viernes, 29 de abril de 2011

A tope con Mourinho

Esta mañana he escuchado a un crítico de cine, Carlos Boyero, repetir todos los falsos tópicos del madridismo. Suelo coincidir bastante en lo cinematográfico con este señor, por ejemplo, al igual que él, considero que el 90% del cine de Pedro Almodóvar es un pestiño, con el que sin embargo me río, pero me ocurre lo mismo con los denostados Torrentes de Santiago Segura, sin embargo, en lo que a madridismo se refiere estamos en las antípodas, porque entra de lleno en lo que yo defino como el pijomadridismo. Parto de asumir como biblia aquel aforismo que dice que :"Mientras el rugby es un deporte de rufianes practicado por caballeros, el fútbol es un deporte de caballeros practicado por rufianes". Los rufianes, como deben ser los futbolistas, distan mucho de ser gentelemenes. Y eso lo sabe bien el señor Guardiola cuando ha adiestrado, y muy bien por cierto, a sus rufianes en las artes del teatro, eseñándoles a retorcerse de fingido dolor en cualquier balón dividido. Y tampoco es manco el entrenador culé, cuando nos ofrece sus hipócritas homilias, disfrazadas de ruedas de prensa, con ese aspecto mezcla de supernumerario de la Obra y catequista de niños bien. Mourinho, no hace sino seguir la estela de los grandes del Madrid, empezando por don Santiago Bernabeu y Yeste, ¿dónde está el supuesto señorio que dice haber mamado en su niñez el señor Boyero?. Al partido de vuelta, y en eso discrepo con mi admirado portugués, hay que ir como el que va a la guerra, pero sin voluntad de hacer prisioneros. Puesto que van a expulsar a varios, esta vez que sea con motivo. Pongámoselo facil al United

jueves, 28 de abril de 2011

Empezando

Estamos a punto de comenzar. La precampaña es ese invento absurdo en el que hay que pedir el voto sin que se note. Cosas de este sistema que ingenuos e interesados califican de democrático, a mi me parece simplemente partitocrático y los más audaces o arriesgados tildan, sin matices de cleptocrático. En mi pueblo, Alpedrete, la izquierda real, es decir nosotros, es decir Izquierda Unida, hemos hecho un notable esfuerzo para abrir no sólo la candidatura, al fin y al cabo figurar en una lista no comporta esfuerzo, sino todo el trabajo que supone elaborar todas las líneas programáticas con las que concurrimos a las elecciones. Ha sido un trabajo serio y riguroso en el que hemos huido de la tentación, siempre presente, de elaborar un programa de máximos, en la práctica irrealizable en el marco de la sociedad capitalista. Todo lo que vamos a proponer, el programa aún no lo desvelamos porque no estamos en campaña y porque corremos el riesgo, y no sería la primera vez, de nos plagien, es factible, con mayor o menor dificultad, en el marco sociojurídico en el que desgraciadamente nos movemos. Y lo hemos hecho así, pragmático y realista a la vez que optimista y avanzado, porque nos presentamos ante los ciudadanos con la intención de gobernar el municipio, porque tenemos la convicción de que solo nosotros tenemos la capacidad, y la voluntad, de avanzar hacia un Alpedrete diferente. Habrá quien piense que soy un visionario o un loco, aporto un dato: en las pasadas elecciones iba el número 8 en la lista y soy concejal desde hace tres años.
No tenía, ni mucho menos, previsto ser candidato a la alcaldía de mi pueblo. De hecho, tenía mi trabajo político planificado de otra manera, centrado en tareas en el Partido Comunista de Madrid, y en función de los resultados del 22 de mayo, estoy convencido de que muy positivos para nosotros, puede que tenga que reorganizar mi trabajo político. De lo que estoy seguro, y más que convencido, es de que si los ciudadanos nos dan su confianza, Alpedrete demostrará que hay otra forma de hacer política. Dejamos claro que no aspiramos a gobernar, ni aún con la más absoluta de las mayorías, sino a que sean los ciudadanos los que gobiernen. Vamos a poner a los ciudadanos a trabajar, a decidir ellos mismos, que saben muy bien lo que quieren, sobre las cuestiones que les afectan. En un pleno municipal, ahora mismo no recuerdo la fecha, que trataba sobre participación ciudadana, a la actual alcaldesa en funciones, Doña María Casado Nieto, presidenta del Pp alpedreteño, le traicionó el subconsciente comparando la participación de los ciudadanos con la inresposabilidad (sic) que supondría dejar un cuchillo a un niño de tres años. Para nosotros los ciudadanos no son irresponsables niños de tres años, para darles voz y voto nos presentamos.





miércoles, 20 de abril de 2011

Inesperadamente

De forma absolutamente inesperada el pasado lunes, 18 de abril de 2011, me vi abocado a encabezar la lista de Izquierda Unida- Los Verdes (IU-LV), en Alpedrete, de cara a las elecciones del próximo 22 de mayo que habrán de elegir las nuevas corporaciones locales. Fernando Jiménez Briz ,que hasta ese momento encabezaba la lista, en el mediodía de ese citado lunes, en el que supimos, por comunicación de nuestro representante ante la Junta Electoral de Zona, con sede en San Lorenzo de El Escorial, compañero Jesús Gimeno Ávila, que la inscripción de la candidatura de IU-LV era rechada con la denominación y logo de Alternativa Ciudadana de Alpedrete, manifestaba su intención de no continuar como cabeza de lista. En su bitácora, Desde la Cantera, el compañero explica sus razones para dar tan importante paso, y no es el momento y, desde luego, no es un blog público el lugar adecuado, para entrar a valorar ni analizar su decisión. Tanto el compañero, como yo mismo, militamos en instancias, tanto de Izquierda Unida como del Partido Comunista de España donde debatiremos con absoluta tranquilidad y serenidad sobre lo ocurrido, como corresponde a camaradas implicados en algo tan complicado, pero a la vez tan ilusionante, como es cambiar radicalmente una sociedad que no nos gusta.
Asumo la responsabilidad tranquilo, convencido de que el proyecto que hemos dado en llamar Alternativa Ciudadana sigue tan vigente como el día que echamos a andar. Hemos hecho desde Izquierda Unida un gran esfuerzo que ha dado lugar a resultados muy reconfortantes, y no es el menor de ellos que hayamos sido capaces de elaborar, con la participación de todo aquel que haya querido hacerlo, un programa para conseguir un Alpedrete distinto.
Por respeto a esos compañeros que han dedicado su tiempo a trabajar elaborando propuestas.
Por respeto a los muchos ciudadanos de Alpedrete que tienen la, a mi juicio, muy fundada esperanza de que podemos desalojar a la derecha caciquil que nos gobierna.
Por respeto al trabajo de estos últimos años, en los que, desde el grupo municipal IU-LV, hemos demostrado ser una oposición, quizás la única, seria y responsable ¿Estarían inhabilitado el concejal de urbanismo sin la existencia de IU-LV?
Por respeto a las organizaciones en las que milito, y con las que comparto un proyecto para Alpedrete, para la comarca del Guadarrama, para España y para el mundo.
Por respeto a todas esas cosas, el pasado lunes asumí una situación inesperada. La alternativa hubiera sido no presentar candidatura en Alpedrete, algo que ni yo, ni mi conciencia podíamos consentir.
Pero pasada la perplejidad llega el momento del trabajo, y mi compromiso es inequívoco con un proyecto, en el que creo por encima de cualquier otra consideración. El compañero Fernando Jiménez ha manifestado su disposición a seguir trabajando para este proyecto, un proyecto que existe gracias a él, y con él espero, estoy convencido, van a seguir los que nos embarcamos en el ambicioso proyecto de convertir en democráticos procesos que sólo lo son en el plano teórico. Estamos dando ejemplo de que hay otra forma de hacer política, lo estamos demostrando día a día.
No soy un recien llegado a la política, además de estos tres años como concejal, que me han permitido aprender a conciencia los entresijos del funcionamiento municipal, llevo más de cuarenta años, y tengo cincuenta y cinco, metido en estos avatares, en unos momentos con más intensidad que otros, si bien es cierto que hasta hace tres años no había dado el salto a la las instituciones públicas. Todo ese bagaje queda a disposición de los ciudadanos de Alpedrete, a los que podré defraudar por objetivos no conseguidos, pero nunca por mi grado de compromiso, que e,s desde este momento, total.