Regresa uno de un fin de semana un tanto campestre, por tierras de Brozas en la provincia de Cáceres, habiendo degustado los productos de la tierra tanto los derivados del gorrino ibérico como de la caza (recomiendo un pequeño restaurante a la entrada de Alcántara, llamado
Gundín, donde di cuenta de unos cardillos silvestres y un guiso de perdiz que estaba para quitar el sentido), y habiendo hecho una breve visita a nuestros vecinos portugueses para en Monfortinho, en la
pensâo Joaquim, reverenciar un excelente bacalao, en este caso asado y con salsa verde, a un precio francamente asequible, y habiendo terminado el periplo en Salamanca, dando cuenta de unos asados castellanos al lado de la plaza de toros, cuando me desayuno con una noticia que tiene mucho que ver con una ciudad que adoro, Estrasburgo, a pesar de que mis visitas tienen mucho que ver con mi trabajo y las instituciones europeas allí existentes, el tren entre Luxemburgo y Estrasburgo tiene ya pocos secretos para mi. Aprovecho para recomendar justa a la entrada del Estrasburgo más antiguo y típico,
la petite France, un restaurante con aspecto de
pub británico, del que no recuerdo el nombre pero es inconfundible, donde me metí un
codillo con choucrut, de tales características que durante cuarenta y cinco minutos no pude levantarme de la mesa. Mi acompañante, el colega francés que me enseñó el sitio, se liquidó durante la
frugal colación botella y media de vino blanco alsaciano, según el de poca graduación al tratarse de un vino verde, y cerró la comida, mientras yo trasegaba un par de cafés muy cargados, varios
snaps (no se si escribe así), también según él para ayudar a la digestión. La sesión de la tarde de trabajo fue muy dura, primero porque llegamos tarde, segundo porque habíamos, los dos, intervenido por la mañana y los puntos a tratar en la sesión de tarde eran de muy poca importancia para mi, y tercero, y fundamental, porque mi colega, sentado a mi lado, España y Francia siempre vamos juntas por aquello del orden alfabético francés que se respeta cuidadosamente, no soportó los efectos de la comida, y, en su caso, la bebida, y se quedó profundamente dormido, y lo que es peor, sonoramente dormido, y sólo mis, cada vez más potentes codazos, acallaban sus, cada vez más sonoros, ronquidos. Pues bien una de las instituciones que alberga la preciosa Estrasburgo, y que yo no me trabajo nada, es el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Este tribunal recibe multitud de recursos, casi todos aquellos que han agotado las correspondientes apelaciones en sus tribunales nacionales, terminan por acudir a este tribunal que no admite a trámite más que el 1,5 % de los casos, si bien de los escasos que se admiten el tribunal dicta sentencia positiva hacia los recurrentes en el 80% de los mismos. Y en este punto se encuentra el recurso presentado por
Batasuna por si ilegalización. En múltiples ocasiones, y puede que incluso en este blog haya tenido alguna entrada al respecto, he tenido serias dudas sobre la legalidad, en lo que a derechos humanos se refiere, de la ley de partidos políticos, una ley hecha
ad hoc para ilegalizar a los
abertzales vascos. No parece muy coherente ilegalizar unas siglas que reciben el apoyo de cientos de miles de ciudadanos. Si algunos de los que conforman esas listas electorales, o forman parte de la dirección de esos partidos cometen algún delito, bien sea exaltación del terrorismo o colaboración con banda armada, y ese delito se puede probar ante un tribunal, procede encarcelar a ese, o esos, ciudadanos, pero no se puede condenar a los demás. ¿Alguien vería lógico que las condenas a
Rafael Vera o
José Barrionuevo llevaran anexa la ilegalización del
PSOE? o ¿la del general
Rodríguez Galindo la disolución de la
Guardia Civil? No es serio, ni la de
Batasuna tampoco. Eso, amen del error político que supone dejar sin voz, es decir dándole argumentos, a un sector de la sociedad que mucho va a tener que decir en el futuro proceso que acabe con la violencia. Si el tribunal sentencia a favor de
Batasuna, lo cual espero y deseo, el
Estado Español , en este caso si considero bien empleado el término estado, va a tener que estar a la altura de
Hugo Chávez, el acató el resultado de un refendum, ¿acataría el
gobierno español la sentencia del tribunal?
8 comentarios:
¿Acatar la decisión? Amos anda... eso es reconocer que la lucha antiterrorista concebida por aznar y zapatero está liquidada.
Le doy la razón: en la Petit france se come de lujo...
Amigo Bolche. Me sorprende. La admisión a trámite como comprenderá no prejuzga nada.
La Ley de Partidos; primero que nada es una ley; no como pasa en otros países que funcionan en esta cuestión con decretos.
El expediente de ilegalización en España es además judicial, tampoco administrativo (como ha pasado con la jurisprudencia del TEDH referida a expedientes administrativos de terceros países).
El TEDH, además, y Vd. lo sabe no es una instancia sobre asuntos concretos (Batasuna) sino una especie de casación de las legislaciones de los Estados conforme a una hermeneútica del propio Convenio al que sirve el TEDH.
Aquí lo que se ventila es si la Ley de Partidos, como tal ley, es conforme o no con el Convenio de Derechos Humanos suscrito por el Reino de España.
Insisto; nada más y nada menos. Sinceramente; después de haber pasado la ley los filtros nacionales (contencioso y constitucional) que son muy rigurosos no creo que el TEDH dé ninguna sorpresa.
Cuídese, amigo Bolche, con el Snapps. Tiene cerca de 40º o incluso más, no sé.
Mire; Vd. sabe que en Alemania están prohibidos los partidos de signo totalitario.
Algo más. En el peor de los escenarios posibles. No creo que se llegue a algo más que reformar parcialmente algo circunstancial de la Ley de Partidos.
No discutiré con nuestro Dardo en el terreno del Derecho. Lo haré en el de la política. La Ley de Partidos me parece un gran error estratégico, en el ámbito de la política, para la derrota definitiva del terrorismo independentista vasco.
Un estado de derecho tiene una ventaja, una autoridad moral esencial sobre cualquier planteamiento totalitario o violento: el respeto a la opinión ajena y la victoria en las urnas y con las leyes.
Limitar el ejercicio de la opinión (ilegalización de opciones políticas) es sucumbir ante los totalitarios con el uso de la excepción, por muy regulada y limitada que ésta esté.
Da argumentos a los victimistas y aleja el fin razonado de lo irracional, el único fin posible de la irracionalidad.
El ejemplo más cercano: Irlanda.
Amigo Animal; en cualquier terreno está claro que, tú precisamente, puedes discutir, ¡faltaría más!. Pero si quieres lo hacemos en el terreno de lo político; donde seguro que nuestro Bolche nos podrá iluminar.
Primero que nada, insistir en que os estáis precipitando con lo del TEDH. Pero vayamos a la cuestión del error estratégico.
Yo opino justo lo contrario. Sólo (os lo digo a ambos con todo respeto que os tengo) desde un cierto complejo se puede pensar que la ley de partidos es un error por el predicado que le añadís de ser contraproducente para la solución de esta criminal injusticia.
De todos es sabido que en su génesis los movimientos socialistas eran abiertamente partidarios de la vía revolucionaria y violenta como medios para llegar al poder. Tendremos que esperar a la asamblea de Frankfurt de 1951 para abiertamente traducir un nuevamente un concepto: socialdemocracia.
No quiero ofender. Pero se me antoja que "pesa" en la visión de los conflictos esa antigua mirada comprensiva a los movimientos revolucionarios como vía rápida de acceso al poder. Esto es un grandísimo error en el contexto de las sociedades libres de Occidente.
Y sin embargo sois conscientes que estamos hablando de cuerpos paramilitares (porque no condenan la violencia; sino que la consideran uno de los ejes fundamentales de su acción). Esta violencia cumple dos fines fundamentales:
a) Organizar a su propia militancia sumisa de manera férrea y justiciera; a la vez que provee de un escape a cierta muchachada (protesta romántica), y
b)Acabar con los que no se someten a ellos; físicamente y a través del terror.
No vamos a dar argumentos al victimismo, apreciado Animal. Ya los tienen todos. Porque este imaginario está ya hecho y reforzado. La apelación de estos cuerpos paramilitares es a lo instintivo. Apelan a fantasmas a los que achacan todos los problemas. No dialogan. Desde la perspectiva apuntada nos encontramos con que únicamente monologan. Sólo tenemos que ver la puesta en escena de estos fantoches tan ingenuamente celebrada por la mayoría de las buenas gentes esperanzadas de manera tan grotesca -a mi parecer- como podría estar porfiada una violada ante la declaración de intenciones de su violador.
Insisto; el diálogo (que sería lo político) apela a la racionalidad. El monólogo a los instintos; reclama obediencia.
Las pautas del "discurso político" terrorista son cuatro:
-melancolía basada en la autocompasión como pueblo sojuzgado por España.
-paranoia persecutoria donde España es la cabeza de turco.
-paronoia megalómana donde se ensalza al propio pueblo vasco y
-maniacopsicótica; donde abiertamente se invita a la lucha.
La forma de todo lo anterior es ritual. Observad su puesta en escena nunca espontánea; porque no importa tanto lo que tienen que decir, sino cómo lo dicen.
Por todo lo anterior no es contrario al pluralismo político establecer limitaciones a la concurrencia únicamente bajo presupuestos democráticos. Desde luego que hoy por hoy los partidos son los presupuestos del estado democrático; pero puesto que canalizan la voluntad política del pueblo, su organización debe responder a principios democráticos y no atentar contra el sistema de derechos y libertades. Así lo han entendido en la RFA en su famoso art. 21 de su Ley fundamental.
Miren; no debemos tener complejo en esta cuestión. Los partidos que de alguna manera estén conectados y se pruebe conexión con organizaciones criminales deben ser disueltos y sus integrantes procesados como reos de terrorismo; impedirles la concurrencia e inhabilitarles sus derechos políticos.
No he querido intervenir, generalmente prefiero mantenerme al margen cuando una discusión interesante surge en una entrada mía porque lo más importante de lo que he dicho ya está expresado en la entrada, sin embargo una afirmación de Dardo me parece lo suficientemente interesante como para sacar de ella alguna conclusión:
"Miren; no debemos tener complejo en esta cuestión. Los partidos que de alguna manera estén conectados y se pruebe conexión con organizaciones criminales deben ser disueltos y sus integrantes procesados como reos de terrorismo; impedirles la concurrencia e inhabilitarles sus derechos políticos."
Si nos atenemos a los últimos resultados electorales en los que han podido presentarse estaríamos hablando de cientos de miles de votantes a los que se priva de derechos políticos como electores, y aunque no disponemos de un censo para saber cuantos de ellos son militantes activos, y que deben ser, a la luz de la ley de partidos, tratados como reos de terrorismo, y por tanto encarcelados, no sería aventurado pensar en decenas de miles. El panorama político, el panorama real, la situación social, se tornaria insostenible. Cualquier solución que pase por ignorar esta realidad, la realidad que supone afrontar que aproximadamente la mitad de la sociedad vasca, sin una consulta es difícil su determinación, es partidaria de la independencia, y una parte significativa de ella justifica la violencia, al no tener otros cauces para expresar sus deseos, está condenada al fracaso. En el Pais Vasco y Cataluña, hay una parte significativa de la población, puede que mayoritaria, no está, como poco, a gusto con su actual relación con el estado, y es una situación que hay que solucionar con política y sentido comun, y no con leyes, constituciones, policías y apelaciones al estado de derecho. Y no se me haga demagogia diciendo: ¿Y si mañana es Galicia y pasado La Mancha o el Bierzo?, eso hoy no ocurre, y si ocurriera, en cualquier caso significaría, como pensamos algunos, que España está por construir, que ahora lo que tenemos es poco más que una federación de denominaciones de origen, que necesitamos nuestro 1789, nuestra revolución burguesa, que nos dote de orgullo como nación, ese orgullo nacional que las burguesías vasca y catalana si han conseguido dar a sus sociedades. Pudo ser en 1812 con las Cortes de Cádiz ante la invasión francesa, pudo ser con Prim y Amadeo de Saboya, pudo ser con el federalismo y la 1ª República, pudo ser con el laicismo ilustrado de la 2ª, pero siempre se cruzaron en nuestro camino los Borbones, y que no se ofenda Dardo, la jodida Iglesia Católica, la más reaccionaria, analfabeta y trabucaire del mundo cristiano, Roma y Polonia incluidas.
Al leer los anteriores comentario me sentía en el “mundo al revés”.
Argumentando desde el derecho Dardo intenta justificar una ley de limitada legitimidad y Animalpolítico argumentando desde la política rechaza una ley que obtuvo el apoyo de la inmensa mayoría del Congreso.
Esta ley nace muy corta de legitimidad. Fue diseñada para perseguir a un grupo concreto y definido de ciudadanos, no tiene tradición en la que asentarse, y su aplicación podría justificar el final de la democracia representativa. Con esta ley Chavez no necesitaría el referendum.
Los partidos que la apoyan se justifican el la necesaria defensa de la democracia contra sus enemigos. ¡Vale¡ defendamos la democracia, pero desde la democracia.
El PRINCIPIO de la democracia, cualquiera que sea la forma concreta que adopte en la práctica, es la igualdad de derechos políticos de todos los ciudadanos para defender en libertad sus diversas opciones para organizar de la sociedad.
Este principio deslegitima la violencia como acción política, pues impide la libertad. Pero también deslegitima la privación de representatividad a cualquier colectivo de ciudadanos.
El voto en las elecciones, la opción a obtener el apoyo electoral, la proposición de alternativas socio-políticas no deben ser censurados en democracia.
Para defender la democracia no se puede recortar derechos democráticos.
Defender la democracia es dotar a la justicia y a las fuerzas de seguridad de medios para que puedan aplicar la legislación civil y penal. En democracia no hay motivos políticos que justifiquen el asesinato o la extorsión económica. Si ETA recurre a estos medios aplíquese la legislación penal del mismo modo que se aplica al crimen organizado.
Si Batasuna, ANV u otra organización colabora con ETA aplíquese la legislación penal que para eso existe la figura del colaborador. Pero reduzcamos la persecución a la responsabilidad personal. La dificultad es que para ser eficaz la justicia necesita que los políticos le provean de medios y presupuesto que permita investigar y perseguir desde la financiación al suministro de armas, exactamente igual que es necesario para actuar contra el crimen organizado.
Este aspecto es fundamental. La responsabilidad, y la pena, han de ser concretas, ciertas y personales. La ambigüedad de fijar las figuras penales en el ámbito político, la extensión indeterminada a colectivos ciudadanos implica inseguridad jurídica. Implica miedo, ese miedo tan querido por el poder (y por el terror) para evitar que los ciudadanos hagan buen uso de la democracia. Pero éste es otro tema…o es el mismo y único: el miedo a la libertad.
La LIBERTAD os hará sabios.
Solicito permiso del dueño del blog para copiar esta noticia:
"El Tribunal de Estrasburgo declara parcialmente admisible la demanda de Batasuna contra su ilegalización
Estudiará si atenta contra los derechos a la libertad de expresión y de libertad de reunión y de asociación
JOSE Mª PATIÑO / CADENA SER (Corresponsal en París) 13-12-2007
El Tribunal de Derechos Humanos ha aceptado a trámite las demandas presentadas por Batasuna y Herri Batasuna en 2004 contra la Ley de Partidos porque entendían que se promulgó expresamente "para proceder a su ilegalización y acabar con la expresión política del independentismo vasco".
La corte de Estrasburgo ha admitido pronunciarse sobre el fondo en lo relativo a los artículos 10 y 11 de la Declaración de Derechos Humanos que se refieren al derecho a la libertad de expresión y al derecho a la libertad de reunión y de asociación. Sin embargo, ha desestimado pronunciarse sobre la ausencia de imparcialidad e independencia que los demandantes también reprochaban al entonces Presidente del Supremo, Francisco José Hernando.
La aceptación de estudiar el fondo de la demanda supone que el Tribunal de Estrasburgo deberá dictar sentencia en los próximos meses, sin que haya un plazo preciso. A esta decisión asocia la de otras demandas presentadas por dos particulares -Etxeberría y Barrena- y dos asociaciones de electores -Nafarroako Autodeterminazio Bilgunea y Airako- porque, a su juicio, se les impidió presentarse a las elecciones municipales y autonómicas de 2003.
En su argumentación, Batasuna y Herri Batasuna se quejan de que la Ley de Partidos está redactada en términos "muy vagos, indeterminados y confusos" y que la ley sólo pretendía "una disolución rápida de Batasuna". De este modo, según los demandantes, se impedía su presentación a las elecciones municipales del 25 de mayo de 2003, "respondiendo a una decisión política del Gobierno del Partido Popular".
Innecesaria petición, permiso no necesario, considere esta bitácora como su casa, sus opiniones son muy bien recibidas.
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