lunes, 28 de junio de 2010

Avanzando con paso firme.

Por razones de índole estrictamente personal que no son de interés para nadie, no pude asistir a la I Asamblea de Refundación de Izquierda Unida, y si pude hacerlo, aunque con una gran limitación de tiempo, a la mani que convocamos, en solitario, para ayer domingo.
Pero mi no asistencia no ha implicado que no estiviera informado de lo que estaba ocurriendo, sobre todo porque este acto fue transmitido en directo por algun compañero que otro. De lo tratado y debatido, tanto por los delegados, que los hubo, elegidos en tiempo y forma de acuerdo con lo aprobado, en el caso de Madrid, por el Consejo Político Regional, como por los que no eran miembros de IU podemos extraer varias conclusiones:
El proceso de Refundación está comenzando, la Asamblea celebrada el sábado en Fuenlabrada es un punto de partida pero no un objetivo
La Refundación no puede ser partir de cero, como algunos, de forma un tanto idealista, plantean. No podemos, porque las condiciones son diferentes, reproducir c por b el ilusionante proceso que, al calor del movimiento anti OTAN, y los primeros fraudes detectados al PSOE, dieron lugar a IU, primero como plataforma electoral y despues como movimiento político y social. En aquella primera IU, los comunistas (PCE-PC., después PCPE) eran, eramos, mayoritarios, pero había una izquierda organizada con la que se podía converger y así se hizo, como se pudo converger posteriormente con los comunistas del entorno de la IV Internacional, llamados primero Izquierda Alternativa, y luego Espacio Alternativo. Hoy, en IU, no queda más que un Partido organizado, el PCE, y los afiliados que no son del PCE, sean comunistas o no, se mueven en torno a diversas sensibilidades sin consideración de partido como sujeto político activo. Casi todos los partidos que han abandonado IU, han tenido un vida efímera, y los que han resistido como el PCPE, tienen una más que limitada influencia social. El último abandono, Espacio Alternativo renombrado como Izquierda anticapitalista no parece tener un provenir muy halagüeño, ni desde el punto de vista electoral ni como partido influyente en los movimientos sociales.
Fuera de IU, si nos referimos a izquierda organizada, el escenario se parece mucho al cero absoluto. Lo único organizado lo constituimos nosotros, y sobre lo existente, modificando, incluso radicalmente si es necesario, todo aquello que funciona mal, deberíamos refundar, y a nadie debe ocultársele que aquí lo definitivamente complejo es detectar que es exactamente aquello que funciona mal, o es, al menos, mejorable. Los movimientos recientes que tienen como núcleo, quizás nunca mejor empleado el término, el objetivo de ICV de referenciarse (¡que poco me gusta el palabro!) en el conjunto de España no hacen sino poner palos en las ruedas del proceso, porque por más que proclamen a los cuatro vientos su voluntad de no confrontar con IU, en la práctica, y creo, sinceramente, que de forma voluntaria, buscan constituirse como grupo de presión de cara a futuros pactos electorales. En mi opinión, y es una opinión que conste, no deberíamos caer en ese juego y aquellos que, libremente, estando en su derecho, prefieren singularizarse no queriendo participar en el proceso convergente iniciado, deberían tener claro que su decisión política, que insisto en calificar de legítima, conduce a la división, puesto que la acción conjunta, por lo menos en el terreno electoral, se convierte en imposible. Sería paradójico, que una vez consumadas las escisiones en el País Valenciano, Baleares o Navarra, se acusara a IU de intolerante o sectaria, porque esta formación no aceptara una determinada composición de listas electorales en una hipotética coalición electoral. Nadie está obligado, ¡faltaría más!, a participar en este proceso, pero el que no lo haga debería tener claras las consecuencias.


En cuanto a la manifestación de ayer tengo que decir que, como muchos y así lo comentamos, quedé gratamente sorprendido. Es cierto que entre los manifestantes había compañeros que habían venido a la Asamblea del Sábado. Es cierto que la calle Toledo es una calle, relativamente, estrecha, lo que aumenta la sensación de concurrencia. Pero la Plaza Mayor, y es una plaza muy grande, estaba llena.
Yo destacaría dos aspectos. El primero parece obvio, IU no está muerta, ni mucho menos, avanzando poco a poco, pero con paso firme, vamos recuperando el pulso de la acción en la calle, donde siempre debemos sentirnos más cómodos que en las instituciones. No tiremos cohetes ni lancemos las campanas al vuelo queda mucho trecho por recorrer y las zancadillas van a ser importantes, ya lo están siendo. El segundo tiene que ver con mi Partido, tanto si nos referimos al PCE como al PCM. Ha quedado claro, a mi entender, que nuestro compromiso con IU es serio y responsable, nuestra presencia con nuestros símbolos, muchos llevamos las dos banderas con satisfacción, deja claro que estamos en IU porque somos IU. No tenemos más derechos, ni uno solo, que el común de los afiliados a IU, pero, igualmente, ni uno menos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdone usted que utilice su blog para hacer una petición (¿protesta?) relacionada con la información que ofrece el PCE a la ciudadanía. De vez en cuando entro en la web del PCE de Madrid y suelo cogerme el cabreo del siglo (uno más) al ver lo ridículamernte malas que son dichas páginas. No voy a entrar en cuestiones técnicas, que manuales de optimización y navegabilidad hay un montón por ahí, pero ¿cómo se pueden presentar los textos escritos en color gris sobre un fondo también gris?. Si es para que ya no sepamos nada acerca de lo que fue el PARTIDO, pues vale.

J. G Centeno dijo...

Protesta asumida por mi mismo, por justa y cierta.