lunes, 14 de septiembre de 2009

Zamora puede engañar

Uno, un tanto necesitado de cierto alimento cultural después de la convencional playa relatada en la entrada anterior, acompañado de su familia, y en consenso con la parte de esta que tiene derecho de decisión, es decir de mi osaposa, que, todo hay que decirlo, había puesto incluso más interés que yo mismo, había decidido darse un atracón de románico. Y para ello, sin desmerecer a otras regiones, naciones, comunidades, provincias, comarcas, o como quieran llamarlas que a mí cada vez me da más lo mismo, de España, que también pueden llamarla como quieran, que me sigue dando igual., Zamora, que puestos a hacer nacionalismo de salón bien puede considerarse la capital del País Leonés, es un lugar ideal. De manera que cuando un servidor, paseando por la ciudad, se encontró con la pintada de la imagen, se encontró satisfecho y reconfortado. Nunca he entendido, ni compartido, esa especie de necesidad exculpatoria que tienen los comunistas de lo acaecido en Paracuellos del Jarama. Me importa un bledo la responsabilidad que en los hechos pudiera haber tenido Santiago Carrillo, si el dice que ninguna allá él. En cualquier caso se podrían destacar, a mi juicio, tres cosas:
1º. La guerra la empezaron ellos, ellos son los responsables de todos los muertos, de todos, sin excepción. Lo de la otra mejilla es de otro negociado.
2º Los implicados, en su inmensa mayoría, no eran unos honrados ciudadanos neutrales, sino colaboradores de lo que el mismísimo general Emilio Mola, el mulo Mola, definió como la quinta columna que , junto con las otras cuatro que confluían hacia Madrid, harían caer esta. No se había celebrado juicio legal, es cierto, pero había una guerra, que vuelvo a recordar que la empezaron los que la empezaron y ni estaba la Magdalena para tafetanes ni el coño "pa" ruidos.
3ºNinguno de ellos pudo marcarse la chulería de la puta oficial del régimen, Celia Gámez, de cantar el Hemos pasao, y eso a mí , que oficialmente soy católico en virtud del sacramento del bautismo, debo reconocer que me motiva, en germanía me pone, debe ser la atracción por el pecado que todo católico, creyente en dios o ateo, guarda dentro desde que Adán se comió la manzana. En mi caso hubiera preferido el higo, donde va a parar, pero vegetarianos ha habido siempre.
Tampoco parece que la adscripción de Zamora, en esta mamarrachada de la España de las autonomías plurinacional y de las jons, a la Comunidad de Castilla y León, sea del gusto de todos las zamoranos. Y una evidente minoría, a tenor de las apabullantes mayorías que se gasta el PP por la zona, se atreve a poner en solfa la capitalidad del engendro autonómico titulando un garito de aquesta guisa
No tengo yo nada, en principio, contra la ciudad de Valladolid, a la que alguno de ellos, con toda seguridad por desconocimiento, dan en llamar Pucela, apelativo que hace referencia a cierto insecto áptero, muy molesto para el ser humano, si bien dió lugar un picantuelo cuplé por los años veinte del siglo pasado, y que otrora, en tiempo de los romanos, ahí es "na", era abundante por aquellas, entomces, cenagosas tierras. Es más en Valladolid, y rodeado de vallisoletanos de pura cepa, he pasado uno de los mejores momentos de mi vida, con motivo de la boda de un amigo del alma con una natural de esa ciudad, en su momento Corte. No diría lo mismo con un pueblo de su provincia, con inmerecidas ínfulas de ciudad, que responde al nombre de Tordesillas, no por haber servido de prisión a la reina de Castilla, tener en prisión a un rey, a cualquier rey, siempre es motivo de orgullo, sino por su empecinamiento criminal en considerar como cultura la salvaje tortura de un animal cuyo uno delito es tener tantos cojones como todos los elementos masculinos de tan inmundo poblacho y bastante mas seso que todos, y en este caso también todas, los que allí apesebran.
Sim embargo no me queda más remedio que hacer caso a mi lado zamorano, más propiamente sanabrés, tomando a pitorreo, mofa y befa a la actual organización del estado.
Cada cual es muy libre de considerarse lo que le de la gana, y si catalanes y vascos se consideran a si mismos una nación, yo seré el primero en defender su derecho a constituirse como tales, y a dotarse de un Estado, y si les parece pedir su ingreso en la FIFA, con una selección de fútbol propia, y su correspondiente liga, naturalmente. En la Communwealth. En la URSS. En la OUA. Donde estimen oportuno. Cuenten conmigo. Son, o deberían ser, libres. Pero tonterías las justas, y la historia es la que es, y que Cataluña sea una nación histórica, y León, "que tuvo reyes antes que Castilla leyes" no, es como poco para descojonarse. Que sea igualmente histórico el Pais Vasco, y no lo sea Castilla sin tener en cuenta que el Señorio de Vizcaya fue feudatario de la corona castellana desde el 1040 hasta el 1876 sería para tomarlo a risa, sino fuera porque semejantes memeces pueden causar, y causan, muerte y dolor.