Me he tomado un periodo, no demasiado largo, de reflexión desde que el domingo, tal y como, en principio, yo deseaba, saliera elegido Cayo Lara, como coordinador (un cargo que, en principio, no debería tener más función que la de coordinar el órgano que le elige como tal). Quizás hubiera debido tomarme más tiempo pero una entrada del kabileño de Rivas, al que a veces mandamos a la costa catalana para que nos deje en paz, con la que, y a pesar de apoyar opciones distintas dentro de IU, estoy de acuerdo en un elevadísimo porcentaje, lo cual quiere decir, sin ningún género de dudas, que este compañero está basculando hacia posiciones correctas, y el día menos pensado pide su entrada en el PCE, yo le avalaré sin dudarlo, y en el terreno futbolístico abandona ese mediocre equipo de camisetas mal lavadas, para encontrar el placer de disfrutar de un fútbol de calidad con el que siempre ha sido el equipo de mis amores la A. S. Livorno que se debate, injustamente, en la serie B del calcio (Los comunistas somos como los de Bilbao e interpretamos la realidad como nos sale de los ovarios ¿Pasa algo?), una entrada del Kabileño, decía antes de enrollarme como en mí es habitual, me ha impulsado a dar mi opinión. Son muchas las preocupaciones que me suscita la nueva dirección, más allá de que creo que Cayo puede ser un excelente coordinador si le dejan, y es que la nueva dirección es cualquier cosa menos nueva, el porcentaje de nombres procedentes de la anterior dirección es increíble. Es decir el porcentaje de compañeros y compañeras, más de lo primero que de lo segundo, que son responsables de la errática trayectoria de IU, ¿o es que Gaspar Llamazares ha sido el único responsable? ¿Los demás que eran, todos sordos o mudos?. Está muy bien Cayo, y evidentemente en él hay renovación mezclada con experiencia, pero ¡Coño y los demás santones! Eso me preocupa porque hay unos cuantos y cuantas, y no voy a decir nombres porque de sobra sabeis lo que pienso, que deberían volver a la militancia de base y a ganarse el cocido fuera de la organización. Estoy de acuerdo con todos los que manifiestan que :"En IU no sobra nadie y faltan muchos", pero una cosa es no sobrar y otra cosa es la dirección permanente. Hay muchos compañeros dispuestos a dar un paso al frente pero para eso tiene que haber otros que lo den atrás, de buena fe , porque un correcto análisis político asó lo determina, y no a banquetazos que es lo que genera tensiones. Y en ese sentido tengo que aplaudir a Paco (Francesc) Frutos , que no sólo no ha entrado en la dirección, sino que tampoco lo va a hacer en el próximo congreso del PCE. Era yo muy joven, en edad se entiende, cuando el ministerio que que desempañaba el hoy demócrata Fraga Iribarne secuestró una edición del periódico Madrid, posteriormente volado por su sucesor, por un artículo de Rafael Calvo Serer, referido a la retirada de Charles De Gaulle de la presidencia de la República Francesa, titulado retirarse a tiempo. ¿Tendrá vigencia ese artículo en nuestra IU de hoy?
En cualquier caso esto es lo que hay ¡Todos con Cayo! Estoy seguro de que el kabileño y otros que no le han apoyado estarán con él. ¿También todos lo que ahora le han apoyado?
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Hace 2 semanas
7 comentarios:
Oiga, D. Bolche, ya le avisaré cuando pretenda entrar en el PCE, (Partido de la Cultura Errante) para que me avale.
¿Y qué le parece lo de las mujeres y los jóvenes?, ¿ahí no dice nada? Oiga, ¿y del sexto puesto, tampoco, ni mu?
En fin, en lo de renovación de acuerdo. Y en lo de empujar todos, también. Y que Lenin (el de verdad, no su perro) reparta suerte.
Salud y República
Por más que me miro no soy ni mujer ni joven y para que lo sepa la A. S. Livorno está a un punto del ascenso.
Completamente de acuerdo con Ud.
En lo del Livorno, evidentemente.
Que grande Lucarelli... ;o)
IU esta caduca y el PCE mucho más, es mi opinión claro. Creo que sigue arrastrando tufillo neoestalinista desde la época de Anguita.
Sinceramente pienso que la izquierda a la izquierda debe pasar por la refundación de estructuras y la renovación completa de personas. El caso de Besancenot en Francia es el ejemplo a seguir, bueno esa es mi opinión, de lo contrario es preferible quedarse en el PSOE y tirar desde dentro (¡entrismo trotskista!).
Paco, está en su derecho de pensar lo que piensa, y yo en la obligación de decirle que está usted absolutamente equivocado. no voy a entrar en lo del tufo neoestalinista porque es uno de los muchos lugares comunes que utilizan los que no tienen argumentos de ninguna clase. Se trata de una percepción que, desde luego, no procede de un análisis científico, no es por tanto discutible, como no lo es el misterio de la Santísima Trinidad. Pero lo que si es discutible, por que hay elementos empíricos que lo demuestran, es que el entrismo habitualmente practicado por los trotsquistas sirva para algo. En España, y fuera de ella, todos los intentos de modificar la socialdemocracia desde dentro se han saldado con sonoros fracasos excepto para los que lo han intentado que, en muchas ocasiones han obtenido pingües beneficios. Pongamos por ejemplo a don Carlos Solchaga exmilitante de LCR que terminó como terminó, o más cercanamente Luis Felipe García Calvo también trosko de la Liga, compañero mío en el comité de empresa del INE, y que hoy es director general de la Función Pública en la Junta de Castilla La Mancha. Podrá usted argumentar y es cierto que ha habido militantes del PCE y el PSUC que han acabado en el PSOE, e incluso en el PP, pero la situación es radicalmente distinta, durante la dictadura el PCE acogió, acertada o equivocadamente, a todos aquellos, comunistas o no, que se oponían a la dictadura, acabada ésta cada cual se situó donde ideológicamente más a gusto. Alguien con tufo neoestalinista podría sacar a conclusión de que el trotsquismo siempre ha sido una ideología pequeñoburguesa trufada de un falso radicalismo, lo que explicaría, a diferencia del anarcosindicalismo, su escasa o nula influencia en el seno del movimiento obrero. Pero claro sería alguien que hubiese leído con atención, El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo de V. I. Lenin. Pero, insisto, sería alguien obsoleto, que no ha sabido evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos qe aconsejan el posibilismo, tras la caida del Muro de Berlín, alguien como Grosske, Nuet o Cayo, o como yo mismo.
..."en la obligación de decirle que está usted absolutamente equivocado" ¡Qué lujo de autoestima! ¡Enhorabuena y a cambiar el Mundo!
Es lo que tenemos los del tufo neoestalinista
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