martes, 29 de enero de 2013

Vuelven los clásicos

El espía otomano opina:
Una vez que parece que el dueño y señor de la bitácora parece decidido a intentar revitalizarla se anima este espía a opinar sobre algo. Como no quisiera que pareciera, esto del lenguaje políticamente correcto produce un castellano un tanto farragoso, que está en mi ánimo palidecer la profundidad y enjundia con la que escribe el señor Bolchevique opinaré sobre lo que, según dicen, es la más importante de las cosas que no tienen importancia: El fútbol. Tema del que, dicho sea con toda humildad, creo entender un poco.
Que el fútbol hace mucho tiempo que dejó de ser un deporte es algo más que evidente. Fundamentalmente es un negocio que necesita ser alimentado, y para ser nutrido convenientemente en España son necesarios los clásicos. Para que las cosas vayan bien, para que el fútbol ejerza adecuadamente su función adormecedora es imprescindible que el Madrid y el Barça se enfrenten 4, 6 u 8 veces por temporada combinando las diferentes competiciones, Liga, Copa, Supercopa y Champions League. En lo que va de temporada se han enfrentado 3 veces, en las próximas semanas lo van a hacer en otras 3, y si el Madrid consigue eliminar al Manchester United, tarea que se antoja compleja, y los cruces en Champions son adecuados podríamos llegar a los 8 clásicos, 7 si ambos llegaran a la final. Y este espía siente una cierta compasión por los seguidores del resto de los equipos porque lo que ocurra con ellos, prácticamente, no le importa a nadie. Hasta tal punto es lamentable la situación que las noticias que genera el At. Madrid, segundo en la clasificación con cómoda ventaja sobre el tercero, giran en torno a si su máxima estrella, el Tigre Falcao, terminará en el Madrid , trayecto que ya recorrió Hugo Sánchez, o en cualquiera de los otros grandes, opción que este espía ve más factible. Excepto el Madrid y el Barça todo lo demás, futbolísticamente hablando, es contingente. Son tan importantes estos enfrentamientos que hay quien los utiliza como argumento de peso para alertar sobre el peligro de que Cataluña inicie el camino soberanista. Una Cataluña con estado propio tendría una propia Liga, el ejemplo del Mónaco y la Liga Francesa no es aplicable, y los clásicos se reducirían notablemente.
En el terreno estrictamente futbolístico el Barça es netamente favorito, su ventaja en la competición liguera, apenas iniciada la segunda vuelta, es de escándalo, sin embargo hay un par de cuestiones,  que pueden igualar el enfrentamiento:
La defensa del Barça no va a dar más patadas, pisotones, agarrones y codazos que los que habitualmente sufre CR7 con una incomprensible complacencia arbitral que suele penalizar con tarjeta amarilla al agredido, si este protesta, o incluso roja si repele la agresión. Este espía aún recuerda estupefacto el Madrid-Málaga de hace 3 temporadas que terminó con el portugués expulsado por intentar zafarse, con un más que justificado codazo, de un continuado agarrón.
Es de esperar, que a diferencia del resto de defensas de la Liga Española, la madridista, aún sin Sergio Ramos y sin Pepe, no se limite a contemplar como Messi llega hasta el fondo de la red sin hacer, aunque solo sea por disimular, el más mínimo intento para impedirlo. Uno de los goles del pasado enfrentamiento contra Osasuna no sabe este espía si es para echarse a reir o a llorar. Justifica  el futbolero supuestamente neutral , la neutralidad no existe en ningún ámbito y en el fútbol menos, el simplemente amante del fútbol, especie inexistente, que para compensar la endeblez física del argentino, no olviemos que lleva en su cuerpo más tratamientos que Lance Armstrong, mirarle mal esté castigado con tarjeta amarilla y el intentar quitarle el balón con roja directa, pero el hacerle un pasillo de honor cada vez que entra en el área parece excesivo.
Con todo, y a pesar de que con ello llevo la contraria al dueño y señor de la bitácora, recalcitrante vikingo y mourinhista convencido, si este espía apostara lo haría por los culés.

        

No hay comentarios: