miércoles, 5 de diciembre de 2007

6 de Diciembre de 1978, Referendum

Mañana 6 de diciembre es fiesta en toda España, término que prefiero al ambiguo de Estado español y que sirve para que los nacionalismos periféricos, que fea palabra, y centrífugos, más fea todavía, se sientan más cómodos en lo que toda la vida ha sido España. Y puestos a sentirse cómodos, yo me sentiría aún más cómodo con el de República Española, pero soy consciente de donde estoy, el Reino de España, y de la forma política que tiene mi país, y desde luego por negar su nombre no voy a cambiar su estructura, y yo vivo en Alpedrete, Madrid, España y soy funcionario de la administración central del Reino de España. No me gusta, lo segundo, e intento cambiarlo pero mientras lo consigo, o lo conseguimos, asumo lo que soy sin demasiados problemas. Pero decía al principio, o debería decir escribía, o debería escribir escribía, bueno, como se diga, o como se escriba, que mañana será fiesta en toda España, ¿pero qué celebramos los españoles?, porque cuando hay fiesta es porque se celebra, o se conmemora algo. Parece ser que celebramos, o conmemoramos, que tal día como mañana pero de 1978, los españoles tuvimos un referendum en el que aprobamos un ordenamiento constitucional, hoy vigente, por el que debemos estar muy contentos. Y ¿porqué será, me pregunto , que yo no estoy tan contento como el común de mis compatriotas? A pesar de tener un humor cambiante y un comportamiento un tanto bipolar, en defnitiva a pesar de ser un neurótico, he descartado que el extraordinario mal humor que me produce la fiesta de mañana se deba en exclusiva a mi deficiente estado de salud mental, al fin y al cabo mi psiquiatra es un profesional cualificado, tiene que haber algo más, y tras una cuidadosa, pero rápida, introspección personal, he encontrado sin demasiadas dificultades, que la Constitución Española no me gusta. Ya está, ya lo he dicho, no es que me gustaran más los Principios Fundamentales del Movimiento, está claro, y para mí tambien está claro que mucha gente, nunca sabremos cuanta, votó SI a esta constitución con la nariz tapada , simplemente, y no es poco, porque la alternativa, y así nos lo presentaron, eran las leyes fundamentales del régimen anterior. Probablemente los que nos negamos a votarla, y nos abstuvimos, yo tenía 22 años, me negué a hacer propaganda a favor del Sí, es más hice cientos de pintadas a favor de la abstención, y tuve el primero de mis desencuentros con el PCE, partido en el que hoy milito, pues los que nos abstuvimos y los que votaron Sí a pesar de que no les gustaba lo que votaban, puede, nadie puede refutarmelo, que fuera la mayoría de la población. En cualquier caso, y puede que sea una de las razones por las que este día me produce mal humor, las condiciones en las que se celebró esa consulta distan mucho de ser escrupulosamente democráticas, con un amenazante ejército, el mismo ejército que habia cercenado las libertades cuarenta años antes, un ejército que tres años después nos metería un susto de bigote, que hacía sonar los sables, el famoso ruido de sables, cada vez que se sentía incomodo por algo que no le gustara de lo que se hablaba en el caserón de la carrera de San Jerónimo. Afirmar, como sin pudor se afirma hoy, que el texto que se sometió a Referendum, y que salió de unas Cortes Constituyentes con una espada de Damocles golpista sobre su cabeza, era un texto de consenso es querer falsear la historia. A no ser que llamemos consenso a la operación por la que unos ceden en casi todo a las pretensiones de los otros. Y así fue de consenso que pudieramos optar entre monarquía parlamentaria o la monarquía del dieciocho de julio , y también fue de consenso un infumable titulo VIII de la constitución que conculcaba el derecho legítimo de los pueblos para decidir sus destinos a cambio de un extraño estado de las autonomías, en el que se mezclaban regiones con un peculiar ente llamado nacionalidad, y que se ha visto claramente superado por la propia evolución política, y debió ser también de consenso el tragar para siempre con la ambigüedad que supone hablar de una colaboración específica con la Iglesia Católica al tiempo que se define el estado como aconfesional pero no como laico, una sutil diferencia que los prelados y purpurados españoles explotan a la perfección. La campaña del referendum fue todo un manual antidemocrático, con las mismas condiciones Hugo Chávez hubiera ganado de calle, los partidos que propugnaban el No o la abstención desde la izquierda, todos los situados a la izquierda del PCE (ORT, PTE, LCR, MC, etc...) y los estrictamente republicanos (ARDE e incluso el PSOE -h-) eran ilegales, y aunque en la práctica no se les persiguiese, no tuvieron acceso a los medios de comunicación públicos, mientras que si lo tuvieron los que propugnaban el No desde la extrema derecha. El objetivo era claro contraponer la Constitución a la extrema derecha franquista. En el terreno personal fueron tambien días duros, los enfrentamientos con mi padre fueron muy fuertes y ambos nos dijimos cosas que probablemente no pensabamos, yo seguro que no pensaba que el fuera un traidor a las ideas que defendía, así se lo dije y sé que le dolió, y supongo que el no pensaba que yo no era más que un niñato malcriado revolucionario de salón. Aquello supuso una herida que tardamos los dos mucho en cicatrizar, y aún me arrepiento, y ya no tiene remedio, de no haberle pedido perdón por lo que le dije, nunca se lo pedí, ni el a mi tampoco, y es que en muchos aspectos eramos iguales. Resumiendo, yo no voté Si a esta constitución y hoy, más que nunca, estoy orgulloso de ello, y mañana lo único que podria celebrar es levantarme más tarde, pero me voy de finde al campo extremeño, y madrugaré igualmente.
Aujourd'hui quatorze juillet
je reste dans mon lit douillé
que la musique militaire
cela ne me regarde pas.
George Brassens
En la fiesta nacional
yo me quedo en la cama igual
que la música militar
nunca me supo levantar.
(Traducción: Pierre Pascal )

9 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Amigo Bolche, yo voté en blanco. Y la verdad es que no me he arrepentido, pero si hubiera ganado el no, me hubiera tirao por el barranco. Dos eran los aspectos con los que no estaba de acuerdo:
"La jefatura del Estado" y el famoso artículo VIII. como ve casi las mismas razones. Yo militaba en el PSP, un día lo contaré en el abuelo cebolleta, y había libertad de voto.

Salud y República

HIPATIA dijo...

Pues bueno. Es usted MUY LIBRE de rechazar públicamente la constitución vigente.
Y le honra reconocer y aceptar, aunque sea provisionalmente, la realidad.
Pero le agradecería considerase que una constitución para ser eficaz debe reunir el máximo acuerdo.
Es posible, muy posible…casi seguro, que lo que a usted le gustaría añadir otros quisieran conservar y a la vice la versa. La constitución que a usted (o a mi) le gustaría NO es la mejor constitución.
Creo sinceramente que fue un magnífico trabajo político el realizado por aquellos diputados, precisamente porque supieron calibrar las presiones de los “poderes fácticos” y alcanzar un equilibrio que aceptó la inmensa mayoría de los españoles.

Todo lo anterior sin perjuicio de reconocer la conveniencia de introducir modificaciones en los aspectos que actualmente coartan el desarrollo político que la misma constitución ha permitido. Para esto es necesario que en el Congreso vuelva a entrar la grandeza democrática y sea expulsada la mezquindaz política

Javk dijo...

España es un estado, ¿no?. Además, tambien existen los nacionalistas leoneses o los castellanos (como yo) que estamos en el centro mismo del estado.

Por otra parte, esa constitución, como bien señalas, se votó bajo una presión, mejor dicho sobre una amenaza de volver a lo de siempre y bajo unas condiciones democraticas minimas.

Aún así, hasta los que están a favor de esta constitución deben pensar ya en realizarle algunos cambios, aunque viendo la posicion de los partidos hoy en dia, no estoy seguro de que fuese para mejor.

AF dijo...

Yo voté NO, no sólo porque así lo hubiésemos decidido en la LCR, sino porque estaba convencido de ello. Con el paso de los años he ido añadiendo matiz sobre matiz, de manera que primero añadí los matices conservadores ("es poco avanzada, pero permitió salir del agujero de manera mínimamente signa"), después me volvieron los radicales ("niega el derecho de autodeterminación, y esa ha sido la excusa cierta para que una banda terrorista lleve treinta años asesinando"), y así sucesivamente.

En cualquier caso, reconozco que tengo hacia esta constitución política una actitud meramente instrumental: ningún cariño, sólo la acepto en lo que me vale. No soy un defensor suyo.

¿Escandaloso? No lo crean, al menos si la abundancia de ejemplos de una determinada conpducta pueden eliminar lo escandaloso. Porque en mi opinión son muchos los que tienen la misma actitud hacia la de 1978, aunque sin reconocerlo.

Escarben un poco (no necesitarán gran cosa) y se darán cuenta de ello.

Dardo dijo...

Amigo Javier; a Vd. este corsé constitucional no le gusta por unas razones y a mí no me gusta por otras. Pero es que el corsé nos debe de valer a todos.

Sinceramente creo que fue un paso importante y eficaz. A Vd. le hubiera gustado que hubiera engarzado jurídicamente con su precedente republicano; pero no, la dinámica de los tiempos era otra.

En nuestra convulsa historia ha hecho posible avances signficativos, fundamentales y por esto y la prosperidad y bienestar generales merece cierto agradecimiento.

Su crítica a que la situación(¿los poderes fácticos?) no era la ideal para ese período constituyente me suena a deslegitimación; del mismo tenor que la utilizada por la conspiranoia referente a las elecciones de 14-M tras el atentado terrorista; se lo digo con todo respeto. Mire; lo principal es que el sufragio sea universal, libre (sin condicionamientos a la propia persona del votante), directo y secreto. Los ciudadanos (que los habemos de toda clase) según nuestro juicio nos pronunciamos; y las interpretaciones son arriesgadas. En todo caso; la verdadera evaluación democrática es la participación y el voto.

Yo no pude votarla. ¿Quiere Vd. cambiarla?. ¿Cree que saldría tan redonda según el panorama existente?. Alguien ha dicho aquí con mucha razón que habría que dejar mucha mezquindad para ello y recuperar aquella grandeza de unos y otros.

HIPATIA dijo...

Dardo escribió
”la verdadera evaluación democrática es la participación y el voto”
Si me permite me gustaría añadir: La verdadera calidad democrática es la participación y el voto... libre de los ciudadanos en una sociedad bien informada”

Dardo dijo...

Pues claro que sí, Spook, por eso he hablado de que "lo principal es que el sufragio sea ........, libre (sin condicionamientos a la propia persona del votante), ......;"; y me ha faltado lo que Vd. ha dicho: "bien informados"; por supuesto.

Freia dijo...

Pues yo vote SÍ. Siempre he sido moderada y sería estúpido negarlo.
Tenía claro que iba a ir a votar, primero porque era "mi primer voto" (en las legislativas del 77 estaba a punto de cumplir los 20 y me dejaron) y además porque pensaba que, aunque no era la panacea, nos podía ayudar mucho a dar los pasos que había que dar. No militaba en ningún partido político aunque por aquel entonces "tonteaba" con el PCE, iba a sus reuniones y creo que estaba bien informada (se discutió largo y tendido sobre el asunto).
Hoy pienso que necesita una reforma con urgencia y ésa es una promesa incumplida del PSOE. Pero también creo que en su momento fue una constitución de consenso y muy válida. (ya sabes Bolche que soy una asquerosa pequeño-burguesa).
Un abrazo grande.

Gracchus Babeuf dijo...

La parte de esta Constitución que más me gusta es el Título X: "De la reforma de la Constitución".
Es un Título que los inmovilistas quisieran olvidar, pero está para ser utilizado.