lunes, 25 de mayo de 2015

Sin paliativos

Derrota sin paliativos, escenario preocupante.
Podría recurrir a excusas de mal pagador: la bronca interna de IU no ha ayudado a pequeñas Asambleas como la de Alpedrete, la figura del médico, y en parte su campaña se ha basado en ello, ha saltado por encima de su posible valía como concejal o incluso alcalde y habría más si me pusiera a rebuscar, que lo hagan otros.
Creo, sinceramente, sin que sea una postura de cara a la galería, que el principal, y puede que único, responsable del tremendo fracaso cosechado por Izquierda Unida de Alpedrete, y el espacio que patrocinaba, Alpedrete en Común, soy yo mismo, sin paños calientes.
Tengo que empezar diciendo que mi primer error, un error que no es pequeño, es haber mantenido la ficción de que la Asamblea de IU de Alpedrete existía, y eso es algo falso, ya lo era cuando me hice cargo de la coordinación, y tuve que hacerlo porque no había nadie que quisiera, pero yo no he contribuido, ni mucho menos a mejorar esa situación. Esa ficción de mantener como existente una organización que no existe, ha hecho que, claramente, como organización, no a título personal, hayamos carecido de capacidad para tejer una red de influencia política que nos permitiera afrontar un proceso electoral con unas ciertas garantías. Mientras IU como marca electoral era un valor en alza a nosotros, en Alpedrete, esa debilidad orgánica parecía no afectarnos, pero ha bastado que la marca IU comenzara a cotizar a la baja para que nos hayamos hundido estrepitosamente. Cuando, antes de última Asamblea Regional, fui derrotado dentro de la propia Asamblea, que decidió apoyar un documento diferente al que yo apoyaba, no fui capaz, a pesar de que la presenté, de mantener mi dimisión como Coordinador al no haber nadie dispuesto a hacerse cargo de ella. Hoy veo con claridad que debería haber forzado que fuera la dirección regional la que, a través de una gestora o de la forma estatutariamente pertinente, se hiciera cargo de la Asamblea, no sé si así se hubiera conseguido revitalizar la Asamblea pero desde luego yo no me habría abrasado como lo he hecho.
No ha sido tampoco menor el error cometido a la hora de interactuar en el escenario político generado tras el 15M, con el agravante, y eso creo que me descalifica definitivamente como coordinador, de que ni puedo, ni quiero, aprender a hacerlo de otra manera. No me gustó ni mucho ni poco, nada, lo que flotaba en el ambiente de la primera asamblea del 15M, bastante concurrida y no como las que fueron sucediéndose, me siento ajeno a esa estética de manos agitándose, antebrazos cruzados o puños girando uno entorno al otro. Y no hecho ningún esfuerzo por disimularlo, he dejado que otros, que hoy nos han propiciado una severa paliza, lo hegemonizaran sin oposición, aunque tengo serias dudas de que de haberlo intentado hubiera conseguido algo. No es mi estética, y se me nota, no es mi idioma y no hago ningún esfuerzo por aprenderlo. Una incomodidad, que sigue siendo, creo yo, el mismo error, que se repite cuando tengo que participar en lugares como La Fábrica u otros similares.
Lo ya señalado, en sí mismo, me descalificaría para ocupar tanto la coordinación de la asamblea local como la secretaría política de la Agrupación, responsabilidad que, igualmente, ocupo porque no hay otro, pero es que, creo yo, hay más razones:
No supe defender con la suficiente contundencia, en el marco de la campaña electoral de Alpedrete en Común, la presencia de las siglas IU , y con ellas las de nuestro coaligado RPS, tanto en carteles y dípticos como en la propia papeleta, es más, a día de hoy, y en mi descargo podría decir que "a tiro pasado cualquiera predice", tengo claro que si hubiéramos acudido directamente con la etiqueta IU-RPS, hubiéramos obtenido mejores resultados, sin ser, ni mucho menos, buenos, como ha podido ocurrir en otros lugares en los que, acudiendo como IU-LV, al menos han capeado el temporal. Tuve miedo de que los compañeros no afiliados de Alpedrete en Común no se sintieran cómodos, hoy estoy seguro de que los que han participado activamente en la campaña se hubieran sentido, igualmente, cómodos, y los que no han participado...pues eso.
Tampoco supe aclarar debidamente, aunque eso sí lo he intentado, en el marco de una campaña sucia y calumniosa, lo acaecido en las elecciones de 2011 con la Alternativa Ciudadana de Alpedrete. Con una actitud claramente dolosa, en el plano moral, se ha querido extender, y se ha conseguido, la idea de que fui yo, en colaboración con las oscuras fuerzas de IUCM, quien dio una especie de golpe de estado para colocarme yo de cabeza de lista. Y no fue así, la JEZ rechazó esa denominación, e hizo bien en rechazarle, porque los encargados de ajustar el proceso jurídicamente, y por una vez no me culpabilizo, lo hicieron, porque no sabían o nadie les asesoró, mal, muy mal. Nunca se registró, en el periodo que marca la ley electoral, esa coalición por lo que, a la hora de presentar la lista era imposible hacerlo. Sin embargo ha habido una campaña en mi contra que yo no he sabido desactivar, y aunque pelear contra la calumnia es complejo,  esa también es responsabilidad mía.
No quiero aparecer como un falso mártir, no lo soy, pero, a día de hoy, y creo que durante mucho tiempo, me siento sin fuerzas para tirar del carro en la dura travesía del desierto que se avecina.

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