cabo, lo que querían, y la mayoría sigue
queriendo, era simplemente votar, justamente aquello que no querían los
militares africanistas y sus aliados ya mencionados que terminaron, a sangre y
fuego con el democrático, aquel plenamente, régimen republicano.
En
cualquier caso, lo que hoy tenemos es un conflicto político que algunos quieren
resolver de una forma policial y, a la postre, jurídico como confrontación
entre dos legalidades.
La
experiencia demuestra que los conflictos políticos como mejor se resuelven es
con la política. El aspirante a ser investido no deja de repetir que los
indultos, medida política potestad del Gobierno, contribuyeron a rebajar la
tensión dentro de la sociedad catalana. Y tiene razón, aunque fuera a costa de
cohesionar a lo más energúmeno y casposamente celtibérico de la sociedad más
añorante de una España que nunca ha existido. La posible amnistía prevista, yo
la investidura aun la veo lejana, no es una potestad del gobierno, ha de
articularse mediante ley y aprobarse en el parlamento en un trámite que se
antoja complicado pues cabe recordar la mayoría reaccionaria en el Senado. Esta
medida ayudará, aun más, a recuperar la política en la sociedad catalana, ya
que no es una medida que beneficie exclusivamente al sr. Puigdemont, al que no
le profeso simpatía alguna, sino a más de 3.000 encausados por su colaboración
el 1 de octubre. ¿De verdad creemos que el votar, querer votar o contribuir a
que se vote constituye, moralmente, un ilícito penal?
Por
último, y aun en el escenario óptimo de los posibles. Investidura del sr.
Sánchez con gobierno de izquierda y programa que avance en derechos sociales,
vamos a tener un escenario político endiablado en el que los posibles socios de
investidura, o al menos algunos de ellos, ya anuncian que no lo serán de
legislatura y que sus apoyos habrá que sudarlos.
PD:
De SUMAR hablamos otro día
jueves, 12 de octubre de 2023
La fiesta nacional
En la Fiesta Nacional
yo me quedo en la cama igual
que la música militar
nunca me supo levantar
Esta es una traducción de que hace Pierre Pascal para Paco Ibáñez de la canción de Georges Brassens La mauvaise reputation
Le jour du Quatorze juillet
je reste dans mon lit douillet.
La musique qui marche au pas
cela ne me regarde pas.
Esto es lo que a mí me provoca la fiesta nacional que algunos celebran hoy
miércoles, 11 de octubre de 2023
Cambio de papel
domingo, 20 de febrero de 2022
Rue Genova 13
Descansaba desde hace casi año este humilde aspirante a
aprendiz de bolchevique, con no demasiadas ganas de despertar, todo hay que
confesarlo, cuando un escalofrío de perplejidad le ha sacudido al observar la
reacción de algunos de sus compatriotas, señaladamente aquellos que se sitúan
en sus antípodas políticas, al escándalo que ha estallado, con todo lujo de
efectos pirotécnicos, mor de la feroz, hasta ahora oculta y al mismo tiempo evidente,
lucha por la hegemonía en el principal,
aunque no único, instrumento político de la derecha española.
En no pocas ocasionas tanto este humilde aspirante a aprendiz de
bolchevique como su trasunto, el espía otomano, han puesto de manifiesto las
dificultades de la derecha política española para homologarse con sus colegas
europeos, algo que ha conseguido sin demasiada dificultad la extrema derecha
española que se siente cómoda e incluso ejerce de anfitriona con personajes tan
peculiares como el polaco Andrzej Duda, el húngaro Viktor Orban o
la francesa Marine Le Pen añorantes todos, y todas, de aquella Europa
medieval que organizaba cruzadas contra los sarracenos, quemaba brujas y
herejes y lapidaba adúlteras y sodomitas con el gran tío de América, el
estrafalario Donald John Trump como líder indiscutible. En efecto,
mientras la extrema derecha cavernícola, retrógrada y reaccionaria es fácilmente
encasillable con sus iguales del resto del mundo, la derecha política que
debería ser moderna en sintonía con lo que se cuece allende de nuestras
fronteras es difícilmente comparable; sin ir más lejos, mientras la CDU alemana,sin
complejos de ninguna clase mantiene, sostiene y alienta un cordón sanitario que
aisla a Alternative für Deutschland , nuestra derecha política, que
gusta autodenominarse centro derecha, no pone reparos en aprobar presupuestos
con el apoyo de la extrema derecha en algunas de las Comunidades que gobierna.
La derecha real, la de verdad, la que no se presenta a
elecciones, a cuyos miembros más importantes ni siquiera conocemos, lleva
décadas intentando construir un sujeto político que le sea útil. Ellos, que
antes de la muerte del dictador ya habían dado un paso adelante para modernizar
un capitalismo español lastrado por inviables propuestas autárquicas de origen
azul mahón, a la muerte del general Franco intentaron desde el propio
entramado del Movimiento Nacional crear una fuerza política útil, la
UCD, con un hombre procedente del régimen, Adolfo Suárez, como
indiscutible muñidor y protagonista. Aquella fuerza estalló como consecuencia,
entre otras cosas, de la fragilidad de su gestación. El gran líder de la
derecha española más identificable como tal Manuel Fraga también fue
obligado, por esa derecha real, a aggiornar su Alianza Popular, a
dar un paso atrás para que naciera el que hoy conocemos como Partido Popular.
Y no han sido los únicos intentos de generar una fuerza política de la
derecha moderna, en los años ochenta, antes de la transición de Alianza
Popular a Partido Popular y al constatarse que Fraga tenía un
techo electoral que hacía imbatible a Felipe González se urdió la
llamada Operación Roca con el nacionalista de la derecha catalana Miquel
Roca i Junyent como actor principal. La operación fracasó, entre otras
razones, porque el conjunto de la sociedad española no estaba preparado para
entregar el timón de la nave a un nacionalista catalán, por más que aquella Convergència
i Unió no tuviera, ni por asomo, el proyecto claramente independentista que
hoy tienen sus sucesores. La creación del Partido Popular con la llegada
de José María Aznar a la presidencia, primero del Partido y luego del
Gobierno parecía haber generado una fuerza política de derecha moderna. Fueron
los tiempos en los que se fraguaron los pactos con el President Pujol
para asegurar la estabilidad parlamentaria, los tiempos en los que, sin
ninguna clase de pudor, se refería al Movimiento Vasco de Liberación en
el marco de la posibilidad de entablar algún tipo de negociación con ETA.
Sin embargo, la presión de la parte más retrógrada y reaccionaria de la
formación, que acabaría pariendo VOX y los innumerables casos de
corrupción que han salpicado al PP pusieron contra las cuerdas el
proyecto. En esta situación de gran dificultad para el Partido Popular, con
el que se había sido su vicepresidente económico entrando en prisión, y junto a
él el que había sido presidente de la Comunidad de Madrid y otros altos cargos,
se puso en marcha, desde un movimiento gestado exclusivamente en Cataluña, con
unas características muy definidamente catalanas y que tienen que ver con lo
que ellos llamaban la hegemonía cultural catalanista, el enésimo intento
de generar una derecha política moderna y liberal. Ciudadanos. El
proyecto, está muy reciente, fracasó por la megalomanía de su presidente y
fundador que, convencido de que estaba llamado a ser presidente por su cara
bonita construyó una estrategia que nadie, puede que ni él mismo, acabó de
entender.
Y llegados a este punto, con la parte más reaccionaria
desgajada para seguir su propia ruta ultraderechista y sin la amenaza de que
otra fuerza política le disputara el espacio más centrista pudiera
pensarse llegado el momento de consolidar un proyecto político, liberal en lo
económico, firme partidario de la economía de mercado, conservador en lo
político, sin mostrarse nostálgico de un pasado a olvidar y moderado en lo
social, sin cuestionar los innegables avances en ese terreno que ha
protagonizado nuestra sociedad. Pues no.
Y aquí comienza la perplejidad del que esto escribe al
observar a un Partido Popular políticamente desnortado que en lenguaje
popular no acaba de saber si está setas o a Rolex. Igual lanza una
diatriba imponente contra la extrema derecha por boca del, hasta ahora,
presidente del partido Pablo Casado, que manifiesta su disposición a
pactar con el partido de Ortega Lara, por boca de la emergente figura de Isabel Díaz Ayuso. A día de hoy el supuesto ganador de las elecciones
de Castilla y León Alfonso
Fernández Mañueco no sabe que hacer
¿Pactar con VOX su entrada en el gobierno? ¿Pedir la abstención del PSOE?
¿Repetir elecciones? ¿Hacer el camino de Santiago vestido de fallera mayor?
La explosión de la
crisis del PP le preocupa al que esto escribe, más allá de que, a que
negarlo, esté disfrutando como un gorrino en barrizal. Si, como todo parece
indicar, la presidenta de la Comunidad de Madrid dobla el pulso al Presidente
del Partido Popular, habrá ganado una forma de hacer política en la que la
corrupción no es un elemento importante y, de hecho, a los que hoy se han
manifestado en Génova 13 pidiendo la dimisión de la dirección popular no solo
parece no importarles que haya habido contrataciones irregulares en estado de
alarma, sino que, incluso, lo aplauden. Si es la dirección del partido la que
gana, y lo dudo mucho, se habrá instalado una forma de hacer política
insustancial y contradictoria más pendiente de las políticas que generan otros
que de generar unas propias.
Pero bueno, ambos
salen tocados, y eso, en definitiva, puede ser beneficioso, o eso puede pensar
el Presidente del Gobierno.
Acabo el cuenco de
palomitas firmo y rubrico.
domingo, 7 de marzo de 2021
Del rey abajo ninguno
Los escritores de nuestro siglo de oro a menudo mezclan el honor y los privilegios reales a la hora de elaborar sus comedias, quedando siempre meridianamente claro que el honor es lo más preciado que tiene alguien que tenga de sí la menor estima. Igualmente en estas, en su día, exitosas comedias la figura del rey quedaba, en todo momento, al margen de cualquier atisbo, por nimio que fuere, de un comportamiento no ejemplar, así Francisco Rojas Zorrilla, en la que comedia que da título a esta entrada hace recaer toda la responsabilidad de lo que ocurre, un intento de seducción a una mujer casada, a Don Mendo que suplanta la personalidad del rey Alfonso XI
para llevar a cabo sus pérfidos fines. El atribulado esposo Don García, indudablemente uno de mis antepasados, descubre el intento antes de que se consume y creyendo que es el rey quien ha intentado mancillar su honor (en el siglo XVII lo importante era el honor del varón, lo que pensara o sintiera la mujer estaba en segundo plano) le deja huir. Sin embargo acaba por descubrir que es Don Mendo y no el rey quien ha intentado adornarle la testuz y no duda en matarlo, sin que nadie la juzgue por ello. Ejemplar el comportamiento del monarca
Más conocida, aún, es El alcalde de Zalamea de Calderón, a veces conocida como El garrote más bien dado. Aquí es Don Pedro Crespo quien no duda en aplicar garrote al héroe de Flandes el capitán Álvaro de Ataide por haber mancillado su honor al haber forzado a su hija. Mil veces se han repetido las palabras de Don Pedro
Al rey la hacienda y y la vida
se ha de dar, pero el honor
es patrimonio del alma,
y el alma sólo es de Dios.
El rey, en este caso Felipe II,
no duda en ratificar la decisión del alcalde pese al linaje del agarrotado. Una vez más el rey, en su lugar, como dios manda. Y aquí, en vísperas del 8 de marzo, no me resisto a comentar el papel de la mujer. Primero Don Pedro, a quien la hija le importa un bledo, intenta que el capitán repare su felonía casándose con la joven raptada y violada de manera que su honor quedara a salvo, solo tras la negativa ajusticia al linajudo capitán. Hasta tal punto era dramática la situación en que quedaba una joven mancillada que ella misma solicita de su padre que de le de muerte
solicita con mi muerte tu alabanza
para que de ti se diga
que por dar vida a tu honor
diste la muerte a tu hija.
Finalmente el padre, supongo que conmovido, decide que su hija entre en un convento de por vida, Traducido al lenguaje jurídico actual le conmuta la pena de muerte por la de cadena perpetua no revisable, por el delito de haber sido sido raptada y violada.
Pero para no dispersarme y continuar con el objetivo inicial que persigo quiero destacar que aquí, como en la comedia de Rojas Zorrilla, el comportamiento del rey es irreprochable.
Y por no cansar a mis amables lectores termino con una alusión a Fuenteovejuna de Lope de Vega, aquí también hay un lascivo comendador que intenta mancillar el honor de una doncella, y es todo un pueblo el que hace justicia
-¿Quién mató al Comendador?
-Fuenteovejuna, Señor.
-¿Quién es Fuenteovejuna?
-Todo el pueblo a una
La llegada de los Reyes Católicos
restablece la normalidad y el Comendador se queda muerto y bien muerto. Una vez más la actuación de los reyes irreprochable. Hago un inciso para comentar que ha habido estudiosos (probablemente marxistas y masones) que han querido ver una intencionalidad política en este drama sugiriendo que el lascivo comendador era partidario de Juana la Beltraneja.
Hicieran lo que hicieran, los reyes siempre lo hacían bien, daba igual que Alfonso XI dejara un follón dinástico importante al tener diez hijos (Los Trastámara) con Leonor de Guzmán follón que provocó una cruenta guerra civil que acabó con Enrique II de Trastámara (llamado también de las Mercedes) en el trono, con la inestimable colaboración del Príncipe Negro (en realidad era el príncipe de Gales inglés) Ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor. También daba igual que su tataranieta Isabel de Trastámara diera un golpe de estado en toda regla robándole la merienda, y el trono, a su hermano Enrique IV para ser la gran Isabel la Católica,
y es que en esto de los monarcas la familia real, o familia del rey que parece haber una sutil diferencia, tiene discrepancias internas que van más allá de la clásica bronca entre cuñaos en una celebración familiar con unas copitas de más: Ni que decir tiene que carece de toda importancia el hecho de que Felipe II llevara la Hacienda de Castilla a quebrar hasta tres veces con el fin de que en el Imperio Español nunca se pusiera el sol y Eduardo Marquina pudiera escribir su memorable En Flandes se ha puesto el sol, que termina el segundo acto con un inolvidable España y yo somos así señora, que nada tiene que envidiar a los actuales
Soy español, español , español
yo soy español, español, español
yo soy español, español, español
...................................................
yo soy español, español, español
(La letra tiene una calidad literaria a la altura de los autores de nuestra literatura con los que he comenzado a escribir. )
Luego uno va a Flandes y se da de bruces con la cruda realidad, no solo se pone el sol todos los días sino que cuando sale no se le ve, oculto tras nubes, nieblas y brumas. La lluvia es constante en todas las modalidades. desde el aguacero insoportable hasta la caladora neblina meona, pasando por tormentas inesperadas, que le lleva a uno pensar ¿Para que queríamos tan inhóspito lugar? Parece ser, dicen, que por la propia grandeza de España,, por un lado, y también como defensores de la Fé. Yo como la grandeza de España, la circunscribo a las copas de Europa de mi Madrid, los triunfos de Bahamontes, Luis Ocaña, Pedro Delgado, Miguel Induráin y Alberto Contador en el Tour, Rafael Nadal y Manolo Santana en Tenis y poco más (me es muy ajeno el mundial de fútbol de Sudáfrica) y Fé, lo que se dice Fé, no tengo, no acabo de comprender la insistencia de mis antepasados (En los tercios de Flandes había más de un García seguro) en permanecer en un lugar en el que además caíamos fatal.
Y como se puede apreciar me he vuelto a ir por los cerros de Übeda, y es que mi absoluta carencia de técnica literaria me lleva a, una vez que tengo claro sobre lo que quiero escribir, algo que no siempre ocurre, empezar a desviarme de mi objetivo.
Quería expresar (iba a utilizar el verbo decir, pero realmente no estoy diciendo nada, estoy pensando y escribiendo) con todo lo que escrito hasta ahora que en nuestra tradición literaria la figura del monarca ha estado siempre muy bien tratada independientemente de la calidad de la gestión. Así Felipe III,
hijo del esquilmador de la hacienda castellana y al que ya he citado en párrafos anteriores, al que algunos apodan El Piadoso expulsa a los moriscos, un poco porque sí, porque me caeis fatal y porque me da la gana, entrega el gobierno, porque gobernar cansa, al duque de Lerma, un estafador de primera división que se hizo de oro cambiando la capitalidad del reino y el dichoso piadoso nos mete de hoz y coz en la guerra de los Treinta años una especie de guerra mundial del siglo XVII en la que no habríamos pintado nada de no ser por la finisecular manía de defender no se que intereses en Flandes, el desapacible Flandes, y por supuesto la Fé. Menudo pájaro el tal piadoso y hasta tiene una estatua ecuestre (cuestre lo que cuestre que recitaban Les Luthièrs) en la plaza Mayor de Madrid.
Le sucede su hijo Felipe IV
que como papá y el abuelo ademas de rey de España lo era de Portugal, sin que a los portugueses les hiciera mucha gracia, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, duque de Milán, duque de Borgoña, soberano de los Países Bajos y conde de Flandes. Ahí es ná. Este estuvo en la poltrona más de cuarenta años, y como era igual de poco amante del trabajo que papá también delegó el gobierno, su principal valido fue el Conde Duque de Olivares, pero acabó defenestrándolo. Al pobre se le rebeló todo quisque, dejó de ser rey de Portugal y estuvo a punto de dejar de serlo de Aragón e incluso Andalucia tuvo un brote independentista que supongo que llamarían er prozé. En Europa cosechó derrotas de forma continuada, y se acabó la hegemonía española en detrimento de Francia. A este empezó a ponérsele el sol y desconozco si en Madrid tiene alguna estatua o monumento,pero intuyo que no.
Nos dejó de sucesor a Carlos II
Este es un pobre hombre maltratado por la historia, la sucesión de matrimonios consanguíneos de sus antepasados, los que han echado la cuenta y estudiado su árbol genealógico nos cuentan que si uno normalmente tiene dos padres (padre y madre entiéndase), cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos, este hombre hubiera tenido solo siete tatarabuelos, hizó que sufriera toda la vida de graves quiebras de salud además de ser infértil. Consiguió, sin embargo, reflotar una economía que sus antepasados y antecesores habían dejado para el arrastre. Para la historia quedarä como el Hechizado. Y nos dejó, eso sí, más que él su infertilidad, un conflicto que para nosotros, los españolitos, no iba traer ningún beneficio.
Con el final de la dinastía de los Austrias y del esplendor de España, un esplendor que los españolitos de a pìe nunca disfrutaron, dos potencias extranjeras se disputan la corona de España. Por un lado Francia y los Borbones, más o menos apoyados por la Corona de Castilla, y Austria y los Habsburgo. más o menos apoyados por la Corona de Aragón. Ganaron los franceses, el Imperio Español deja de serlo en Europa y el sol se pone en Flandes, desaparece la estructura que hoy llamaríamos confederal de varias coronas con un solo rey, Gibraltar y Menorca pasan a ser inglesas por el Tratado de Utrech, los catalanes, sin saberlo, inventan La Diada, y lo que es peor de todo:
¡¡¡¡¡¡Llegan los Borbones!!!!
De las tropelías que esta dinastía ha hecho con España se podría hacer una correlación cuasi interminable, por menos de la mitad en su país de origen acabaron mu malamente.
No solo sus desequilibrios mentales fueron una fuente de problemas
Felipe V se creía un anfibio, a pesar de lo cual huía del agua como un gato.
Fernando VI agredía a sus asistentes y se comía sus cacas
Carlos III ha tenido mejor prensa, intento una tímida modernización del Estado de escasas consecuencias, ha pasado a la historia como el mejor alcalde de Madrid (parece ser que el resto de España le importaba menos) y sobre todo dió nombre a un coñac (hoy diríamos brandy) del que un servidor, en sus malos y nada añorados tiempos, ha trasegado litros
Carlos IV tuvo que destinar gran parte de sus energías a abortar las conspiraciones de su chiquirritin , un elemento de cuidado
Este pollo, Fernando VII, merecería un tratado para él solo. Se tiró media vida conspirando contra su padre, cuando por fin lo consiguió se hizo caquita en los leotardos, para darle el trono a los Bonaparte. cuando volvió, porque los Borbones siempre vuelven, no sé como pero siempre vuelven, intentó por todos los medios, y consiguió, abolir la Constitución a pesar de haber dicho aquello de Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional. Y para terminar nos dejó un conflicto dinástico que dió lugar a diversas guerras civiles.
Con Isabel II comienzan las guerras carlistas porque su tío Carlos María Isidro nunca la consideró legítima, el hecho de ser mujer le acarreó muy mala fama, sus devaneos, dicen, con diferentes amantes no se vieron con los mismos ojos que si se hubiera tratado de un hombre. No fue ni mucho menos de lo peor que hemos tenido, en las guerras carlistas apoyaron su causa las fuerzas mas progresistas mientras que al carlismo lo apoyó lo más reaccionario de la sociedad española: Dios, Patria, Fueros, Rey. Sin embargo fue la primera de los Borbones que tomó el camino de los vestuarios. Quede en su mérito que el organismo que consigue que los madrileños, directamente desde el grifo, tengamos la mejor agua del mundo lleva su nombre. El Canal de Isabel II ,CYII
La restauración nos trajo de vuelta al hijo de la anterior Alfonso XII
Este retrato le muestra como un hombre apuesto, pero en la retina siempre nos quedara la imagen de Vicente Parra en las dos películas de Luis César Amadori ¿Dónde vas Alfonso XII? y ¿Donde vas triste de ti?
Aunque dió para dos películas fué un rey breve, pero dejó constancia, si hay algo de verdad en las películas citadas, que era un poco golfete y tras su primera, y efímera, boda con María de las Mercedes de Orleans y Borbón, que además de Paquita Rico era su prima, se casó en boda de estado con María Cristina Habsburgo-Lorena a la que ademas de tres hijos (el último de ellos póstumo ) le regaló unos cuernos importantes, se le conocen al menos dos hijos extramaritales con una cantante de ópera, pero seguramente hubo más.
Su hijo póstumo
Alfonso XIII se comió un buen número de marrones y provocó otros cuantos, siendo aún menor y bajo la regencia de su madre ocurrió el desastre del 98, con el que el sol que se había puesto en Flandes hace varios siglos, en gran parte de América a lo largo del siglo XIX, acabó por alcanzar su ocaso imperial en Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Bajo la regencia de su madre, y dando por supuesto que dado que era mujer era de natural torpe, Cánovas del Castillo y Sagasta pusieron en marcha un sistema que eufemísticamente se llamó Turno pacífico de Partidos y que, básicamente consistía en : Voten ustedes lo que quieran que nosotros nos iremos turnando en el gobierno. Fue el primer productor de cine pornográfico de España, y como tampoco era de natural trabajador y se le acumulaban los follones en el norte de África, en Cataluña, huelgas generales, etc puso al mando a su propio valido, un general de mucho mando y porte Primo de Rivera, y esta cacicada a la postre tuvo consecuencias y acabó llegando la República, por segunda vez los Borbones (tercera si tenemos en cuenta la puesta en polvorosa de Fernando VII con la amenaza de Bonaparte) abandonaban España. También constan un puñado de hijos extramaritales. Cosa de familia.
Ya en el exilio, y después de descartar a varios hijos por enfermedades de distinta índole, nombró sucesor, principe de Asturias decía él, a su hijo Juan de Borbón, que se pasó el pobre toda su vida haciéndose llamar Juan III, algo que solo hicieron un puñado de buenos amigos que se reunían con él en Estoril, y es que a la República la tumbó violentamente un general gallego, de voz atiplada y corta estatura que cada vez que le hablaban del tal Juan III se mondaba y se partía.
El general bajito la hizo la trece catorce al de Estoril con su hijo Juan [Carlos] primero le lió para que el mozo se trasladara a España a estudiar, y luego aquí lió al mozo en cuestión para regatear al padre, que se mosqueó con su hijo una jartá. Decidieron, o decidió el general bajito ¡vaya usted a saber!, que no podría llamarse Juan III porque al de Estoril le daba el parraque definitivo, ni Juan IV porque eso supondría dar carta de legitimidad al señor de Estoril, se trataría de una restauración, y lo que que quería el general bajito y su régimen era la Instauración de la monarquía del 18 de julio. Así que empezaron a popularizar el nombre de Juan Carlos con el que acabaría llegando al trono
A este señor le conocemos de sobra, sabemos lo que ha hecho y lo que no. Ahora anda por ahí en calidad de emérito sin que tengamos muy claros los méritos que le hacen obtener el emeritaje. Por razones de dominio público, que no merece la pena reiterar este señor abdicó en su hijo Felipe VI
De este no digo nada, primero porque me obligaron a prometerle lealtad, y además porque no quiero acabar en el maco o trullo.
Como son las cosas, empecé escribiendo de como una comedia, más bien drama, del siglo XVII trataba de bien al padre de los Trastámara y terminado con el último de los Borbones. Y es que el perspicaz lector, siempre tiendo a suponer que alguno habrá, se podra dar cuenta de que todo está ligado. La hija de Isabel de Trastámara apodada cariñosamente como Juana la Loca tiene hijos, por matrimonio, con Felipe de Austria, Felipe el Hermoso, tatarabuelo de Felipe IV que casa a su hija Maria Teresa Habsburgo (nacida de su unión con Isabel de Borbón) con Luis XIV de Borbón, rey de Francia, cuyo nieto, el duque de Anjou, devino en Felipe V primer rey de España de la casa de Borbón. Si utilizáramos términos taurinos, diríamos que va cambiando el nombre de la ganadería pero el encaste es el mismo.
Y termino con lo que me atribula, y es la reacción de mis compatriotas sobre los últimos acontecimientos que han protagonizado los actuales miembros del linaje. Parecen extrañarse de los desmanes que presuntamente, repito presuntamente, han cometido destacados, y destacadas , miembros de la familia del Rey, familia real, o ambas cosas porque a mi tan sutiles diferencias se me escapan. ¿Qué esperar de unos personajes que desde la cuna han mamado que son especiales? Incluso cuando, aparentemente, les ha ido mal, cuando han sido exiliados o expatriados han vivido a cuerpo de rey, y nunca mejor utilizada la expresión, bien porque tenían recursos propios obtenidos, Dios sabrá como, bien porque sus serviles cortesanos les han mantenido con largueza.
En cualquier caso les tengo que dar las gracias, están haciendo más por la causa republicana, que lo que hemos hecho los republicanos en cuarenta años de dar la matraca, no me queda otro remedio que gritar:
¡LARGA VIDA AL EMÉRITO!
¡LARGA VIDA A LAS INFANTAS DE ESPAÑA!
jueves, 4 de marzo de 2021
El retorno eterno
De vez en cuando siento la necesidad de retomar la ctividad de esta insignificante bitácora, que nació sin muchas pretensiones y ha cumplido con creces con tan escasas expectativas.
Cuando escribo aquí, realmente lo hago para contarme cosas a mi mismo, cosas que no siempre sé, o no siempre estoy seguro de saber, y que una vez pasadas por el tamiz del teclado puedo incorporar definitivamente a mi equipaje personal o puedo, también definitivamente, tirar a la basura. Parece como si ver tus pensamientos, creencias o saberes negro sobre blanco en una pantalla te diera seguridad sobre ellos tanto para asumirlos como para desecharlos. Pero cuidado, no quiero que se me malinterprete, que escriba, básicamente, para mi mismo, no quiere decir, ni mucho menos, que no me importe la gente que me lee, me importa y mucho, y me encantaría, a que negarlo, que fueran muchas las gentes que me leyeran. Si existe el ego, que parece ser un activo inmaterial, el mío, desde luego, no es pequeño.
Solo soy un escritor aficionado, carezco de técnica literaria, y en muchas ocasiones hasta yo mismo me doy cuenta. No me es infrecuente, y hoy aquí es el caso, el comenzar a escribir por mero placer de hacerlo, esperando que lo que escribo, por si mismo, vaya tomando carta de naturaleza, cogiendo cuerpo, objetivos y sentido. Como si un experimentado novelista se sentara delante del teclado de su ordenador, o de su máquina de escribir, bolígrafo, estilográfica o pluma de ganso si es refractario a las nuevas tecnologías, sin tener pensada ni la trama narrativa, ni los personajes principales ni, por supuesto, documentación alguna. A lo mejor, sin querer, ¡más quisiera yo! compararme con don Félix, esa fue la tesitura en que se encontró Lope de Vega cuando Violante le puso en el aprieto de hacer un soneto, y así empezó, burla burlando van los tres delante.
Después de haber escrito los dos primeros párrafos, descartando las primeras líneas que no eran más que una excusa para enfrentarme a la página en blanco, me voy a atrever a darle título a esta entrada El retorno eterno, retorno evidente porque vuelvo a esta bitácora después de haberla tenido abandonada largo tiempo y eterno no menos obvio porque este retorno lo repito, sin periodicidad alguna, una y otra vez, dando la sensación de que estoy siempre volviendo a algún lugar del que puede que nunca me haya ido. Y a medida que voy pulsando, con mis dos dedos, a veces cuatro, el teclado voy ganando la sensación de que me he puesto a escribir porque quiero contar algo. Normal. Natural. Quiere contar algo el novelista que imagina una historia, o el guionista de cine que la diseña en imágenes, el director que la ejecuta, incluso el productor que la hace posible. También quiere contar algo el pintor con su pincel, el escultor con su cincel y el músico con su instrumento. Y yo, que no soy novelista, ni guionista, ni director, ni productor, ni pintor, ni escultor, ni músico también quiero contar algo, y si sigo pulsando el teclado acabaré por saber lo que quiero contar, pero para esta tarea las prisas no son buenas. En general no son buenas las prisas, ya lo decía el grandísimo Paco Rabal por boca del torero Juncal :
"Las prisas para los delincuentes y los malos toreros"
Últimamente he pensado mucho en don Francisco Rabal, prácticamente todos los días porque prácticamente todos los días, debido a la disciplina que me he impuesto de caminar regularmente, he pasado, en ocasiones más de una vez, por delante de la casa, muy cerca de la mía, que compartió hasta su muerte con la también muy grande Asunción Balaguer, que ya hace más de un año que nos dejo. Cada vez que he pasado por la puerta de esa casa, en mi combate por bajar el exceso de glucosa en sangre que me regala mi condición de diabético tipo 2, no he podido evitar, ni he querido, recordar la última vez que hablé con Asunción, fue en el colegio electoral: "yo os he votado, como siempre". Y también he recordado lo bien que lo pasé siendo su chófer para llevarla, desde Alpedrete hasta San Fernando de Henares para una fiesta del PCE. No era Asunción, Jessica Tandy aunque ambas fueran actrices, y muy buenas, ni soy yo Morgan Freeman, fundamentalmente porque no soy un profesional del volante, pero aquel día bien podría haberse llamado Paseando a la señora Balaguer.
¿Que hubieran pensado Paco y Asunción del hecho de que dos militantes del PCE sean hoy ministros del Gobierno de España? y lo que es más importante ¿Qué pensamos los comunistas de hoy?
No hay cosa en los cuartetos que me espante cuando acabo de darme cuenta de que lo que me apetece hablar en este momento es del hecho de que dos militantes del Partido Comunista de España, Alberto Garzón y Yolanda Díaz forman parte de un gobierno de España algo que no ocurría desde que Jesús Hernández Tomás y Vicente Uribe Galdeano formaran parte de gobiernos de la II República durante la rebelión criminal fascista que terminó con la democracia en España. Claro que en circunstancias muy diferentes. Aquellos comunistas, entonces lo eran aunque uno de ellos, Jesús Hernández, acabó enfrentado al Partido alineándose con las posiciones del dirigente yugoslavo Josip Broz Tito y terminó publicando un curioso panfletillo Yo fui ministro de Stalin en el que responsabilizaba al Partido de las torturas, asesinato y desaparición del dirigente del POUM Andreu Nin, durante los enfrentamientos de 1937 entre al gobierno de la República y la CNT y el POUM, aquellos comunistas, retomo tras el inciso, formaron parte de gobiernos en circunstancias muy especiales, en medio de una guerra, mientras que los actuales forman parte de gobiernos en un momento de una relativa estabilidad institucional. Y eso marca diferencia, como también marca diferencia, puede que formal pero diferencia, que aquellos prometían ser leales a una bandera y un régimen distintos de los actuales. No sé que pasaría por la cabeza de los camaradas durante su toma de posesión como ministros delante de un Jefe del Estado no electo, que lo es por ser hijo de su padre, no primogénito pero si varón, aplicando un texto, La Constitución, aprobada hace 42 años, por los que hoy tienen más de sesenta. Yo, un humilde concejal de pueblo, soy muy cuidadoso a la hora de mi toma de posesión, prometiendo acatar la Constitución, es el texto vigente y no me queda otra, y por imperativo legal, y solo por imperativo legal, lealtad al rey, es un poco como cuando eramos chavales y prometiamos lo que fuere pero cruzando los dedos. Yo mis lealtades las tengo muy claras y a Don Felipe de Borbón y Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg-Beck (el apellido Grecia es el legal, indudablemente, pero artificial) no le debo absolutamente ninguna y sin desearle nada malo en el terreno personal, sin buscar su exilio ni sufrimiento, ni para él ni para su familia, intentaré por todos los medios legales a mi alcance que abandone su cargo. Con la, por todo el mundo alabada, excelente preparación que tiene no le será dificil encontrar un trabajo bien remunerado. Bien es cierto, no lo pongo en duda, que es más importante lo que se pueda hacer desde un cargo que la formalidad a la hora de aceptarlo, pero no puedo evitar la curiosidad por saber que pensarían los dos ministros comunistas cuando prometieron su cargo.
Desde luego la presencia de los dos camaradas en el gobierno no ha pasado inadvertida, y siendo solo dos, de veintidós, el gobierno ha pasado a ser denominado como socialcomunista, algo que puede que comenzara en el mejor programa de humor de la radio española Es la mañana de Federico (A Federico Jiménez Losantos le pasa lo que dicen que le pasó a Pedro Muñoz Seca con La venganza de Don Mendo que comenzó escribiéndola en serio y terminó siendo una genial comedia del absurdo) pero que ha terminado siendo de uso común en los medios conservadores.
El Consejo de Ministros es un órgano colegiado, todas las decisiones, independientemente de quien haya sido la iniciativa, son del órgano en sí mismo, da igual que sea la aprobación del aumento del salario mínimo ineterprofesional, la regulación del precio del alquiler o la aceptación de las limitaciones que impone Bruselas a la adopción de medidas de carácter social. Son todas decisiones del Consejo de Ministros de la que todos los ministros, sin excepción, son responsables.
La excepcionalidad de la situación generada por la COVID-19 impide, yo al menos no sé, hacer una evaluación exacta sobre si el gobierno presidido por Pedro Sánchez y en el que hay ministros del PSOE, la mayoría, ministros de PODEMOS, ministros independientes del entorno socialista, un ministro, creo que independiente, del entorno de PODEMOS y dos ministros comunistas están haciendo la la política progresista que necesitamos, pero me dan escalofrios de pensar que esta situación la vivieramos con un gobierno presidido por Pablo Casado con Inés Arrimadas de vicepresidenta y el apoyo exterior de Santiago Abascal.
No quiero pecar de pesismista, nunca lo he sido, pero he de ser honesto conmigo mismo y los que me leen o me conocen saben hasta no hace mucho he sido partidario de que IU participara, allí donde pudiera, en gobiernos de coalición. Incluso cuando IU-Convocatoria por Andalucia participó en el gobierno de José Antonio Griñán, fui de los partidarios pese a las reticencias de muchos compañeros. Sin embargo, la experiencia sirve, o debe servir, para algo. Allí donde hemos gobernado en coalición ha sido el PSOE quien ha capitalizado los éxitos y eso ya me pone en guardia, pero lo que definitivamente me ha alertado ha venido de fuera. La experiencia de Syriza en Grecia ha generado tanta desilusión que hace que vea con recelo nuestra minoritaria participación en el gobierno.
Pero no nos preocupemos, este aspirante a aprendiz de bolchevique suele equivocarse con frecuencia.
Contad si son catorce y esta hecho.