miércoles, 16 de enero de 2013

La moral burguesa

Cuando desde la izquierda hacemos valoraciones éticas o morales desde los parámetros impuestos por la moral dominante, la moral burguesa, damos un paso atrás, nos dejamos derrotar. La moral, que no deja de ser un código de conducta que nos permite convivir, no es independiente de la correlación de fuerzas existente en el seno de la sociedad de manera que en el sistema capitalista, caracterizado, fundamentalmente, porque los medios de producción están en manos de una clase social, la burguesía, que obtiene beneficio, plusvalía, de la fuerza de trabajo de otra, los trabajadores, la moral dominante es la moral burguesa, y en un sistema socialista, en el que se ha debido abolir esa extracción de plusvalía y por tanto la propiedad de los medios de producción tiene que estar en manos de los trabajadores, la moral dominante ha de tener otros valores, podemos llamarla moral socialista. Esto no deja de ser un análisis de brocha gorda, un tanto grosero, ya me gustaría a mí que la transición del capitalismo al socialismo consistiera en un mero cambio de la titularidad de la propiedad de los medios de producción. Las cosas son más complicadas, baste poner por ejemplo el problema de la acumulación de capital, que la Rusia Soviética intento resolver con la Nueva Política Económica y la China actual con el Un país dos sistemas. Pero para una reflexión como la que propongo en el título de la entrada, una caraterización simple, como la que hago en párrafos anteriores, de dos sistemas antagónicos debe ser suficiente.
Quizás la primera cuestión que debieramos abordar es ¿Existen principios morales, independientes e inmutables, derivados de un supuesto derecho natural? A mi juicio, y siguiendo el hilo argumental iniciado, no. Si, y sin que sirva de precedente voy a hacer uso de la escolástica tradicional de Tomás de Aquino, todos somos contingentes, somos como somos pero podríamos ser de otra forma, existimos pero podríamos no existir sin que el Universo Mundo quedara especialmente afectado, haría falta un Ser Necesario, a juicio de la  filosofía aristotélico-tomista Dios, es la esencia de la Tercera vía de supuesta demostración de la existencia del mismo, y a jucio de la película Amanece que no es poco el alcalde,  a tenor de las loas y vítores de sus convecinos. Ser Necesario generador, en definitiva, de los principios de ese derecho natural. Pero con tozudez machacona, tanto la física clásica con los, hasta la fecha incuestionados, principios de Conservación de la Energía o Primer principio de la Termodinámica, como la mecánica cuántica o relativista, la reciente corroboración de la existencia del Bosón de Higgins, o partícula de dios, es el último episodio, ponen de manifiesto la imposibilidad de la existencia de ese Ser Necesario. Sin él no existen esas normas de derecho natural ni principios básicos morales inamovibles No quiero decir con ello que todo el conocimiento tenga que tener una base empírica.No sé si es excesivamente herético recurrir al mismo tiempo a Tomás de Aquino y a Lenin, que además de un gran organizador demostró ser un gran teórico marxista, pero me gustaría recomendar, a los que tengan tiempo y ganas de instruirse, la lectura de Materialismo y Empiriocriticismo sin olvidar el Anti-Dühring , del, a veces injustamente olvidado, Federico Engels o Las Tesis sobre Feuerbach de Marx.
Cometeríamos, por tanto,  un grave error si abordamos determinadas cuestiones desde la moral dominante burguesa. Pongamos por caso la Pena de Muerte. Para un cristiano, en general para un creyente, la vida es un don de Dios, por tanto solo Dios puede decidir cuando acabar con ella y la cuestión admite pocos matices, por más que la moral dominante haya elaborado un amplio catálogo de excepciones. Para nosotros, si nos oponemos a esa medida, y yo no me pronuncio ambigua y voluntariamente, las razones han de ser otras.
Deberíamos hacer el esfuerzo de no caer en críticas, que a veces pueden parecer obvias, desde posiciones ajenas. He procurado, y creo que he conseguido, no hacer análisis de, por ejemplo de llevar la cuestión al límite, de Stalin, mucho menos de la Revolución Cubana, o del intento venezolano de avanzar hacia el socialismo, desde valores burgueses. Sin que ello suponga un apoyo acrítico he procurado, y procuraré, no dar argumentos a mis enemigos de clase.
Terminando. El sistema capitalista permite, de una forma absolutamente legal, que al mismo tiempo que un conciudadano es considerado por la revista Forbes una de las personas más ricas del mundo, con un patrimonio superior a los treinta mil millones de euros, una pareja de ancianos sea deshauciada de su casa porque su hijo, al que habían avalado, no puede hacer frente a una hipoteca. Desde mi moral es un sistema podrido. Y en un sistema podrido cualquier medida es legítima.
¿Qué es más delito asaltar un banco o fundarlo?

1 comentario:

Freia dijo...

... Y sigo aprendiendo de Vd.

Un beso bien grande, Bolche.