jueves, 12 de marzo de 2015

Las cosas en su sitio

Aunque parezca increíble, e incluso, a veces, a mí me lo parece, el terremoto que ha venido asolando el panorama político patrio, y muy singularmente a mi bienamada Izquierda Unida, comienza, de una manera un tanto imperceptible, a ir colocando las cosas en su sitio.
Lo primero que este terremoto ha agitado, quizás de forma irreversible, es la propia terminología. Hemos dejado de hablar del partido tal, el movimiento cual y la izquierda así, para referirnos a tiempos verbales con sutiles diferencias en el uso de los modos, de manera que no es lo mismo Ganemos que Ganamos ni Podamos que Podemos. Un buen amigo mío, con notable sentido del humor y una pizca de acidez, dice que lo que pasa es que no Jodemos ni Follamos y así ni Podemos Ganar ni Ganamos Poder. Bromas aparte, en la vecina Italia, tras el escándalo Tangentópolis que arrasó a los Partidos tradicionales se pusieron de moda las plantas diversas El Olivo, La Margarita,.etc, que terminaron con Silvio Berlusconi en el poder, la teórica izquierda capitaneada por democristianos y el nacimiento de un movimiento, 5 Estrellas, que ideológicamente bascula entre el vacio y la nada y políticamente está en la extrema derecha, sin que ello, y lo digo por si hay algún suspicaz, significa que haya un correlato análogo entre nosotros.
En mi entorno político, entre mis compañeros de IU, entre mis camaradas del PCE, o al menos entre algunos de ellos, nació un notable nerviosismo tras la aparición, como fuerza política emergente, del tiempo verbal de moda y la correspondiente caida de expectativas electorales. En Madrid, con más afán que reflexión, IUCM lanzó un proceso de elecciones primarias para elegir a los primeros de la lista a la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital con unos resultados, para algunos inesperados: los vencedores, que lo fueron también en las urnas "solo para afiliados", Tania Sánchez y Mauricio Valiente, lo fueron por la confluencia de diversos factores:
-La creciente popularidad de Tania, con su aparicion en TV de forma regular, ilusionó a una parte importante de la afiliación
-Para muchos estos compañeros representaban un cambio de caras y métodos, tan evidentemente necesario.
-Para muchos otros, entre los que probablemente me encuentro, era una forma de dar una bofetada política a aquellos que llevan decenas de años gestionando, de una manera u otra, IUCM. La han llevado a la bancarrota económica y parecen tener, como principal, el objetivo político el de mantener un porcentaje electoral que les permita, a ellos y a la red clientelar por ellos generada, conservar escaños, concejalías y puestos de trabajo.
Y aquí se pone en su sitio la primera cosa: Estos hombres y mujeres que han venido ganando, con más o menos dificultades, todos los procesos asamblearios celebrados, no tienen, y puede que no hayan tenido nunca, la simpatia de la mayoria de los afiliados, y cuando se ha consultado a la totalidad de la militancia, y no solo a los que "estamos metidos a fondo en los inextricables arcanos" han perdido, y han perdido con contundencia en el momento que no han sido útiles sus armas: Su encomiable persistencia y habilidad para hacer "fontaneria" y el uso y abuso de su red clientelar.
No se dieron por vencidos, nunca se dan por vencidos, algunos se juegan demasiado, e inmediatamente empezaron a poner palos en las ruedas y en seguida, tras una infame campaña en la que fueron juntos un paraperiodista que fue adjunto a la dirección del diario El Mundo, la cadena de televisión de los obispos 13Tv y alguna dirigente de la propia organización, se cobraron su primera víctima y Tania abandonó la batalla y el barco, y eso colocó en su sitio una segunda cosa, puesto que con Tania se fueron a su nuevo proyecto una ínfima cantidad de militantes de IU. No tengo porque pensar, además no lo creo, que Tania tuviera pensado dar este paso desde hace mucho, pero si creo que al darlo, creía que con ella se iban a ir gran parte de los afiliados que la votaron, sin tener en cuenta que entre los que pudieron apoyar su candidatura estaban la mayoría de los militantes del PCM, que a quien realmente estaban apoyando era a Mauricio, y que, al menos de momento, no se han planteado abandonar IU.
La actitud del nuevo partido político de tiempo verbal también le ha ido ubicando y tras una sorprendente decisión de no acudir a las elecciones han terminado actuando de una forma propia de Teresa de Cepeda, doctora de la Iglesia, yendo sin ir. En la gran mayoría de los lugares en los que se ha intentado confluir con ellos, a veces de una forma, a mi juicio, persistentemente errónea, ha sido imposible. Creo que la ilusión generada por las encuestas les ha subido en un pedestal de prepotencia con imposibilidad de converger en nada, trasladando a cada lugar la ilusión de que hay un líder local con el tirón mediático del que puso su rostro en las papeletas de las elecciones europeas. En muchos lugares hemos perdido el tiempo, de forma lamentable, en intentar converger con quien no tenía el más mínimo interes en hacerlo, dejando de lado a aquellos, que los hay, que han podido sentirse engañados por quienes aprovecharon el 15M  para hacer un partido político que, se diga como se diga, es, en su organicidad, exactamente igual que los tradicionales, con el añadido del voto telemático, lo que multiplica las posibilidades de manipulación y fontaneria.
Y una última cosa que tenía que colocarse en su sitio, y lo ha hecho, era la necesaria reformulación de la socialdemocracia. Se ha producido con naturalidad tras la previsible, aunque no inmediata, bancarrota política a la que se enfrenta el PSOE. ¿Dónde iban a acudir esos votantes que, sin cuestionar la esencia del sistema capitalista, aspiran a una sociedad algo más equitativa? ¿Y aquellos para los que el estado de bienestar es el objetivo último? A nosotros, que nos identificamos como netamente anticapitalistas, no. Hay quien no ha dudado, poniendo en tela de juicio la existencia de principios, en modificar su programa y sus propios principios para adecuarse, vagamente, a los deseos de la gente, curioso termino que no describe nada.
Pero con las cosas en su sitio, y cada vez más en su sitio, a nosotros no nos pintan las cosas bien, nos espera una larga travesía del desierto, a no ser que las encuestas se equivoquen mucho, demasiado me parece, y en ese desierto, como un espejismo, estará la desilusión que provocará el comprobar que las cosas no se arreglan simplemente ganando las elecciones, si es que las ganan. Y saldremos, más viejos y sedientos, pero vivos. Si no pudo con nosotros el fascismo no va a poder un tiempo verbal.

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