El
Espia Otomano opina:
Apresuradamente cerró ayer el grupo empresarial mediático,
PRISA, su cadena de televisión CNN+. En realidad utilizar
"apresuradamente" no deja ser un intento de jugar con las palabras para que alitere con
PRISA, tanto semántica como fonéticamente. El cierre de CNN+ no ha sido para nada apresurado, estaba decidido desde hacía meses, casi con la venta de
Cuatro al imperio mediático de
Berlusconi, a través de
Gestevisión/Tele5 el destino de la cadena de noticias estaba escrito. Difícilmente podía conciliarse un intento serio, sin entrar a valorar la línea editorial, de crear un espacio de información y debate, con los berridos histéricos de
Mercedes Milá, la apología del analfabetismo supino de
Belén Esteban o el chabacanismo en estado puro de los programas que presenta
Jorge Javier Vázquez, un presentador que considera que ser
gay le concede una especie de
patente de corso para reunir en torno a si lo más granado de la degradación mediática, personajes sin valor en si mismos cuyo único mérito es una notable capacidad para el insulto y una escasa autoestima que les lleva a ejercer tan patético oficio por no demasiados gravosos emolumentos, hay quien dice, pero este espía no tiene datos contrastados, que cobran en
especie y dejamos sin aclarar que clase de especie para que sea la perspicacia del lector la que termine el trabajo. Con lo que cuesta producir un documental, de la temática que sea, de calidad media, la cadena de
don Berlusconi produce una temporada completa de
Sálvame, edición
de luxe incluida. Pero ahí no termina la cosa, a base de espiar el espacio radioeléctrico, recientemente digitalizado, he llegado a concretar un panorama desolador, peor que lunar. Si
Tele 5 es el paradigma de lo que
no es un servicio público, y habría que recordar que las
teles privadas lo son en régimen de concesión para prestar un servicio de utilidad pública, sus competidores no son, precisamente, ejemplos de lo contrario.
Antena 3 es menos mala porque tiene menos audiencia.
Cuatro es como si no existiera, y a partir de ahora menos al intentar convertirla en la cadena
culta de
Tele 5, algo no demasiado difícil: basta con prohibir a los presentadores expeler ventosidades, o lanzar regüeldos, en directo. ¿ Y
La Sexta? La refrescante presencia de
Wyoming en su
Intermedio no basta para calificarla como
progresista. Su apuesta, como negocio, fundamental es deportiva intentando monopolizar los grandes eventos desde el fútbol a la Fórmula 1, manejando pérdidas con una alegría que para este espía es inexplicable, a no ser que haya apoyo financiero
extra y paraoficial. La llamada
Guerra del Fútbol que aparentemente ha perdido, la ha dejado incólume, mientras el teórico triunfador
Prisa/Sogecable está al borde de la bancarrota. En cualquier caso se trata de una nueva frustración, tras la que supuso
Cuatro, para los que añoran y anhelan, y este espía lo considera un objetivo no utópico sino imposible, una cadena generalista de tinte progresista. Es imposible. Los criterios empresariales, de negocio, de mercado, primaran siempre sobre supuestas ideologías. El señor
Roures podrá ser muy de izquierdas, que no lo he espiado suficientemente como para hacer una afirmación categórica, pero
Mediapro, su negocio, tiene como objetivo fundamental, o mejor único, ganar dinero.
Con los años, que empiezan a pesarme, he ido dejando de espiar a
troche y moche, aquí y allá, y prácticamente solo escudriño
Madrid y sus alrededores serranos. Con la desaparición de CNN+, el panorama que nos ha dejado el
apagón analógico es desolador. Editorialmente hablando porque, puntualmente, puede haber programas asumibles del tipo
Madrid Directo o
Madrileños por el Mundo, pero sus generadores de opinión, sus tertulias, nunca debates porque nunca hay contraste de opiniones, tienen una peligrosísima, ¡ojo! desde el punto de vista de la
democracia formal, ésta que nos intentan colocar como
democracia real, deriva hacia posiciones conniventes con el régimen anterior. Periodistas como
Carlos Dávila (
Intereconomía) o
Curry Valenzuela(
La 10/Vocento) han dejado de disimular hace tiempo, y el resto de la
nómina me acojonaría, si no fuera un espía al servicio de una potencia extranjera:
Isabel San Sebastian, Federico Quevedo, Eduardo García Serrano, Sáenz de Buruaga, Jiménez Losantos, Luis Herrero, Carmen Tomás, Alfonso Rojo, Isabel Durán, Ramón Pi, Javier Nart..., sin olvidar a desguaces que fueron, aparentemente, de izquierdas, llenos de frustración y resentimiento,
Joaquín Leguina, Cristina Alberdi...
Pablo Castellanos (¡ Que pena, tanto equipaje ético tirado por la borda!). Creo que fue el
Conde de Romanones , y en cualquier caso lo reiteró
Mariano Rajoy, quien dijo:
¡Joder que tropa!; ¡Aplíquese!.
El que anda no sé si asustado, estupefacto o ambas cosas es el dueño de esta bitácora que se ha construido un pequeño protocolo a la hora de enfrentarse con los medios de comunicación y que se pordría resumir en:
- Medios escritos en papel: Sólo prensa deportiva y en verano, por aquello de los cotilleos y el mercado de fichajes. Le costó desengancharse de una costumbre de años, la compra diaría de
EL PAÍS. Durante un temporada compró
Público, ahora nada.
-Medios en Internet: Las páginas de Iu y el PCE y las bitácoras y páginas de amiguetes.
-Radio: Radio Clásica: Radio 2. Si el
Barça ha perdido y el
Madrid ha ganado, algo desgraciadamente poco habitual, procura escuchar, casi nunca puede, la tertulia futbolística llamada
el Tridente en el programa de
Gemma Nierga y que enfrenta a
Jordi Martí y
Carmen Colino-Televisión: Para información general
Cubavisión y
Telesur. En deportes, los partidos de fútbol del
Madrid, que solo ve de forma continuada si va ganando por dos goles o más y las tertulias de
Real Madrid TV. A veces hay conflictos, el miércoles pasado tuvo que alternar el 8-0 al
Levante con la entrevista a
Cayo Lara en Veo7, dando prioridad a esta última, lo que provocó que se perdiera en directo algunos goles.
No está peor informado que los demás y es muchísimo más feliz.