miércoles, 21 de noviembre de 2007

La Gran Revolución Socialista de Octubre

No se me podía olvidar un acontecimiento como este, el 7 de noviembre pasado se conmemoraba el nonagésimo aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia , en tal día como ese (25 de octubre según el calendario juliano entonces vigente en Rusia) los cañonazos del acorazado Aurora daban la señal para el inicio del asalto al palacio de invierno, la revolución bolchevique.
La Gran Revolución Socialista de Octubre abrió una nueva era en la historia de la humanidad. Esta frase no deja de reflejar con exactitud lo acontecido el 7 de noviembre de 1917 en la vieja Rusia de los zares. Después de noventa años y tras la restauración del capitalismo y destrucción de la URSS no está de más recordar los logros del pueblo soviético durante el régimen socialista.Cuando los obreros, soldados y campesinos, dirigidos por el Partido Bolchevique y V.I. Lenin, conquistan el poder, se inicia una experiencia inédita, la de la construcción de la sociedad socialista, algo que va a marcar definitivamente un hito, no sólo para el siglo XX, sino para todo el devenir humano. Por primera vez, las ideas expuestas por Karl Marx y Friedrich Engels, se hacían realidad en una parte considerable de Eurasia, no obstante las difíciles circunstancias de su ascenso en el contexto feudal o incipiente capitalista de Rusia.El poder soviético fue capaz de resolver enormes tareas en beneficio de las masas desposeídas y crear un potencial humano que hizo posible que se abordaran grandes cometidos en la historia de la Humanidad, con enormes costos materiales y personales, para vencer los innumerables conflictos provocados por sus enemigos, entre ellos la Guerra Civil y el triunfo en la Gran Guerra Patria contra el fascismo (nombre oficial en la URSS de la II guerra mundial, y que a mi no me gusta nada). En efecto , el 30 de diciembre de 1922, el congreso de los Soviets de todas las Rusias funda la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que establece relaciones de igualdad entre todas las Repúblicas Nacionales Soviéticas. Como consecuencia de la agresión de 14 potencias occidentales, el naciente estado socialista encarga a Leon Davidovich Bronstein, Trotski, la creación del Ejército Rojo . Y es este ejército popular el que va a terminar derrotando al nazismo, haciendo retroceder, a la ,hasta ese momento todopoderosa Wermatch desde Stalingrado hasta el mismísimo Berlín, por más que la propaganda
occidental insista por todos los medios en que fueron los angloamericanos tras el desembarco de Normandía los que cargaron con el esfuerzo de la victoria. No voy a negar yo la importancia del citado desembarco, ni la del desembarco en Sicilia, ni las victorias en el Norte de África, pero sin la contribución de la Unión Soviética, con sus más de cuarenta millones de muertos, obligando al ejército alemán a destinar sus mejores recursos al frente del Este, el destino final de la guerra bien pudo ser otro, y en cualquier caso la guerra hubiera sido aún más larga.

Al margen de cualesquiera otras consideraciones, de las acciones del enemigo, de los errores propios o de las traiciones de algunos hombres, la Revolución de Octubre sembró la semilla siempre presta a fructificar e irradió una luz inapagable.
No es la intención de esta entrada analizar porque la Revolución de Octubre, esta temporalmente suspendida o postergada, en absoluto fracasada. No podemos hablar de fracaso cuando muchos de los logros obtenidos por la clase trabajadora, gracias al temor que infundía la Unión Soviética, la materialización del fantasma que recorría el mundo en expresión textual del Manifiesto Comunista. El miedo a ese fantasma es una de las razones por las que el sistema capitalista adoptó el Estado de bienestar, el llamado capitalismo renano, gracias al que los occidentales hemos alcanzado un notable nivel de vida, aunque a costa de la sobreexplotación material, moral y personal de las sociedades menos desarrolladas. La desaparición de la URSS no ha supuesto para el conjunto de la humanidad un aumento notable de su seguridad, una disminución de los riesgos de una guerra, más bien ha sido al contrario. Sin el contrapeso que proporcionaba la URSS el agresivo neocolonialismo estadounidense campa pos sus fueros, acciones como la demencial invasión de Iraq hubiera sido impensable en unos tiempos que para unos eran de guerra fría y para otros de coexistencia pacífica.

Y por último no debemos olvidar a la propia sociedad rusa que esta sufriendo en sus propias carnes el capitalismo salvaje y la dictadura de facto , de siniestros personajes como Boris Yeltsin primero, y Vladimir Putin en este momento.


Decenas de miles de rusos conmemoraron el pasado 7 de noviembre el nonagésimo aniversario de la Revolución de Octubre.

Ante los asistentes tomo la palabra el líder del PCFR Guennadi Andreyevich Ziuganov:


¡Queridos amigos! ¡La cabeza bien alta! Todo el planeta está con nosotros en esta maravillosa celebración. Han venido a visitarnos los representantes de 83 partidos comunistas y obreros, fieles a los ideales de Octubre. Durante tres días hemos estado debatiendo en Minsk nuestras tareas en la lucha conjunta por la construcción del socialismo del siglo XXI. Los grandes logros del país de los Soviets sirven como base de esa lucha. No hubo en el siglo XX acontecimiento más grandioso que el Gran Octubre.

La traición a los ideales de Octubre y del poder popular condujo a nuestro país a la catástrofe. Por primera vez en la historia, los rusos se convirtieron en un pueblo dividido. 5 millones de rusos se vieron fuera de nuestras fronteras. Por primera vez, en tiempos de paz, nuestro país perdió diez millones de personas, de las que 9’5 eran rusos. El 1 de septiembre, casi 3 millones de niños quedaron sin escolarizar, y 4 millones son drogadictos. Debemos dejar atrás esta página vergonzosa. El poder del pueblo será restituido. Pero para eso debemos levantar bien alto la bandera de Octubre, la bandera de la Victoria.

En estos tiempos, en los que hay que recurrir a leyes para refrescar la memoria, en los que nadie parece considerarse heredero ni deudor a nada, yo me siento muy orgulloso de haber defendido antes, y de defender ahora, en condiciones no siempre favorables, la Gran Revolución Socialista de Octubre, con todo lo que ello implica

7 comentarios:

Hurssel dijo...

No lo dudes, 100 millones de muertos avalan tus tesis.

Gracchus Babeuf dijo...

Te voy a recomendar un libro que, sin duda, ya habrás leído: Historia de la Revolución Rusa, de Lev Davidovich Bronstein. Es un ladrillo enorme (los rusos son hiperactivos cuando escriben)pero siendo un libro de historia, se lee como una novela apasionante.

Sin duda fue la mayor ocasión que vió el siglo XX.

Sigurd dijo...

Gracchus, de hecho estaba descatalogado hasta hace unas semanas, pero una editorial lo acaba de re-editar.

Acero, ¿en qué momento se considera que los líderes soviéticos traicionaron los ideales de Octubre?

Saludos cordiales.

Udi dijo...

Paradójico que la revolución de Octubre se haya realizado en noviembre, según el calendario occidental. Pero no hay que plvidar, como dijera L.D. Bronstein en el libro citado ut supra, que para poder cambiar su calendario, la revolución primero debió "cambiar las estructuras sociales que lo sostenían", o algo así.
Saludos.
AH ! y por si nadie lo habia notado, mi comment sobre el "Por qué no te callas" en los bits rojiverdes del amigo Juanlu estaba escrito en esa forma literaria que algunos llaman ironía.
Buehh, quizás un tanto hermética la ironía, concedo...

Fritz dijo...

Pues yo le recomiendo Koba el Temible de Martin Amis. Quizá sea menos de su agrado, vista su ideología, pero será difícil acusarla de mayor parcialidad que una obra sobre la Revolución rusa escrita por Trotsky. Cuando menos graciosa la recomendación: recomiendo una obra sobre la Alemania nazi escrita por Himmler.

Saludos

PD: "... para poder cambiar su calendario, la revolución primero debió "cambiar las estructuras sociales que lo sostenían"" ¿?¿? Lo que queda claro es que la propaganda y el discurso místico pueden tener efectos devastadores.

AMDG dijo...

No te olvides de Kronstadt

Worker dijo...

Suscribo el post palabra por palabra. Es curioso como la dinámica de ataques a cualquier revolución posterior a seguido una senda parecida. Primero se intenta acabar con ella manu militari, si no se consigue se crean las condiciones de inestabilidad y aislamiento para que la revolución se pudra desde adentro.