jueves, 22 de febrero de 2007

Italia, la izquierda complicada

Romano Prodi ha presentado su dimisión, como primer ministro, a Giorgio Napolitano, presidente de la República Italiana, después de perder en el Senado una votación propuesta por su ministro de Asuntos Exteriores, Massimo D'Alema, para respaldar la política del Gobierno en Afganistán, donde Italia tiene desplegados cerca de dos mil efectivos. Se espera que Napolitano encargue de nuevo a Prodi la formación de Gobierno. Hasta aquí, una escueta información de lo sucedido, pero no podremos saber que ha ocurrido realmente si no conocemos, aunque sea superficialmente, las características de las fuerzas políticas que hasta ahora han sostenido al Gobierno Prodi. Para empezar, la fuerza parlamentaria que apoyaba a Prodi no es una coalición al uso, sino más bien una coalición de coaliciones. La primera de las amalgamas se produce entre los herederos de la vieja Democracia Cristiana, la Union Democrática por Europa (UDEUR) del propio Prodi y la llamada Margarita, con los socialdemócratas del DS, matrimonio muy bien visto, por cierto, por Montezemolo, mano de derecha de Agnelli y portavoz de la patronal CONFINDUSTRIA que hasta ese momento había apoyado sin fisuras a la Casa de las Libertades de il cavvaliere Berlusconi. Pero este matrimonio de centro-izquierda, bastante bien avenido, no se bastaba por si mismo para derrotar a Forza Italia, que electoralmente es el primer partido de Italia, y a sus aliados de la Liga Norte y la Alianza Nacional, necesitaba, para ganar, el concurso de la izquierda, es decir de Los Verdes, del Partido de Refundación Comunista (PRC), y de una escisión suya, llamada Partido de los Comunistas Italianos (PdCI) ,nacida cuando Fausto Bertinotti dejó caer en 1998 a la anterior experiencia de gobierno de Prodi, . Asi nació l'unione. Y no creamos que ahí acaba todo, ni mucho menos, porque el PRC no es un partido comunista clásico al uso. Dentro de él conviven diversas tendencias, algunas con mucha representatividad, como Essere Comunisti L'Ernesto, con Claudio Grassi, que siempre ha estado en contra de la intervención de Italia en Afganistán, como principal referente, y que obtuvo un 26% en el congreso del PRC en Venecia, o Erre-Sinistra Critica que es, ni más ni menos que la "Sección Italiana del Secretariado Unificado de la IV Internacional" , para entendernos los "troskos" de toda la vida, y que obtuvieron en ese mismo congreso en torno a un 7%. Se da la circunstancia de que su figura más significativa es Salvatore Cannavo es diputado y portavoz del PRC en la comisión de defensa del Congreso, además de miembro del Buró Ejecutivo del SU. Y tiene todavía Fausto Bertinotti dos corrientes opositoras más: l'Associazone Marxista Rivoluzionaria Progetto Comunista de Marco Ferrando y los seguidores de Falce Martello cercanos a la International Marxist Tendency grantista, aunque no se si Ferrando ha abandonado definitivamente el proyecto de Refundación Comunista, y es que seguir el día a día de los entresijos de la izquierda italiana necesita dedicarle tiempo, del que no siempre se dispone. En cualquier caso, ni al desaparecido Enrico Berlinguer, padre del Eurocomunismo ( ¿alguien se acuerda, a estas alturas, de aquel engendro ideológico?.., pero de eso hablaremos otro dia), se hubiera atrevido a un Compromesso storico tan amplio, desde democristianos a trotskistas, . Pero el sumar ha podido servir, y ha sí ha sido, para apartar a Berlusconi del poder, pero gobernar es otra cosa, es algo que necesita un mínimo de coherencia, y eso, hoy por hoy, es imposible en el batiburrillo en que se mueve hoy la izquierda italiana.
Salute e viva la Reppublica italiana! (y la española, claro)

1 comentario:

RGAlmazán dijo...

Veo con placer que tiene Ud. un amplio conocimiento de Italia, país al que yo adoro y sigo también de cerca. EStá Ud. en lo cierto. La cuestión por resumir es que mientras que en la derecha hay fuerzas que podrían ser muy dispares como Forza Italia --derecha tradicional económica con una parte de la antigua democracia cristiana--, Alianza Nazionale --claramente neofascista-- y la Liga Norte --secesionista del norte--, son capaces de unirse por intereses claros: intereses económicos capitalistas.
Mientras que la coalición de izquierda es una amalgama difícilmente compatible que antepone la ideología y desde luego es difícil hacer coincidir a Refundazione Comunista con la Margarita o los otros herederos de la antigua DC o el PSI. En fin intereses particulares contra principios ideológicos. Difícil porvenir el de Italia, desgraciadamente.

Salud y República