POR IMPERATIVO LEGAL

Dos concejales de Iu, uno de Collado-Villalba y otro de Alpedrete, han recogido su acta de concejal, prometiendo acatar la Constitución y guardándole lealtad al rey por imperativo legal. El asunto ha levantado alguna que otra ampolla, sobre todo en medios cercanos, a la petarda de hormigón, la nunca bien ponderada Marisol Casado adalid de todo aquello que represente caspa, analfabetismo, político y cultural y reacción ante cualquier cosa que signifique progreso. No entiendo el porqué para acceder a un cargo al que uno ha sido elegido por sus conciudadanos se tenga prometer nada que no sea ser respetuoso con lo que uno ha prometido en su programa. De hecho, esta mandanga de los juramentos se impuso para poner en dificultades a los diputados electos de Herri Batasuna al Congreso de los Diputados, una especie de trágala, hábiles los servicios jurídicos de los batasunos, idearon esta fórmula del imperativo legal para dejar constancia de que tragaban porque se les obligaba. Tuvo que ser el propio Tribunal Constitucional el que se pronunciara sobre la validez de la fórmula, y se pronunció en positivo dando como argumento el hecho de que todos prometían o juraban acatar la Constitución porque les obligaba la ley, independientemente del concepto que tuvieran de ella. En la 1ª legislatura, en 1979, fué elegido diputado por Madrid el notorio notario D. Blas Piñar López , lo de los fachas en Madrid no es de ahora, entonces no era preceptivo el dichoso juramento, y hubiera sido curioso saber que hubiera hecho el Caudillo del Tajo.
Un servidor está muy orgulloso de que en 1978, con 22 añitos cumplidos, aproximadamente los que tienen los concejales en cuestión, me pasé por el arco del triunfo la resolución del CC del PCE que pedía el voto positivo para la Constitución, y lo hice esencialmente porque ni tragaba entonces, ni trago ahora, ni con la bandera con la Franco entró en Madrid, ni con la Monarquía, ni con los Borbones, a pesar de su ¿determinante? papel el 23-F. Quiere decirse que mi apoyo y solidaridad con los concejales es absoluta, y para aquellos que amparándose en nombres falsos, el ciudadano que firma las cartas al director el diversos periódicos de la sierra con el nombre de Francisco Marín Casado no existe, ni en Alpedrete ni en toda España, o directamente en anónimos, piden la expulsión de Fernando Jiménez de Iu, les comunico que el pleno de la Asamblea de de Iu de Alpedrete ha respaldado tanto la actitud de un concejal, que prometió por imperativo legal como del que lo hizo de forma más convencional, entendiendo que se trataba de una opción personal muy respetable, y que en ningún caso es contraria al programa de Iu, en cualquiera de los niveles, federal, nacional, regional o local, firme defensor del camino progresista hacia el Socialismo para lo que considera imprescindible la lucha por la III República. No se sienten los militantes de Iu, al menos los de Alpedrete, especialmente orgullosos de aquella patética foto

en la que los dirigentes del PCE aparecen con la bandera del franquismo.

Hoy en Iu manifestamos sin ningún tipo de ambigüedad nuestra voluntad de cambiar esta Constitución por otra Republicana, Laica y Federal a la que puedan sumarse todos los Pueblos de España que lo deseen, tras un democrático ejercicio de su derecho a la autodeterminación, y al que no le guste que no vote a Iu, no es obligatorio, ni lo será nunca.