Gibraltar, Ceuta y Melilla

La visita del jefe del estado y su esposa a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla ha desatado una , a mi juicio desproporcionada, exaltación del sentimiento patriótico marroquí, y una, también desproporcionada respuesta de la mayoría de los habitantes de ambas ciudades norteafricanas. Claro que para mí es exagerada toda explosión patriótica que exceda a la emoción que se produce cuando un connacional gana los 1500 en unas Olimpiadas, lástima que el himno y la banderita estropeen el momento, o bien es galardonado con el premio Nobel de Química (hasta ahora nunca) o literatura. Inmediatamente se produce la comparación de la situación de las dos ciudades con la de Gibraltar por parte de los nacionalistas marroquíes, e inmediatamente los patriotas españoles sacan sus amplios conocimientos de historia para afirmar que la presencia española en Ceuta y Melilla es muy anterior a la configuración de Marruecos como entidad política, mientras que Gibaltrar era española hasta su cesión por el tratado de Utrech. Ni entro ni salgo, tanto Gibraltar está dentro de España, como Ceuta y Melilla dentro de Marruecos, diga la historia lo que quiera. Ocurre, sin embargo, algo muy importante que es imprescindible tener en cuenta, tanto en Gibraltar, como en Ceuta y en Melilla, las poblaciones autóctonas fueron despalzadas y sustituidas. Los descendientes de los primitivos habitantes de Gibraltar constituyen hoy la mayoría de la población de la comarca de el campo de Gibraltar, y la mayoría de los habitantes de Ceuta y Melilla proceden de Andalucía o son militares y funcionarios. Y esos habitantes, algunos de muchas generaciones, ni en un caso ni el otro quieren cambiar su status. Supongo, pero sólo es una suposición, que los cambios habidos en la sociedad española, y la difuminación de las fronteras que propone la UE, harán ir cambiando el sentimiento antiespañol de los llanitos. Pero evidentemente la estructura feudal marroquí no es nada atrayente para ceutíes y melillenses, y se trata de un régimen fuertemente apoyado por Occidente. Yo no estaría tranquilo, todavía recuerdo el vergonzoso proceso de la entrega del Sáhara al sátrapa alhauí.