martes, 30 de septiembre de 2008

Capítulo I:Hoc volo, sic jubeo, sit pro ratione voluntas

De tener un escudo nobiliario, que yo sepa no lo tiene porque el trasiego de cementos, yesos, baldosas y azulejos nunca aportó grandeza de España, bien podría servir el título del capítulo como frase inscrita en el blasón, aunque también podría servir la de Humiliate capita vestra . Si nuestra alcalda hubiese estudiado latín, lo cual desconozco, y , lo que es más importante, hubiera entendido algo de lo estudiado de tan bellísima lengua clásica, algo absolutamente imposible conociendo al personaje, siquiera de refilón, se sentiría cómoda con cualquiera de los lemas, el primero porque, efectivamente, son sus deseos los que marcan su razonamiento, importándole un pito los deseos de los demás de los que únicamente espera que, tal y como reza el segundo latinajo, humillen su cabeza sin protestar, ni siquiera de forma testimonial. No soy un experto en psicología, aunque creo que los que han estudiado tan curiosa disciplina tampoco lo son en nada, salvo el noble arte de la charlatanería, por lo cual desconozco el mecanismo exacto por el que la lucecita del Pardo insufló toda su energía en el alma de nuestra alcalda ¿Acaso fue mientras esperaba contemplar el catafalco con la momia del general rebelde? ¿O medió el Espíritu Santo , tan aficionado él a travestirse de paloma, el que la derramó, la energía se entiende, en forma de lengua de fuego como si se tratara de un nuevo Pentecostés ? Yo me inclino por la segunda opción quizás porque me imagino el momento como extraordinariamente místico, y a mí , últimamente, lo místico me pone:
Imaginarse al Comité Local del Partido Popular de Alpedrete tránsido mientras cuarenta años de autoritarismo, intolerancia, desprecio a lo distinto, insulto a la inteligencia e insumisión a la educación, se derraman sobre sus cabezas como una ciencia difusa que les proporciona toda la amargura y mala leche, derivada de sus múltiples complejos, muchos de ellos relacionados con su hombría, que guardaba, como fuente de su fuerza interior, el abominable hombrecillo del Pardo. Ha suplido con creces nuestra alcalda las carencias que pudiera tener el actual inquilino del Valle de los Caídos, y con un suave ejercicio imaginativo, uno puede imaginársela con fajín y gorra de plato arengando a sus tropas, que , evidentemente, no son otras que el conjunto de los pobladores de Alpedrete que bajo su imperial mandato pierden las características del ciudadano en plena posesión de sus derechos para pasar a ser personal militarizado que no tiene más derecho que el deber de obedecer. En estas arengas, que lo mismo lanza en la última intervención sin derecho a réplica que se reserva en todos los puntos del orden del día de los plenos municipales, tanto ordinarios como extraordinarios, que en alocuciones a sus cadenas amigas la COPE y Canal7, no le tiembla la voz como al ferrolano, sino que sus afirmaciones resuenan como trallazos de domador, en su caso domadora, por más que su veracidad pueda ser más que dudosa, sin ir más lejos en el pleno en que este humilde exciudadano tomó posesión como concejal, adjudicó al tenista Rafael Nadal su condición de madrileño sin que le temblaran ni la voz ni el pulso. Impavidum ferient ruinae. Por cierto que concejal es el miembro del concejo, y concejo procede de Concilium , reunión o asamblea, y os puedo asegurar que la actitud de la alcalda puede calificarse de cualquier cosa menos de conciliadora. Una vez resuelto el orígen del carácter de nuestra simpar protagonista, continuaré en el próximo capitulo.

6 comentarios:

Gracchus Babeuf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
RGAlmazán dijo...

Oiga, D. Bolche, veo que desde su condición de concejal ya no le llama:
La Petarda, apelativo que me gusta y que parece que ha caído en desuso. ¡Pobrecilla, tener que luchar contra las hordes moscovitas!

Salud y República

J. G Centeno dijo...

No cabe duda de que el hecho de ocupar un cargo institucional modera el lenguaje, más que nada, porque el bolche, o sea yo,era un perfecto desconocido para doña María Soledad, y ahora tengo nombre y apellidos, sabe donde vivo e incluso donde trabajo. Además sé de muy buena tinta que lee este blog. No es miedo, es precaución

Gracchus Babeuf dijo...

Cómo se le nota su condición de comunista resentido: Si la Petarda dice que Nadal es madrileño, pues es madrileño, resida en Manacor, Andorra La Vella o Mónaco.

Carlitos Buenaventura dijo...

¿Dónde puedo adquirir para mi localidad una alcaldesa, o alcalde en su defecto, con ese "pedigree"? ¿Conocéis alguna web donde pueda admirar tamaños ejemplares?
Salud, camarada Bolche

J. G Centeno dijo...

¡Bienvenido Bottle! Los friquicamaradas son siempre bien recibidos