He mantenido, como hago habitualmente cada mañana, una breve conversación telefónica con mi mujer, que está en su trabajo, suele ser una conversación rutinaria para saber como llevamos la mañana, amarrados, como estamos, al duro banco de una galera turquesa, pero héteme que esta mañana la he encontrado, utilizando un neologismo que creo de su invención, jodesta. El motivo de su malestar, se debía a un leve encontronazo que ha tenido con un compañero de su trabajo, este compañero de trabajo, Alpedreteño él, de los de toda la vida, según él, familiar de uno de los caciquillos de Alpedrete él, personal subalterno él, no se si de oficios o de exactamente qué, se ha dirigido a mi mujer (funcionaria del grupo A de la administración central del Estado) en términos para él jocosos, con esa inexistente gracia que suelen tener aquellos a los que la naturaleza ha dotado de poca inteligencia, y la perseverancia y el esfuerzo de poca cultura, para vanagloriarse del magnífico resultado que en las elecciones habían obtenido, ellos, el Pp se entiende, y el varapalo que nos hemos llevado nosotros, Iu obviamente, aunque intuyo que el término varapalo no está entre las, no creo que más de trescientas, palabras que este sujeto utiliza para expresarse. Para evitar interpretaciones interesadas hago constar que deliberadamente he hecho mención del puesto de trabajo que ocupa cada uno, no porque en mi ánimo esté, y él que me conoce lo sabe bien, el establecer ningún tipo de clasismo de índole intelectual sino por destacar la siempre simpática contradicción que supone que alguien con una remuneración que podríamos calificar sin exageración, como de mierda, esté orgulloso de que en su pueblo las elecciones las haya ganado, legítimamente, el Partido que, a mi juicio, menos puede defender sus intereses. En definitiva, no por muy repetido deja de ser cierto aquello de que No hay nada más estúpido que un obrero de derechas. He reflexionado durante un rato en el lugar idóneo para ello, es decir con los pantalones en los tobillos en un asiento blanco con agujero. Cuando he vuelto a mi puesto de trabajo me he puesto a curiosear en esta bitácora y al llegar al Rubicón de mi amigo Antonio en el que el, generalmente, educado Imperialista saca un tanto los pies del tiesto, permitiéndose el lujo de llamar pedorra a Uxue Barkos, y lo que puede que sea más grave mandando literalmente a fregar a Blanca. Tanto la respuesta del alpedreteño de toda la vida, a mi mujer (no tiene ni puta idea del charco en que se ha metido) como la de Imperialista a Blanca no son más que un síntoma de lo crecido que está el Pp y su entorno, fundamentalmente en la Comunidad de Madrid. En la medida de mis posibilidades, y supongo que más de una vez fallaré, intento no repetir comportamientos machistas, y falsamente caballerosos, del tipo "Como se meta usted con mi mujer caballerete se las tendrá que ver conmigo" , entre otras cosas porque me parecen patéticos. Mi mujer, socia y compañera de fatigas se sobra y basta solita para dar cumplida respuesta a quien como argumento para justificar su voto exhibe un supuesto pedigrí Alpedreteño de toda la vida, alguien que, con toda seguridad, se mostrará indignado con el hecho de que haya vascos que, desgraciadamente los hay, pretenden establecer dos tipos de ciudadanos vascos, aquellos que pueden presentar no menos de media docena de apellidos vascos y aquellos otros, maketos, que no aprueban el expediente de pureza de sangre. Pero puede que al Alpedreteño de toda la vida, le ocurra como a aquel que descubrió que llevaba toda la vida hablando en prosa sin saberlo. A lo mejor el Alpedreteño de toda la vida, descubre ahora que es una especie de abertzale del Guadarrama. No sería de extrañar, determinado tipo de tipo de nacionalismos, ¡ojo! no todos, regionalismos, provincianismos y cantonalismos responden al perfil intelectual de isidros, catilbos y gazaparullos. Podemos aplicar aquello de Quod natura non dat salamanca non praestat, que traducido al romance , que para los que no lo sepan es aquello que no es latín, es más o menos que al que la naturaleza no le ha dotado de muchas luces, no merece la pena perder el tiempo en explicaciones.
En definitiva, y a eso es a lo que quería llegar, están estos muchachos muy crecidos con su triunfo en la Comunidad de Madrid, y yo estoy dispuesto a reconocerselo las veces que haga falta porque ha sido incontestable y legítimo, pero que nadie ose desde las filas de la derecha ultramontana a pasarse un pelo, porque me vería obligado a utilizar armas que ellos ni saben que existen, como son la cultura, la educación, la inteligencia y la ironía, y para ellos me basta con la mitad de la neurona que tengo, la otra mitad, y mi mujer se llevará una alegría, la puedo utilizar para recordar que después de mear hay que, por este orden, sacudírsela bien, bajar la tapa, que previamente se había subido, tirar de la cadena, lavarse las manos y despues secárselas.
Rosendo, la vida con exceso
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Después de muchos años de contactos puntuales, un día nos llamó hace unos
dieciocho años y apareció por nuestra casa del Baix Ebre. Desde entonces
hasta...
Hace 5 días