El tribunal supremo ha rebajado a tres años la pena de doce impuesta por la audiencia nacional por un delito de opinión a Ignacio de Juana. Intenta con ello el alto tribunal arreglar el desafuero que suponía condenar a doce años , por la publicación de dos artículos, a un sujeto que acababa de cumplir dieciocho por haber asesinado a veinticinco personas. El supremo
"se la ha cogido con papel de fumar" a la hora de dictar la condena, dado que de Juana lleva dos años en prisión preventiva, es decir dos tercios de la condena, con lo cual podrá acceder fácilmente al tercer grado o incluso a la libertad condicional. Una sentencia absolutoria, como al parecer querían una minoría de los magistrados, hubiera creado un problema jurídico y social, por otra parte mantener la condena o aumentarla (la AVT e inicialmente la propia fiscalía habían pedido noventa y seis años) era suministrar munición innecesaria a la autodenominada
izquierda abertzale ( nunca he tenido muy claro si son dos términos antitéticos ) para seguir alimentando su estrategia de
kale borroka. En este sentido la sentencia del tribunal ha sido
políticamente correcta intentando contentar a todo el mundo, lo cual quiere decir que no sólo ha habido criterios estríctamente jurídicos. No por ello va cesar el ruido dado que la pelota ahora está en el tejado de Instituciones Penitenciarias ( primera bronca para el nuevo ministro de justicia), y si suaviza la situación de de Juana, la
Brunete mediática y el PP van a sacar toda su munición. Creo que deberíamos alegrarnos de que de Juana salga libre, y vivo. No por la simpatia que despierte el personaje, a mi ninguna por más que una de sus víctimas fuera el comandante Sáenz de Yniestrillas ( la pena de muerte nunca, incluso para personajes tan abyectos, y menos sin juicio), sino porque trae un poco de sentido común, que ahora, sin duda, es de lo que más necesitamos.
3 comentarios:
Efectivamente, don Javier, razón lleva al alegrarse de la rebaja en la condena. Desde el mismo momento en que el Supremo dictaminó, en los medios de comunicación se han empezado a mover las fichas, cada cual en el sentido que prefiere.
En los medios más afines al Gobierno se ha empezado a recordar casos de excarcelaciones, terceros grados, etc. de casos anteriores, en España o fuera del país.
Yo creo que políticamente sería mucho más útil un tercer grado (quizás no tanto como la condicional), ya que como gesto sería suficiente para dejar abierta esa puerta que la vicepresidenta tanto se preocupó de calificar de "definitivamente cerrada" hace unos días en la entrevista que le hicieron en El País.
En cuanto a la referencia al nuevo ministro de Justicia, efectivamente, es un marrón, pero si es cierto lo que se cuenta de él, también va a ser la primera oportunidad de sentarle la mano al PP.
Toda la gente que cree en el Estado de Derecho debe alegrarse de la rebaja de la pena, independientemente del individuo. Los doce años era clara y llanamente una venganza.
Con respecto al nuevo ministro, estoy contento, me parece que éste no se va a callar y en el año que le queda va a condescender poco y plantar cara bastante, que ya hace falta.
Si en el tema del terrorismo se hubiera echado para adelante y no se hubieran acojonado por el PP, casi seguro que no estabamos así, otra vez a empezar.
Salud y República
De acuerdo con usted.
Yo soy de los que me alegro.
Y lo del nuevo ministro ex-cirro..mmmmm esto promete!!!
Bienvenidas para usted!
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