miércoles, 7 de mayo de 2008

Morir de éxito: El drama del Pp

Sabido es que no soy especialmente admirador de este sistema político que padecemos, al que la mayoría llamais democracia parlamentaria, y vuestras razones tendreis que yo no voy a discutir aquí y ahora, y que yo llamo, y también tengo mis razones, sistema capitalista, con , de forma innegable, fuertes libertades tanto individuales como colectivas. Para mí, y es evidentemente materia opinable, los términos capitalismo y democracia, son antitéticos, llámese al capitalismo como más guste: libre empresa, economía de mercado, estado del bienestar, etc..., en todos ellos los medios de producción están en manos de una minoría, que es la que tiene el poder económico, que, en el fondo, es lo que sustenta el poder político.
A pesar de lo expresado en el párrafo anterior, uno no puede sustraerse al hecho, desgraciadamente objetivo de que, dado que uno no puede cambiar las reglas del juego, no porque no quiera, sino porque no cuenta, de momento, con fuerzas suficientes para hacerlo, tiene que jugar con las vigentes, que no son otras que estas tan monas y aparentes de elegir diputados, senadores, diputados autonómicos, procuradores, concejales, tan aseaditos ellos, tan pulcros, tan limpitos, tan en su papel de elegir presidentes, ministros, presidentes autonómicos, alcaldes, más aseaditos todavía. Es el juguetito que nos regalan los poderes económicos reales, para que disfrutemos con la ficción de que tenemos alguna influencia en la política que gobierna nuestro mundo mundial.
Dicen los expertos en el jueguecito de marras que lo ideal es que haya dos jugadores potentes, con capacidad de ganar, y en el transcurso del juego, las propias reglas iran haciendo abandonar a jugadores poco avezados. Estamos en España, pués, en la situación ideal, con dos únicas formaciones políticas con capacidad de triunfo, el Pp y el PSOE, los demás a alumbrar el parto.
El resultado de las últimas elecciones ha provocado un auténtico remanso de paz en el partido ganador, el PSOE, y en un enorme revuelo en el derrotado, el Pp, que se está doliendo de la derrota, por más que en 2008 han sacado casi un millón de votos más que en 2004, además de ciento cincuenta y tantos diputados. Me pregunto yo , ¿Como estarían, si , como nos ha pasado a los comunistas, se hubieran convertido en fuerza extraparlamentaria? (Siendo realistas, en la anterior legislatura tambien fuimos extraparlamentarios). Lo de Puerto Hurraco hubiera sido una broma en comparación con lo que hubiera pasado en Génova.
¿Cuál es el problema del Pp?, yo diría más bien su drama, que cuanto más éxito tienen más pierden.
¿Porqué? Porque su estrategia para llegar a los más de diez millones de votos: oposición dura en alianza con los sectores mas reaccionarios de la sociedad, la AVT, la jerarquía episcopal, el foro de la familia, el foro de Ermua, etc..., acojona de tal manera al resto de la sociedad, que se mire como se mire somos mayoría, que vota masivamente al PSOE, dejando literalmente en pelotas a la izquierda más radical, más auténticamente transformadora, o eso creo que eramos. ¡Joder ! Si hasta Rosa Aguilar , alcaldesa de Córdoba elegida en las listas de Iu, votó al PSOE, ella dice que en las listas al Senado, pero yo me reservo mi derecho de no creerla. Resumiendo, su feroz oposición, no dejando títere con cabeza, a quien realmente ha perjudicado es Iu, pues los votantes de esta, o al menos muchos, tuvieron tal pirrilera , la verdad es que uno se imaginaba a Martínez-Pujalte con responsabilidades de gobierno y se le paraban los pulsos y se le helaban las venas, que trasladaron su voto al PSOE, la errática política del grupo parlamentario IU-ICV, coalboró lo suyo.
No es normal que España sea un islote en el que ganan los reformistas de centroizquierda, totalmente derrotados en el resto de Europa, Schröder por Merkel, Royal por Sarkozy, Veltroni por Berlusconi y , próximamente, Brown por Cameron y así sucesivamente. Algo tendrán que hacer, digo yo, los conservadores españoles para ponerse al ritmo europeo. Algo habremos hecho mal osó decir Ruiz-Gallardón en el congresillo de 2004, y casi se lo comen los guardianes de las ortodoxas esencias.
No tengo yo, que conste, especial interés en que el Pp se recomponga y se convierta en un partido con posibilidades reales de gobernar, por mí que sigan en la oposición hasta la devolución del peñón de Gibraltar, pero, a tenor de lo anteriormente expuesto, un clima menos tenso, nos permitiría, a los comunistas, transmitir nuestras posiciones con serenidad, podríamos hacer oposición a la política reformista que, sin duda alguna, va a practicar Rodríguez Zapatero, sin que se nos acuse permanentemente de hacer una pinza con la derecha. Reitero que tengo poca confianza en el sistema, pero además a un parlamento en el que el PCE no está representado llego a cuestionarle la legimitidad. Mi deseo, entonces, de que el Pp se recomponga, se convierta en un partido homologable a los que comparten con él mesa y mantel en el PPE, es un deseo interesado, que también quede claro. Y esto ocurre porque soy incapaz de alegrarme en abstracto con el triunfo de una izquierda que sólo tiene de eso el nombre, y suelo acertar, desgraciadamente. En marzo de 2004, Gaspar Llamazares, tras los resultados electorales, manifestó un sentimiento agridulce, por un lado se acababa la pesadilla Azores , pero al mismo tiempo los resultados de Iu eran desesperanzadores, con tres diputados, ninguno de ellos del PCE, lo cual , en mi caso acentuaba lo agri sobre lo dulce.
Pero estoy suponiendo, y puede que sea suponer demasiado, que una reconducción, al menos formal, del Pp a posiciones templadas iba a aumentar sus posibilidades de triunfo, cuando las encuestas no dicen exactamente eso. En el periodo 2004-2008, los momentos en los que el Pp estuvo más cerca del PSOE, coincidieron con los de máxima tensión en el Parlamento y en la calle, con de Juana Chaos en semilibertad y Francisco José Alcaraz rebuznando con toda potencia. Desde el punto de vista aritmético, bastaría con que el Pp modificara su estrategia en Cataluña, donde el PSC le ha sacado la friolera de 17 escaños, para amenazar seriamente a los socialistas, sin modificar los resultados del resto del Estado. Bastaría con dejar de decir estupideces sobre las supuestas amenazas al castellano, retirar el recurso sobre el Estatut, y poco más que es lo que postula Montserrat Nebrera, sin ir más lejos, para que tan abismal diferencia se acortase sensiblemente, sin tener en cuenta otros factores, con Josep Piqué , Mariano Rajoy estaría en la Moncloa. Pero, y entramos en lo dramático, hay que tener en cuenta esos otros factores, y el más importante es :¿Qué efecto hubiera tenido en el resto del estado ese cambio en Cataluña?. Aunque nadie, por aquello de lo políticamente correcto, quiere reconocer su existencia, esta nuestra España, contiene muchísimos franquistas , aunque muchos de ellos no lo sepan, son los que, de ser franceses, votarían sin pudor a Le pen, son los que se apuntan inmediatamente al discurso xenófobo, "Si quieren venir a trabajar que vengan, pero con contrato", y sobre todo añoran la España una, grande y libre. Y es probable, no puedo asegurarlo, francamente no lo sé, que esos millones, ¿uno?, ¿dos? ,¿tres?, quizás ¿cuatro? , es difícil de estimar, de energúmenos se sienten comodísimos con el discurso anti-catalán, y si al PP se le ocurre cambiar el ritmo, puede que les dé por no votar, o por votar cosas raras. Cuando se produjo la refundación del PP, sobre el robusto armazón de la Alianza Popular de Fraga, los brillantísimos analistas políticos pontificaron que uno de los activos del nuevo partido estaba en que habían constreñido al franquismo irreductible con el corsé democrático del Partido. Hoy da la sensación de que ese segmento sociológicamente franquista de la sociedad hipoteca, en gran medida, la acción política del Partido. Pudo el PP en el gobierno, es decir pudo José María Aznar, haber desactivado el sector político de los populares que representa a esa parte cavernícola de la sociedad, y pareció que iba hacerlo durante la primera legislatura, cuando el necesario acuerdo con Jordi Pujol, modificó modos y maneras en el PP. Pero la siguiente mayoría, esta vez absolutamente absoluta, rescató del líder popular su íntimo deseo de convertirse en Cesar Imperator y para ello necesitó las legiones más curtidas, y volvieron banderas victoriosas y en España volvió a amanecer.
Hoy tiene difícil el PP resituarse, el poder económico, el poder real, al que la "Educación para la ciudadanía", "los matrimonios homosexuales" y la "ley del aborto" les importa poco o nada, está comodísimo con el PSOE, y con los sindicatos mayoritarios que ¡hay que joderse!, porque no le pisan los callos y aseguran cierta paz social, este poder económico, repito, no va a echarles un mano, es más les ha colocado un mercachifle, un mal vendedor de seguros como Manuel Pizarro. Difícil lo tienen, muy difícil.

2 comentarios:

Osaposa dijo...

Sigue Ud., siendo demasiado denso para algunos, y en ocasiones erratico. Yo estando de acuerdo con Ud., me produen sudores frios el fortalecimiento del Pp como lo llama Ud, ya que seria PP, pues es un nombre propio, a lo que nos interesa, yo sufrir otros 8 años de PP, me supondria plantetarme emigrar, solo me sujetan varios accidentes muy importantes, mi hijo, mi madre y el trabajo, ya que la "movilidad" europea para los cincuentones es inexistente. El retroceso social con el Sr. Aznar, fue de tal calibre que me plantee que Franco estaria encantado y que habia vuelto a los 60/70, con lo que mi angustial vital era tremenda, casi vuelvo a pasar por las crisis existencialistas. Yo no estoy de acuerdo para nada con el PSOE, me parece tan blandiblu, que me produce erisipela, pero entre unos y otros, la erisipela no es nada comparado con la muerte lenta y sin paliativos, de lo que Ud., para su desgracia sabe bastante. Sobre la desgracia de IU, y en concreto PCE, parece que siempre estan a la cola, aunque tengan mas votos que algunos otros, dado la ley innombrable, pero consuelese otros ni existimos en el panorama actual. Anoche vi en la Sexta un reportaje sobre Mayo del 68, y todos coincidian en opinar que no se consiguio nada, tambien me sorprendio por la mañana que los estudiantes universitarios españoles habian hecho una huelga, cosa que sin saber porque me resulto agradable y dulce, recordandome otros tiempos e intendando ver un rayo de esperanza, pensando que a lo mejor (no a lo mojo) hay una revitalizacion de las ideas y de los intereses sobre la dignidad, algo que estamos perdiendo, ya que se diluye en el panorama politico actual, que es lo que Ud., define brevemente y a mi me resulta dificl y triste definir. Con ambas cosas comparto con Ud., el sabor agridulce.
Dado el dia tan señalado que es hoy, me despido con una nueva modalidad.
Salud y Fregona

HIPATIA dijo...

En anterior entrada “Politica de inmigración (miércoles 30 de abril de 2008” le mostraba mi total acuerdo con usted. Hoy no puedo escribir lo mismo.
Mi análisis es algo diferente:
- No desea debatir hoy sobre sistemas políticos. En anterior ocasión tengo expuesta en este blog algunas de mis ideas sobre el asunto. Sólo apunto una idea: es cierto que el poder político está condicionado por el poder económico (lo que hace inviable la necesaria independencia del poder político para cumplir correctamente con su función de intervenir corrigiendo los excesos del libre mercado), pero hoy NO es cierto que los propietarios de los medios de producción detenten el poder económico, especialmente en los paises de economía post-industrial. En estas economías la apropiación de las plusvalías no se produce en el tiempo de trabajo (en las fábricas) sino en el tiempo de ocio (en los centros comerciales y de ocio).

- Si se pueden cambiar las reglas de juego. Lo primero es no aceptarlas negándose a jugar. Y lo segundo buscar compañeros que quieran compartir otro juego con otras reglas.

- NO, el poder económico no regala ningún juguetito. La DEMOCRACIA no es un juguete que el poder económico aprecie. Su interés, como la historia pasada y actual muestra, sería un sistema autoritario de orden social y represión de las libertades públicas.

- Su análisis de la situación en el PP es parcialmente acertado. Lo que usted apunta es cierto, pero no completo. Hay más circunstancias a considerar.

- En cuanto a su valoración de ausencia de medidas de izquierda en la política del Psoe, come le indiqué en anterior ocasión, totalmente de acuerdo.