Enzimas

Las enzimas (escrita la palabra con zeta queda muchísimo más científica) son proteínas altamente especializadas que tienen como función la catálisis o regulación de la velocidad de las reacciones químicas que se producen en los seres vivos. Podríamos llamarlos también biocatalizadores. En general un catalizador es una sustancia presente en una reacción química, en contacto físico con los reactivos, que acelera, induce o propicia dicha reacción sin actuar en la misma. De esta forma decimos que la reacción esta catalizada. A raiz de la aparición de los carburantes sin plomo, comenzó a hablarse, no siempre sabiendo bien de que se trataba, de los catalizadores de los automóviles. Se trata de sólidos metálicos utilizados para catalizar las reacciones de los gases tóxicos antes de que salgan por el tubo de escape. Se trata esencialmente de propiciar o facilitar reacciones químicas que permitan, principalmente, la eliminación del monóxido de carbono (CO) y anhídrido nitroso (N2O3), de manera que en el escape final salgan Nitrógeno (N2), anhídrido carbónico (CO2) y vapor de agua (H2O), en principio gases no tóxicos Tres de los catalizadores sólidos más empleados en los motores de combustión son el óxido de Aluminio (Al2O3) y metales como el Paladio y el Rhodio. Básicamentes, los biocatalizadores, o enzimas buscan lo mismo pero en un ser vivo, facilitar la eliminación de sustancias tóxicas, o nocivas, para el organismo.
Preocupados como estamos por el género humano vamos a detenernos en dos importantes enzimas que existen, o deben existir, en el homo presuntamente sapiens.
alcohol deshidrogenasa
En realidad se trata, para hablar con rigor científico, de un grupo de siete enzimas que tienen como misión la oxidación del alcohol a aldehido o cetona, según la reacción:
Alcohol(R-OH)+ NAD+ → Aldehído o Cetona (R-C=O) + NADH
Donde, NAD+ y NADH son las formas oxidada y reducida, respectivamente, del dinucleótido de nicotinamida adenina, que es una coenzima, presente en la vitamina B3 cuya función principal es el intercambio de electrones y protones en la producción de energía en las células.

Aldehido deshidrogenasa

Esta enzima, en presencia de la misma coenzima termina el proceso de degradación alcohólica ya que oxida el aldehído resultante del proceso anterior dando lugar a un ácido carboxílico, y en último término a dióxido de carbono, que se elimina por la respiración, y a agua, que se eliminaría por la micción.

Cuando uno ingiere alcohol etílico, y yo de esto sé lo mio, estas dos amigas enzimáticas son las responsables de que ese alcohol etílico, se oxide a acetaldehído primero, a ácido acético (vinagre), después y si todo funciona correctamente a CO2+H2O.

Pero..., tiene que haber un pero porque en caso contrario la vida sería demasiado fácil, podriamos consumir tantas copas como quisieramos con la complicidad de nuestras amigas enzimáticas. Sin embargo esta amigas son un tanto vagas, y a partir de una cierta concentación de alcohol etílico se inhiben y éste pasa directamente al torrente sanguíneo, llegando al cerebro donde interactúa con diversos neurotransmisores dando lugar, en sus diversas fases, a lo que conocemos como cogorza.

Quiere decirse que cuando un miembro del venerable y benemérito cuerpo de picoletos nos hace soplar en el mecanismo conocido como etilómetro, el resultado es el del alcohol que se ha escapado a la acción de nuestras simpáticas enzimillas. No es de extrañar que alguien que haya bebido suficientemente poco, el umbral de inhibición de estas proteinas es muy pequeño, pueda dar como resultado 0.0 al pasar el test de alcoholemia, y es imposible que alguien que da positivo en ese test no haya consumido alcohol. Y ningún compuesto químico: farmacológico, medicamentoso o de cualquier clase, puede modificar la concentración de alcohol en sangre, aunque sí los efectos de su interactividad con los neurotransmisores cerebrales.

Parece ser que las mujeres y los asiáticos, producen en menor medida, o ni siquiera producen, los biocatalizadores mentados con lo cual su acceso al estado de trompa como un piano es inmediato. En cualquier caso, como en tantas cosas, cada individuo es un mundo y no todos tenemos la misma tolerancia al alcohol, la mía era muchísima, ni todos los organismos producen en igual cantidad sustancias como las proteinas citadas. Puede, por tanto, que esta no producción sea el caso del heróico y ejemplar profesor que fue detenido con una tasa superior a 0,8 mg/l, comenzando a abandonarse la locuacidad, euforia, desinhibición y conducta impulsiva propias del inicio del estado de embriaguez para ir entrando en la irritabilidad, agitación, somnolencia, cefalea, disartria, ataxia y dismetría que caracterizan una melopea de museo.
Son muchas las alteraciones que la ingesta prolongada de alcohol, en general de cualquier clase de droga, produce en el comportamiento de las personas, No sé si es el caso de este heróico caballero, desconozco, y no me interesan, sus usos y costumbres. Sólo puedo juzgarle por lo que ha ido diciendo por radios y televisiones desde que se hizo famoso y fue condecorado. Y mi juicio no puede ser más negativo, muestra una personalidad intolerante y agresiva, al menos verbalmente, que el consumo de alcohol no puede hacer otra cosa que potenciar. Este comportamiento me hace dudar, seriamente, de cual fue su comportamiento, mas allá de la obviedad de las imágenes mostradas, el día que se hizo famoso. Nunca sabremos cual fue su tasa de alcohol ese día, pero yo estoy convencido de que las palabras dirigidas al evidente agresor fueron cualquier cosa menos conciliadoras. Parece ser que el cargo para el que fue nombrado por Esperanza Aguirre, en una decisión que se demostrado poco meditada, cuando no abiertamente demagógica, desparece y no hace falta que este sujeto dimita, indirectamente se le cesa. Pero no deja de ser preocupante que siga apareciendo como generador de opinión al participar en tertulias y coloquios, siempre incitando al odio y la violencia y lo que es peor, muchísimo peor, definitivamente estremecedor es que siga ejerciendo de profesor universitario. ¿Que puede enseñar un fulano como ese? Ni borracho ni sereno debería estar autorizado a que sus opiniones, siempre contrarias a la convivencia, siempre incitando a la violencia, tengan difusión en un templo del saber como debería ser la Universidad. Conviene recordar su intento de ser autorizado a portar un arma de fuego, ¡dios mio, que peligro!. Las autoridades académicas deberían, de inmediato, abrir el correspondiente expediente informativo que determinara si este señor reune las condiciones para impartir enseñanzas en una sociedad que se autocalifica como democrática. Sinceramente, individuos como este sobran en la vida pública.