martes, 22 de abril de 2008

¿Esperanza? No, Marianito

Era un anuncio de los primeros tiempos de la televisión, de mis primeros tiempos, de cuando la televisión entró en mi casa, para ver a Edson Arantes do Nascimento, Pelé, ganar en Méjico su tercer mundial. La casa anunciadora era Torredemer, la lana que no pica, que tenía una marca llamada Esmeralda; en el anuncio se veía una señora tejer, en color azul por supuesto, un jersey de recien nacido, y otra, mientras comprobaba la suavidad de la lana preguntaba: ---¿Esmeralda? , refiriéndose naturalmente a la marca de la lana. La tejedora, suponiendo, con toda lógica, que la pregunta iba dirigida a saber el nombre del futuro ciudadano o ciudadana, respondía, con toda naturalidad que no, que nada de Esmeralda, que con toda seguridad iba a ser Marianito. Lo cual era asegurar demasiado en una época en la que las técnicas de ecografía o amniocentesis estaban por descubrir, y en la que la canastilla solía hacerse mayoritariamente en color azul, es decir el de los niños, con el argumento de que una niña vestida de azulito tenía un pasar decente, mientras que un niño vestido de rosita tenía un futuro de maricón de no te menees. Y he escrito deliberadamente maricón, en lugar de gay u homosexual, porque era el término que se utilizaba en la época, y además era el que le gustaba al mejor cantante de copla española que ha habido jamás, Miguel de Molina, que antes de tener que huir a Argentina por su condición sexual jamás ocultada decía: Me gusta que me llamen maricón porque suena a campana. Tras toda esta parafernalía de colores y canastillas se escondía el íntimo deseo de que el ser que estaba por nacer fuera un niño, porque las niñas, mucho más que ahora, eran entonces ciudadanas de segunda categoría, cuando pertenecían a una clase social privilegiada, y de tercera, cuarta o quinta cuando se trataba de las clases sociales menos favorecidas. Es inevitable, y tampoco quiero evitarlo, para mí ,recurrir a la extracción social de un colectivo para caracterizar sus anhelos y necesidades, algo de lo que a veces adolece el feminismo más radical, queriendo meter en el mismo saco a Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, con alguna de las mujeres que varean aceituna en alguna de sus múltiples propiedades. Aprovecho el momento para dar un pequeño tirón de orejas a la Junta de Andalucía presidida por el también presidente del PSOE, Manuel Chaves, que tuvo la desfachatez de nombrar a la simpar aristócrata Andaluza ejemplar, Hija predilecta de Andalucía o un título análogo. Sobre estos temas de marxismo y feminismo tuve oportunidad, ha muchos años demasiados, de debatir largo y tendido con la muy admirada por mi, por muchísimas razones, Lidia Falcón, sin que nunca llegásemos a un acuerdo total, aunque modifiqué, de forma sustancial mi forma de ver el papel de la mujer.
Mi tradicional capacidad para liarme, para empezar hablando, o escribiendo, sobre una cosa y terminar divagando sobre otra ha hecho que comenzara con un anuncio de televisión de los años setenta, y estuviera, cuando me he interumpido a mi mismo de forma un tanto abrupta, empezando un debate sobre marxismo y feminismo que no estoy, en este momento, en condiciones de llevar a cabo.
El recuerdo de este anuncio, y sobre esto quiero que vaya esta entrada, y es que las entradas a veces tienen vida propia, esta evocación televisiva sobre Esmeralda, aquí trocada en Esperanza y Marianito, no trocado en nada porque la imaginación infantil puede convertir a un sapo en un príncipe, pero con un registrador de la propiedad de Santa Pola tiene poco que hacer, ha aparecido por la singular, de momento, batalla incruenta, también de momento, que se ha desatado entre Mariano Rajoy Brey, presidente del Partido Popular gracias al omnipotente dedazo, en exactas palabras del ilustre comunicador episcopal, Federico Jiménez Losantos, del anterior presidente José María Aznar López, designado igualmente por el dedo incorrupto de Manuel Fraga Iribarne, y la lideresa madrileña Esperanza Aguirre Gil de Biedma, no designada por nadie y que acumula un notable poder político derivado de sus tres, efectívamente tres, triunfos electorales al frente del Pp madrileño, si bien el primero de ellos necesitó el estrambote de los dos tránsfugas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Precisamente este incidente, que ha marcado de forma decisiva el imparable declive del socialismo madrileño, nos puede hacer pensar que tipo de enemiga puede ser la lideresa, cuando envida fuerte, puede llegar al órdago sin mover un músculo, sin delatar lo más mínimo su jugada, sin dejar pista alguna. Consciente, como es, de sus escasas posibilidades de ganar al presidente en un Congreso organizado por el entorno del propio presidente, prefiere ir madurándolo. Cuando Alberto Ruiz-Gallardón le plantó cara en el congreso del Pp madrileño que la aupó como presidenta del mismo, le trituró sin piedad, sabe muy bien, pués, lo difícil que es enfrentarse en solitario al aparato, y más en un partido como el Pp, que vivió, cuando aún era Alianza Popular, la rebelión de las bases que prefirieron a un populista simpático como Antonio Hernández Mancha frente a la solvencia intelectual de Miguel Herrero Rodríguez de Miñón. Tan negativa experiencia hizo que en los estatutos del refundado Pp apareciera un sistema que, en la práctica, impide que nadie se enfrente al aparato, son necesarios alrededor de seiscientos avales, con nombre y apellidos, lo cual, en caso de derrota del avalado, augura un futuro poco halagüeño en el Partido. De manera que, o mucho me equivoco, y aunque parezca increíble, puedo equivocarme, una de mis facultades divinas más importantes es mi capacidad de equivocarme y acertar al mismo tiempo y sobre la misma cuestión, la señora presidenta de la Comunidad de Madrid cree que no ha llegado su momento, su momento puede llegar dentro de tres años, cuando el pontevedrense registrador afincado en santa Pola, acumule inequívocas derrotas: europeas, vascas y gallegas, y digo inequívocas porque las más generales municipales y autonómicas son susceptibles de tantas lecturas que, al final, todo el mundo transmite la sensación de haber ganado. Otra cosa es que los medios de comunicación, de todos los colores y tendencias, esté deseando que se presente, pero creo, y si me he equivoco manifestaré inmediatamente lo contrario, que no va, nuestra presidenta, a presentar batalla de frente, ha colocado el combate exactamente donde quería, el congreso, este próximo congreso lo ganará Mariano Rajoy, pero dejándose demasiados pelos en la gatera.
En cualquier caso, aunque quieran aparentar lo contrario, hasta el momento estamos en un debate de nombres de personas, no de ideas, y menos de ideologías. En el programa de 59" , que por cierto debería llamarse 59 seg., dado que la anterior notación se emplea, exlusivamente, en la medición de ángulos y arcos, pero esta es otra cuestión, Esperanza Aguirre dejó muy claro, o yo soy muy listo, lo cual es innegable, "que no puede jugar porque no están repartidas las cartas" que "votará a Rajoy" pero que no cree en adhesiones inquebrantables, ni siquiera para ella ni mucho menos en posiciones inamovibles , "estatutariamente, dentro de tres años ha de celebrarse un congreso en el que se elegirá el candidato del 2012", más claro el agua.Excelente entrada la de Antonio Flórez asombrándose de la contumacia de los periodistas alli reunidos intentando extraer el titular imposible: "Esperanza Aguirre planta cara, abiertamente, a Mariano Rajoy en el congreso de Valencia". Ni de coña. Ahora bien, tampoco es de recibo es que doña Cuaresma quiera hacernos comulgar con ruedas de molino con un supuesto debate ideológico en torno a sus orígenes liberales junto a Pedro Swartz y José Antonio Segurado, en una interesante entrada nuestro afrancesado Babeuf pone en cuestión el carácter liberal de la Señora tanto en el aspecto económico como en el político, y como lo que otros ya han dicho suficientemente bien y claro no tiene sentido repetirlo, no será por esas aguas por las que yo pretenda navegar, mi apuesta es distinta, desde mi punto de vista el debate ideológico dentro del Pp es imposible, precisamente porque la ideología brilla por su ausencia, la propia Esperanza Aguirre lo manifestó ayer de forma contundente. "En el Pp cabemos todos, liberales, conservadores, democristianos..., todos los que no estamos en el PSOE", salvando el matiz de que muchos de los que no estamos en el PSOE, ni tenemos previsto estarlo, no tenemos, ni buscamos sitio en el Pp, la definición es perfecta, eso es lo que cohesiona al Pp no ser del PSOE. Y en ese totum revolutum cabe efectivamente de todo, desde redomados franquistas añorantes del régimen anterior, que son más de los que parecen, aunque muchos de ellos tengan poco más de treinta años y no lo sepan, hasta la derecha laica para la que cuestiones como el divorcio o el aborto están fuera de discusión. Por eso es tan complicado moverse ideológicamente en ese barullo. Salir a la calle del brazo de los sotanosaurios de púrpura , es jaleado por los elementos más reaccionarios del electorado, pero echan en brazos de Rosa Díaz o incluso del mismísimo PSOE a un segmento de la burguesía ilustrada que en cualquier pais europeo votaría sin dudar liberal o incluso conservador, claro que los partidos del espectro del Pp en cualquier pais europeo, los partidos de Nicolas Sarkozy o Angela Merkel, no tienen cadáveres que esconder en armario alguno, nunca estuvieron comprometidos con el fascismo. ¿ Alguien se imagina que el fundador, ideológico, de la UPM francesa en lugar de Charles de Gaulle hubiera sido el mariscal Henri Philippe Joseph Pétain? o ¿ que la CDU la hubiera fundado el Dr Naumann ministro de propaganda del último gobierno del Reich, presidido por Doenitz, en lugar de por Konrad Adenauer múltiples veces encarcelado por el III Reich y conspirador en el intento de golpe de 20 de julio de 1944? No, sería una derecha no legítima, pues bien la derecha española, esa que no tienen más sustrato ideológico que no ser del PSOE, tiene como presidente fundador ni más ni menos que a Manuel Fraga Iribarne, ministro de propaganda de un régimen del que nunca se ha desmarcado del todo, en tanto que ministro portavoz informó de la ejecución de prisioneros políticos. Por ejemplo en el caso del dirigente comunista Julián Grimau, ejecutado en 1963. La condena de Grimau provocó una gran campaña de rechazo en el exterior, que no logró salvarle la vida. Fraga justificó la ejecución y a fecha de hoy aún no ha expresado su arrepentimiento . En esa situación cualquier intento de clarificación ideológica del Pp sería una locura. Lo mejor que pueden hacer, y creo que es lo que pretende hacer Esperanza Aguirre, y por eso no comulga con los nuevos aires que pretende traer Mariano Rajoy a través de Soraya Sáenz de Santamaría, José Luis Ayllón, y en general los llamados sorayos, es seguir como hasta ahora con la vieja guardia de Eduardo Zaplana, Angel Acebes, Martínez Pujalte, etc, y esperar que el natural desencanto que se va a producir en el electorado socialista cuando compruebe que el gobierno del PSOE no tiene intención ninguna de gobernar en clave socialdemócrata, produzca un aumento de la abstención y los diez millones y pico de votos sirvan para gobernar.
Muy lista, pero que muy lista, nuestra condesa de Murillo, grande de España, gracias a su matrimonio con el terrateniente Fernando Ramírez de Haro y Valdés, y dama comandante del Imperio Británico, título concedido por la mismísima Isabel II , por sus méritos en defensa de la cultura británica. En cuanto a méritos y distinción,
¡ Mariano vas de culo!.

3 comentarios:

Gracchus Babeuf dijo...

Dice la tipa que en el Pp caben todos los que no sean del PSOE. Pues Don Bolche, no me veo yo en el PP!! Ni Usted!

El pecado original del PP es la fundación por los ex-minstros del dictador fascista.

Pero el día que se desenganchen de Fraga-Franco, se dividirán en dos como en Italia. Y aún así, podrán ganar.

Blanca dijo...

Es tan lista la h. de p. que algún día, si Satanás no lo remedia, vamos a tener que tragarla en Ejjjjpaña toa, y sabrán el resto de los españoles lo que vale un peine.

AF dijo...

Don Javier, es usted epítome de todas las virtudes narrativas. Es cierto que empieza usted en un tema y termina en el mismo, pero después de visitar el orbe político y periodístico, lo cual me parece de perlas porque de ello se deriva la posibilidad de leerle a usted más rato, que siempre es ameno, instructivo y esclarecedor (siempre tres adjetivos, nunca uno, dos o cuatro).

Quiero hacerle tres comentarios a su moderadamente largo texto:

1. Su mención al anuncio de Torredemer sitúa la llegada de la televisión a su casa en época más bien avanzada, quizás a finales de los sesenta, y esto es algo que no me cuadra con mis recuerdos colegiales, ya que, pongamos por caso, en 1969 yo contaba con trece añitos, más o menos los mismos que usted (vale, usted uno menos), y tengo la sensación de haber comentado con usted cosas aparecidas en la tele a edades más tempranas.

2. El señor Rajoy es un calzonazos, pero también podría decirse que es un hombre discreto, prudente y cabal. Tanto da.

3. Me maravilla encontrar gracias a su entrada una coincidencia tan maravillosa entre don Mariano y el llorado don Santiago Bernabéu, honra y prez de la humanidad futbolística y conseguidor de las más altas cotas de gloria que nuestra patria llegó a poseer en años en que la conjura judeomasónica hacía en nuestra patria estragos, bien soportados con pundonor y sin par bravura por el pueblo español.

Me refiero a lo de residir en Santa Pola.

Un saludo.