miércoles, 30 de enero de 2013

El futuro de los Borbones

Y como es irremediablemente un error, somos nosotros, y no el Régimen mismo; nosotros gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios, quienes tenemos que decir a nuestro conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no existe! ¡Reconstruidlo!


Delenda est Monarchia.- José Ortega y Gasset.
Así terminaba el artículo, publicado en El Sol el 15 de noviembre de 1930, titulado El error Berenguer, en referencia a la salida fallida que el monarca Alfonso XIII había dado a la dictadura de Primo de Rivera, dictadura, por otra parte, propiciada por el mismísimo rey.
¿Estamos ante un caso Urgandarín que justifique el fin de la monarquía? Sería discutible. El escándalo Noos, sociedad sinónimo de lucro, tiene toda la pinta de no ser más que la punta de un iceberg, un iceberg que consistiría en la corrupción generalizada de la institución, siendo la parte, digamos, menos hábil la que ha aflorado, y es que el, sin duda, grandísimo balonmanista del F.C. Barcelona y de la Selección Española, curiosa mezcla, ha demostrado ser todo un pardillo a la hora de ir dejando pistas de sus desmanes. O eso, o es que creía ser absolutamente impune, como puede que le pareciera algún miembro de su familia política. De hecho , de las cuentas de su real suegro poco, o nada, sabemos. Sabemos que su abuelo, Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena falleció en 1941en Roma, no rodeado de lujos, como tampoco disfrutó de excesiva vida regalada su abuela Victoria Eugenia de Battenberg hasta su muerte en Lausanne en 1969. Sabemos que sus padres, los condes de Barcelona, no nadaban precisamente en la abundancia en su exilio de Estoril. Sabemos que cuando el actual jefe del Estado viene a España lo hace, prácticamente, con una mano delante y otra detrás, dependiendo de la generosidad y largueza del dictador. Sabemos que varios de los tenidos como sus amigos íntimos han tenido problemas con la justicia por desarreglos financieros. Y no sabemos, al menos yo no sé, absolutamente nada más, y cada cual es muy libre de sacar las conclusiones que considere oportunas.
Voluntariamente no entro en su vida personal, fundamentalmente porque las cuestiones de bragueta me interesan poco, pero en cualquier caso la trayectoria de sus antepasados no es precisamente ejemplar, su abuelo tuvo al menos cinco hijos fuera del matrimonio, alguno de los cuales pasea sus miserias por los platós televisivos. La que, para algunos, ha sido la más grande reina de España Isabel la Católica, era la tataranieta de Enrique II,  uno de los diez hijos extramaritales, entonces llamados bastardos, de Alfonso XI con Leonor de Guzmán. Han tenido disparo fácil los monarcas españoles, Trastámaras, Austrias o Borbones que, a esos efectos, el lema Tanto monta, monta tanto es de gran expresividad.
Tampoco voy a entrar aquí en cuestiones de legitimidad, aunque no está de más recordar que la instauración de la monarquía en 1975 es una disposición de continuidad de la dictadura, que nunca fue una restauración que hubiera supuesto el reinado de Juan de Borbón Battenberg , como Juan III , y que si fue mayoritariamente refrendada en 1978 lo fue por dos razones: Una, porque iba incluida en un paquete más amplio, la Constitución, que, al menos aparentemente, aseguraba un sistema de libertades y Dos, porque el poder militar no hubiera aceptado una salida republicana, y la izquierda mayoritaria de entonces, y muy significativamente el PCE, optó por el pacto y si hizo bien o mal ya ha sido objteo de análisis, incluso por el propio PCE.
La institución, la monarquía, está claramente en crisis aún desde los parámetros de la moral burguesa a la que he hecho referencia en entradas anteriores, y hoy, desde sectores que no cuestionan, ni mucho ni poco, la esencia del sistema capitalista, no se ve como algo extravagante el cambio en la forma de la jefatura del estado. Solo un cierto papanatismo monarquicano del PSOE sustenta un juancarlismo irredento. No debería ser nuestro caso, el mio, desde luego, no lo es. Yo no busco una franja más en la bandera, un cambio de himno y que el jefe del estado sea renovado periódicamente. Ýo busco, y lucho por ello, un cambio radical del sistema que permita a la sociedad española caminar hacia el socialismo, y en ese nuevo escenario, que la lógica determina que ha de ser  republicano y solidario, el color de la bandera y los acordes del himno son elementos absolutamente secundarios. Me gusta exhibir, cuando viene a cuento, la bandera tricolor de la II República, porque ese periodo burgués republicano trajo grandes avances en los terrenos social político y, sobre todo, porque cuando, tras las elecciones de febrero de 1936, la República podía avanzar hacia un sistema más justo y solidario, el proceso fue salvajemente interrumpido por un ejército fascista que, apoyado por una Iglesia reaccionaria, se puso incondicionalmente a las órdenes del capitalismo. Pero nostalgia la justa. Con la bandera tricolor y el himno de Riego se produjeron los sucesos de Casasviejas, con la bandera tricolor y el himno de Riego se produjo la brutal represión de 1934. E inicialmente en nombre de la bandera tricolor se produjo el levantamiento de julio de 1936. Con todo, reitero mi respeto por la bandera que, a dia de hoy, representa la legalidad republicana.
En cuanto al título de la entrada ¿Cuál es el futuro de los Borbones? Personalmente, y lo digo con toda sinceridad, no les deseo nada malo. El actual jefe del estado ya debería estar cobrando su paga de militar retirado, su hijo en la actualidad ostenta los empleos de teniente coronel de los ejércitos de tierra y aire y capitán de fragata de la armada, con lo cual no le sería difícil obtener un destino acorde a sus características y su nuera tiene experiencia contrastada como periodista, no quedarían, pués desamparados.






















martes, 29 de enero de 2013

Vuelven los clásicos

El espía otomano opina:
Una vez que parece que el dueño y señor de la bitácora parece decidido a intentar revitalizarla se anima este espía a opinar sobre algo. Como no quisiera que pareciera, esto del lenguaje políticamente correcto produce un castellano un tanto farragoso, que está en mi ánimo palidecer la profundidad y enjundia con la que escribe el señor Bolchevique opinaré sobre lo que, según dicen, es la más importante de las cosas que no tienen importancia: El fútbol. Tema del que, dicho sea con toda humildad, creo entender un poco.
Que el fútbol hace mucho tiempo que dejó de ser un deporte es algo más que evidente. Fundamentalmente es un negocio que necesita ser alimentado, y para ser nutrido convenientemente en España son necesarios los clásicos. Para que las cosas vayan bien, para que el fútbol ejerza adecuadamente su función adormecedora es imprescindible que el Madrid y el Barça se enfrenten 4, 6 u 8 veces por temporada combinando las diferentes competiciones, Liga, Copa, Supercopa y Champions League. En lo que va de temporada se han enfrentado 3 veces, en las próximas semanas lo van a hacer en otras 3, y si el Madrid consigue eliminar al Manchester United, tarea que se antoja compleja, y los cruces en Champions son adecuados podríamos llegar a los 8 clásicos, 7 si ambos llegaran a la final. Y este espía siente una cierta compasión por los seguidores del resto de los equipos porque lo que ocurra con ellos, prácticamente, no le importa a nadie. Hasta tal punto es lamentable la situación que las noticias que genera el At. Madrid, segundo en la clasificación con cómoda ventaja sobre el tercero, giran en torno a si su máxima estrella, el Tigre Falcao, terminará en el Madrid , trayecto que ya recorrió Hugo Sánchez, o en cualquiera de los otros grandes, opción que este espía ve más factible. Excepto el Madrid y el Barça todo lo demás, futbolísticamente hablando, es contingente. Son tan importantes estos enfrentamientos que hay quien los utiliza como argumento de peso para alertar sobre el peligro de que Cataluña inicie el camino soberanista. Una Cataluña con estado propio tendría una propia Liga, el ejemplo del Mónaco y la Liga Francesa no es aplicable, y los clásicos se reducirían notablemente.
En el terreno estrictamente futbolístico el Barça es netamente favorito, su ventaja en la competición liguera, apenas iniciada la segunda vuelta, es de escándalo, sin embargo hay un par de cuestiones,  que pueden igualar el enfrentamiento:
La defensa del Barça no va a dar más patadas, pisotones, agarrones y codazos que los que habitualmente sufre CR7 con una incomprensible complacencia arbitral que suele penalizar con tarjeta amarilla al agredido, si este protesta, o incluso roja si repele la agresión. Este espía aún recuerda estupefacto el Madrid-Málaga de hace 3 temporadas que terminó con el portugués expulsado por intentar zafarse, con un más que justificado codazo, de un continuado agarrón.
Es de esperar, que a diferencia del resto de defensas de la Liga Española, la madridista, aún sin Sergio Ramos y sin Pepe, no se limite a contemplar como Messi llega hasta el fondo de la red sin hacer, aunque solo sea por disimular, el más mínimo intento para impedirlo. Uno de los goles del pasado enfrentamiento contra Osasuna no sabe este espía si es para echarse a reir o a llorar. Justifica  el futbolero supuestamente neutral , la neutralidad no existe en ningún ámbito y en el fútbol menos, el simplemente amante del fútbol, especie inexistente, que para compensar la endeblez física del argentino, no olviemos que lleva en su cuerpo más tratamientos que Lance Armstrong, mirarle mal esté castigado con tarjeta amarilla y el intentar quitarle el balón con roja directa, pero el hacerle un pasillo de honor cada vez que entra en el área parece excesivo.
Con todo, y a pesar de que con ello llevo la contraria al dueño y señor de la bitácora, recalcitrante vikingo y mourinhista convencido, si este espía apostara lo haría por los culés.

        

lunes, 28 de enero de 2013

El Partido Popular

En el último pleno ordinario del Ayuntamiento de Alpedrete presentamos, el Grupo Municipal IULV, un moción que pretendía impulsar la creación de huertos urbanos. Pero no es sobre  huertos urbanos sobre lo que quiero reflexionar, la moción que defendió brillantemente en el pleno el compañero Enrique Carrera, está más que explicada en el enlace propuesto. Me gustaría reflexionar sobre el Partido Popular de mi pueblo, y en lo que sea extrapolable, que puede ser mucho, sobre el Partido Popular en general.
Esta moción, que puede ser buena, regular o mala, es opinable, ni siquiera pudo ser debatida. Reglamentariamente había primero que votar la urgencia de la moción, y la mayoría absoluta del PP alpedreteño abortó el debate. Hasta el mandato anterior todas las mociones presentadas antes de la correspondiente Comisión Informativa previa a cada Pleno Ordinario eran debatidas en éste, se trataba de un acuerdo unánime de todas las fuerzas políticas del municipio. Este acuerdo fue unilateralmente, prepotentemente podría decirse, roto por el PP al comienzo del presente mandato, llegando a comunicarnos la señora alcalda que ninguna moción superaría el trámite de la urgencia.
¿Porqué es así el Partido Popular de Alpedrete? No sólo es en las mociones donde se plasma su alergia al debate político. El 90% de las intervenciones de su habitual portavoz, el señor Carrión, comienza afirmando que no piensa entrar en el debate político, y en no pocas de ellas afirma que el debate político es pura demagogia. Valga un ejemplo de este último pleno:
Punto a tratar: Incorporación al Inventario Municipal de las acciones correspondientes a la Empresa Canal de Isabel II Gestión
Posición que adoptamos en IULV: Daremos nuetro voto afirmativo a esa incorporación al Inventario de las acciones en cuestión, al fín y al cabo mejor están en el  Inventario Municipal que en una cuenta en Suiza, alusión mía que no gustó a la señora alcalda, pero, y ese fue el eje de mi intervención política, teníamos que alertar sobre el peligroso proceso de privatización iniciado en el Canal YII.
Respuesta del señor Carrión (portavoz del PP): No piensa entrar en el debate, como casi siempre, y el es un tecnocráta (sic) por lo cual el debate, obviamente inexistente, debería circunscribirse a si se está a favor en contra de la incorporación de las acciones al Inventario, algo en lo que absolutamente todos estamos de acuerdo. Y uno no puede, por lo menos, dejar de  preguntarse ¿Si son tecnócratas, si, en el fondo, les disgusta la política, porqué se dedican a ella?
No voy, en esta reflexión, a entrar en la rabiosa actualidad reciente con Génova 13 en el epicentro de todos los escándalos. Y menos refiriendóme al PP de Alpedrete. Doy por sentada la honorabilidad de todos y cada uno de sus miembros.Es otra la cuestión: ¿Es el Partido Popular un partido político? En Alpedrete, creen que  no. Quieren, aparentemente, ser  otra cosa. Presumen de ser buenos gestores ¡para eso les ha elegido la gente!, repiten como único argumento. Sin embargo, a mi juicio, son falsas ambas cuestiones. Buenos gestores no son, ni mucho menos. Ni siquiera son gestores, y sirva como demostración que gran parte de su acción política está destinada a que gestionen otros, la iniciativa privada, bien sea la piscina, el polideportivo, el aparcamiento, hoy inexplicablemente gratuito o, tras el este último pleno, el alumbrado público. Y tampoco son apolíticos, aunque les gustaría serlo, porque este desprecio por lo público, por la gestión pública de servicios de titularidad pública, responde a una marcada política, la más agresiva del, a mi juicio mal llamado, neoliberalismo. Aplican una política, puede que sin saberlo aunque con gran entusiasmo. Quizás les ocurre como al villano caballero de Molière que hablaba en prosa sin saberlo. El resultado es el que es. Cualquier visitante foráneo que pasee una tarde por nuestro pueblo, con buen o mal tiempo, con ciclogénesis explosiva o con sol radiante, creerá estar en un abandonado pueblo fantasma al que solo le falta el arbusto arrastrado por el viento. Y las inciativas que se presenten destinadas a intentar dinamizar nuestro pueblo, sea la de los huertos urbanos o cualquier otra, ni siquiera son debatidas, a pesar de lo cual desde IULV seguiremos presentándolas, demostrando que otro tipo de política, para mí con mayúsculas, puede hacerse.Ya sé que lo votaron, ya sé que le dieron mayoría absoluta, pero ni siquiera tan gran pecado merece tan enorme castigo. Alpedrete no merece ser dirigido por un equipo que aplica, sin rechistar, poíticas dictadas desde fuera, la Comunidad de Madrid, el gobierno del Estado.
Y esta mezcla explosiva de ineficacia y ciego neoliberalismo imperante en Alpedrete es, en gran medida, extrapolable al conjunto de España. Este país, en estos momentos, vaga sin rumbo hacia el abismo. Y lo malo es que, una vez llegados al abismo, sólo nos precipitaremos los de siempre. Por muchos pecados que hayamos cometido, ni España ni Alpedrete nos merecemos esta clase de gobiernos.

jueves, 24 de enero de 2013

Recuerdo

Tengo perfectamente grabados, en mi retina y en mi corazón, aquellos días. Yo no militaba en el PCE en aquellos momentos, en el PCE, entiéndase, que llamábamos carrillista y que por más que me pesara era el mayoritario y oficial,  pero sentí aquella agresión como propia. Recuerdo nítidamente la angustia sufrida, recuerdo la rabia contenida del cortejo que acompañó a los féretros.Hacía pocos meses, en mayo del 76, habíamos celebrado, orgullosamente puedo decir que participé activamente en su organización, en la Universidad Autónoma de Madrid, el Festival de los Pueblos béricos, hoy injustamente olvidado.

 
¡Quediferencia de ánimo entre aquel día de mayo, y este frio día de enero! Aquel día tomé conciencia de la situación, el franquismo no estaba muerto y acabar con él no iba a ser fácil, algunos pensamos, y creo que fundadamente, que, de hecho, nunca acabamos con él, y que sus herederos ideológicos, y en muchos casos de sangre, disfrazados de demócratas siguen en el poder, un poder que nunca han abandonado.
¿Qué fue de los asesinos? Nunca acabó de esclarecerse, a juicio de la acusación, la verdadera autoría intelectual de los asesinatos, y los condenados como autores materiales tuvieron distinta suerte. Uno cumplió un condena de apenas quince años, otro ni siquiera llegó a ser juzgado y consiguió huir a Paraguay o Brasil, sin que yo tenga constancia de que ninguna Asociación de Víctimas haya puesto el grito en el cielo. En cualquier caso los crímenes han prescrito
Luis Javier Benavides, Enrique Valdevira, Ángel Elías, Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo, su recuerdo siempre nos alimentará el ánimo. Sin olvidar a Luis Ramos, Miguel Ángel Saraiba, Alejandro Ruiz y Dolores González milagrosos supervivientes de la matanza.

viernes, 18 de enero de 2013

¿De que se quejan?

Voy a tener que seguir dándole vueltas a temas éticos o morales. Si en la entrada anterior he querido, no sé exactamente si lo he conseguido, refllexionar sobre el relativismo moral apostando por la existencia de diferentes catálogos morales y la inexistencia de una moral única o neutra, en esta me gustaría hacerlo sobre consecuencias. Y para ello me ha venido al pelo la actualidad, una actualidad que hoy es rabiosa por el estallido de las finanzas del PP, pero que ayer lo era por los supuestos viajes a Andorra, y no precisamente a hacer turismo, de un hijo de un expresidente de la Generalitat, antesdeayer por las irregularidades de un partido político democristiano catalán, y no ha mucho extraños Expedientes de Regulación de Empleo en Andalucia, no menos raras concesiones de ITV en Cataluña, aeropuertos sin aviones en Castellón y Ciudad Real, Pokemon, Gürtel, Malaya. y los que tenemos memoria tambien recordamos Fiesa, Malesa y Time Export. Como se puede ver hay variedad, en cuanto a las formaciones políticas metidas en el ajo, y uniformidad simultánea, ninguna e ellas cuestiona la estructura del sistema capitalista. El PP defiende el sistema sin ambages, es más, defiende su versión más radical y antiinsolidaria. Los que en su día fueron socialdemócratas, y pretendían avanzar hacia el socialismo utilizando las reglas del sistema, hoy no cuestionan el capitalismo, lo consideran imprescindible como complemento del sistema democrático, y persiguen, cada vez con menos éxito, una especie de capitalismo amable. En cuanto a los nacionalistas catalanes de derecha, pues que decir, defienden el mismo modelo que el PP, con mejores formas porque no tienen residuos del fascismo en sus filas, sustituyendo la burguesía española por la catalana.
El código de conducta que determina la actuacíon de estas fuerzas políticas es el derivado de la moral burguesa, y visto así tampoco es tan grave lo que han hecho. Quizás, estéticamente, un poco chapucero. La esencia del sistema capitalista es de un individualismo descarnado. El individuo por encima de todo, y entre sus derechos inalienables está el derecho a enriquecerse. ¿Porque es legal que un empresario extraiga plusvalía de la fuerza de trabajo de sus obreros y es ilegal cobrarle una comisión a una empresa por adjudicarle una obra pública? Simplemente porque está escrito en un Código elaborado por el propio sistema. A mí, desde mi moral, tan ilegítima me parece una cosa como la otra. Y como, a mi juicio, no hay frontera clara, más allá de lo escrito en ese código de justicia, la transgresión es casi inevitable. Estoy seguro de que los implicados en estas prácticas, en el fondo, estaban convencidos de que actuaban bien.
Tengo que suponer que los muchos millones de ciudadanos que votaron a estas fuerzas políticas sabían que eran defensoras del sistema capitalista, no deberían quejarse, si acaso arrepentirse. Está de absoluta actualidad: Si votas mierda no te quejes del olor

miércoles, 16 de enero de 2013

La moral burguesa

Cuando desde la izquierda hacemos valoraciones éticas o morales desde los parámetros impuestos por la moral dominante, la moral burguesa, damos un paso atrás, nos dejamos derrotar. La moral, que no deja de ser un código de conducta que nos permite convivir, no es independiente de la correlación de fuerzas existente en el seno de la sociedad de manera que en el sistema capitalista, caracterizado, fundamentalmente, porque los medios de producción están en manos de una clase social, la burguesía, que obtiene beneficio, plusvalía, de la fuerza de trabajo de otra, los trabajadores, la moral dominante es la moral burguesa, y en un sistema socialista, en el que se ha debido abolir esa extracción de plusvalía y por tanto la propiedad de los medios de producción tiene que estar en manos de los trabajadores, la moral dominante ha de tener otros valores, podemos llamarla moral socialista. Esto no deja de ser un análisis de brocha gorda, un tanto grosero, ya me gustaría a mí que la transición del capitalismo al socialismo consistiera en un mero cambio de la titularidad de la propiedad de los medios de producción. Las cosas son más complicadas, baste poner por ejemplo el problema de la acumulación de capital, que la Rusia Soviética intento resolver con la Nueva Política Económica y la China actual con el Un país dos sistemas. Pero para una reflexión como la que propongo en el título de la entrada, una caraterización simple, como la que hago en párrafos anteriores, de dos sistemas antagónicos debe ser suficiente.
Quizás la primera cuestión que debieramos abordar es ¿Existen principios morales, independientes e inmutables, derivados de un supuesto derecho natural? A mi juicio, y siguiendo el hilo argumental iniciado, no. Si, y sin que sirva de precedente voy a hacer uso de la escolástica tradicional de Tomás de Aquino, todos somos contingentes, somos como somos pero podríamos ser de otra forma, existimos pero podríamos no existir sin que el Universo Mundo quedara especialmente afectado, haría falta un Ser Necesario, a juicio de la  filosofía aristotélico-tomista Dios, es la esencia de la Tercera vía de supuesta demostración de la existencia del mismo, y a jucio de la película Amanece que no es poco el alcalde,  a tenor de las loas y vítores de sus convecinos. Ser Necesario generador, en definitiva, de los principios de ese derecho natural. Pero con tozudez machacona, tanto la física clásica con los, hasta la fecha incuestionados, principios de Conservación de la Energía o Primer principio de la Termodinámica, como la mecánica cuántica o relativista, la reciente corroboración de la existencia del Bosón de Higgins, o partícula de dios, es el último episodio, ponen de manifiesto la imposibilidad de la existencia de ese Ser Necesario. Sin él no existen esas normas de derecho natural ni principios básicos morales inamovibles No quiero decir con ello que todo el conocimiento tenga que tener una base empírica.No sé si es excesivamente herético recurrir al mismo tiempo a Tomás de Aquino y a Lenin, que además de un gran organizador demostró ser un gran teórico marxista, pero me gustaría recomendar, a los que tengan tiempo y ganas de instruirse, la lectura de Materialismo y Empiriocriticismo sin olvidar el Anti-Dühring , del, a veces injustamente olvidado, Federico Engels o Las Tesis sobre Feuerbach de Marx.
Cometeríamos, por tanto,  un grave error si abordamos determinadas cuestiones desde la moral dominante burguesa. Pongamos por caso la Pena de Muerte. Para un cristiano, en general para un creyente, la vida es un don de Dios, por tanto solo Dios puede decidir cuando acabar con ella y la cuestión admite pocos matices, por más que la moral dominante haya elaborado un amplio catálogo de excepciones. Para nosotros, si nos oponemos a esa medida, y yo no me pronuncio ambigua y voluntariamente, las razones han de ser otras.
Deberíamos hacer el esfuerzo de no caer en críticas, que a veces pueden parecer obvias, desde posiciones ajenas. He procurado, y creo que he conseguido, no hacer análisis de, por ejemplo de llevar la cuestión al límite, de Stalin, mucho menos de la Revolución Cubana, o del intento venezolano de avanzar hacia el socialismo, desde valores burgueses. Sin que ello suponga un apoyo acrítico he procurado, y procuraré, no dar argumentos a mis enemigos de clase.
Terminando. El sistema capitalista permite, de una forma absolutamente legal, que al mismo tiempo que un conciudadano es considerado por la revista Forbes una de las personas más ricas del mundo, con un patrimonio superior a los treinta mil millones de euros, una pareja de ancianos sea deshauciada de su casa porque su hijo, al que habían avalado, no puede hacer frente a una hipoteca. Desde mi moral es un sistema podrido. Y en un sistema podrido cualquier medida es legítima.
¿Qué es más delito asaltar un banco o fundarlo?

martes, 15 de enero de 2013

Se levanta el telón

Ha empezado, llevamos ya unos cuantos días, un nuevo año, el 2013, con una rima análoga a la de 2005,  que sólo tiene como divisores, entre los primos, el 3 y el 11, y toda la pinta de ser un año chungo. Desde luego para mi el comienzo ha sido demoledor, me han robado una paga, me han bajado el sueldo y me han quitado el complemento de productividad, y mi consorte es, tambien, funcionaria. Sstupendo que diría un mono de Forges. El equipo de mis amores, el Madrí de mi alma, no está pasando su mejor momento, y hasta el incombustible Casillas, y Mourinho tiene más razón que un santo, está fallando lamentablemente. Vamos que más que un año da la sensación que iniciamos un convulso itinerario por el tunel de la bruja.
En el plano político parece que iniciamos una nueva etapa, al menos en la Comunidad de Madrid, con la renovación del Coordinador de IUCM. De la, también recientemente celebrada, Asamblea Federal poco puedo decir ya que no fui elegido delegado, y bien que me hubiera gustado pero... digamos que en el complicado mecanismo de contrapesos entre familias, perfiles, corrientes y otras formas no estatutarias de organización, este humilde aspirante a aprendiz de bolchevique fue excesivamente eso, aprendiz, y cometió errores de jaguar joven, lo que es grave cuando uno ha superado largamente la cincuentena, en un entorno hostil que a veces, sólo a veces, parece estar sembrado de minas. Total que me quedé, con indisimulable cara de idiota, en esa fase de ni se muere padre ni cenamos.
En Madrid hemos sustituido a Gregorio Gordo, que, a mi juicio se despidió muy elegantemente, Yo nunca seré parte del problema y quiero ser parte de las soluciones, por otro colchonero confeso, Eddy Sánchez, lo cual es un hándicap de inicio al tener la derrota como valor ético positivo, al menos para, como es mi caso, los que tenemos como objetivo indisimulado la toma del poder. Con todo, a pesar de que el ambiente de la Asamblea fue tenso, con tres, no dos, tres, listas compitiendo,  estoy razonablemente satisfecho con el resultado final. No puedo evitar, tampoco quiero hacerlo, que mi cultura política esté anclada en las formas organizativas de los Partidos que un día formaron parte de la Komintern, que es un definición que intenta sortear un calificativo con el que no me siento cómodo, por lo que a mí los denostados Congresos a la búlgara nunca me han parecido mal, siempre que, y ahí está el quid de la cuestión, esa unanimidad final sea el final de un proceso dialéctico, de contraposición de hipótesis y antítesis, y no una imposición de la dirección saliente. Desde mi muy temprana militancia me enseñaron que el llegar a una votación implicaba un cierto grado de fracaso, simpre hay una parte que ha de sentirse derrotada, mientras que llegar a una síntesis implicaba el refuerzo organizativo. Pero a veces se me olvida, y no soy el único, que Izquierda Unida no es un partido político, y lo que es, o debería, a mi juicio, ser válido para el PCE, o cualquier otro partido, puede no serlo para ese movimiento político y social, con una deseable y saludable pluralidad, llamado Izquierda Unida.
Se levanta, pués el telón que da paso a un periodo apasionante con alguna tareas urgentes, la prioritaria, a mi modo de ver, la de fortalecer, numérica e ideológicamente, nuestra organización. Mientras las encuestas, más allá del porcentaje, marcan claramente un ascenso, suave pero firme, de intención electoral, seguimos siendo débiles, y no sólo numéricamente, también en el plano ideológico y ello nos lleva a tener dificultades a la hora de hegemonizar los movimientos, aún muy débiles y minoritarios pero con objetiva tendencia a crecer, que proliferan por las calles y plazas. No solo no estamos siendo incapaces de hegemonizarlos, sino es que además se puede estar produciendo el perverso fenómeno contrario y podemos estar siendo nosotros los que nos estamos disolviendo en su seno, y eso se debe, en gran medida a falta de formación ideológica y política. Creo que ha llegado el momento en que dejemos claro que somos la única, y digo única, formación política con capacidad para, desde la movilización, desde la lucha, desde el combate, alcanzar el suficente grado de influencia, incluido, y de forma destacada, el ámbito institucional, que nos permita el cambio de correlación de fuerzas imprescindible para abordar el necesario proceso constituyente. Proceso del que hoy, desde mi análisis,  estamos lejísimos. Es más, y dada la correlación de fuerzas actual, cualquier cambio en ese ámbito iría justamente en el sentido contrario al deseado, y buena prueba de ello fue la reforma constitucional exprés a la que nos sometió la acción conjunta de PSOE y PP. En definitiva, y para concluir, necesitamos fortalecer a IU, única alternativa anticapitalista.