
El entrar en debates importantes como la necesidad de sacar el aborto del código penal (hoy lo que tenemos es una despenalización en determinados supuestos) o la regulación de la eutanasia supone un importante avance en relación con la política de aguantar de forma pasiva, toda clase de ataques procedentes de la Santa Católica Iglesia Romana. Y en este tema, la eutanasia, el aún reciente proceso por el que ha muerto mi madre a los noventa y dos años, me ha dejado las ideas muy claras sobre la eutanasia activa, ideas que dudo mucho que cambiasen el Padre, El Hijo y el Espíritu Santo si se presentasen a darme explicaciones, cosa que no harán porque no existen. Y no es que yo crea que no existen, no, es que es científicamente imposible que existan. Lo cual no me resta un ápice de respeto por las muchísimas personas que de buena fe creen en su existencia, y entre las que me temo que no están la mayoría de los que visten carísimas indumentarias purpuradas.
Estas cosas si importan a los españoles porque si no fuera así, si solo la economía fuera lo importante maripuchi nos apunta una irónica solución, nómbrense ocho ministros y ocho ministras de Economía. Para la izquierda el progreso social es muy importante, y este pequeño impulso, tampoco es como para volverse locos, resitua al PSOE, al menos sociológicamente, en la izquierda y pone de manifiesto algo que no siempre esta claro: La base militante socialista es honradamente socialista y quiere una sociedad socialista, pero con una ingenuidad digna de mejor objetivo creen que el sistema, para algunos con características propias de una democracia, otorgado por el modo de dominación capitalista, o arrancado al mismo, según se mire, puede servir para una transformación radical de la sociedad. En realidad, se trataría de construir el socialismo sin mancharse las manos, algo a mi juicio radicalmente imposible.No se puede decir lo mismo de los dirigentes del PSOE, por lo menos de muchos de ellos, yo no veo a Pedro Solbes o a Miguel Sebastián anhelantes de una sociedad socialista.
De todas maneras, en esa línea de progreso social, en este Congreso ha habido carencias, fuera ya de la política económica en la que no espero ninguna clase de giro a la izquierda, al no abordarse con la profundidad necesaria los asuntos de la Sanidad y Educación Pública. En la sanidad es imprescindible derogar la ley 15/97 que permite todos los desafueros que están cometiendo en Madrid Esperanza Aguirre y el yerno del imputado por varias clases de delitos, presidente de la diputación de Castellón, Carlos Fabra, el carapijo consejero Güemes. En cuanto a la educación, sigue sin ponerse coto a esa enorme estafa al contribuyente llamada educación concertada, mayoritariamente religiosa. En ese camino encontraremos, sin duda, coincidencias en las que poder avanzar juntos.
1 comentario:
Ya son ganas de enredar. Ahora a enseñar a los nenes en la escuela que la virgen María era una pulgona. A ver por donde lo cogemos eso.
Sobre el resto, pues bueno. Muy bien. Muy bonito. Les ha quedado un congreso de lo más apañado. Bienvenidas esas medidas sociales de las cuales algunas de ellas no se mencionaban en su programa, o por lo menos ni se habló de ellas en la campaña electoral. Nunca es tarde. Pero me suena todo un poco a tapar los problemas económicos por los que pasamos. Cuando se les pedía (pedíamos) que tratasen temas como el aborto o la eutanasia con valentía, miraban para otro lado. Cuando les pedimos que se tomen medidas (dentro de lo posible) para meter mano a esta no-crisis, sacan el aborto, la eutanasia, las relaciones con la iglesia...
O van siempre con el paso cambiado o es que nos toman por idiotas. O las dos cosas a la vez, que todo es posible.
Por cierto, ¿me puede explicar alguien ese empeño en hacernos ver que por tener una ejecutiva o un consejo de ministros jóvenes se van a hacer mejor las cosas?
Un saludo.
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