La suerte del PSOE

Tiene suerte el PSOE, teniendo en frente un partido que no acaba de aclararse, y no sólo por estar inmerso en mil y un conflictos, que no sabe plantear alternativas a la absoluta inacción del ejecutivo.
Tiene suerte el PSOE, una suerte trabajada, nada casual, de que la izquierda no nacionalista , tenga un único diputado, Gaspar Llamazares, al que se le podrán hacer muchas críticas, quien se las haga, pero ninguna se derivará de que no trabaje, porque lo hace y mucho, en cada una de las sopotocientas comisiones en las que participa.
Tiene suerte el PSOE de que los aliados nacionalistas en los que se apoya ERC, ICV y BNG en la izquierda o PNV, CiU y CC en la derecha, estén tan absoluta, y suicidamente, desinteresados de lo que ocurre al conjunto de los ciudadanos de España.
Tiene suerte el PSOE, aunque esta suerte es fácilmente cuantificable en subvenciones, liberados, gavelas y portazgos, de que los sindicatos mayoritarios se hayan convertido en las correas de transmisión de las políticas de beneficencia, limosna y caridad. Todos recordamos lo que le ocurrió a la UGT liderada por Nicolás Redondo Urbieta, que muy posteriormente no se atrevió a cumplir su obligación de Guzmán el Bueno, por organizarle una Huelga General a Felipe González : Se acabó la financiación para la cooperativa de viviendas PSV.
Tiene suerte el PSOE de haber conseguido reunir un equipo de publicistas y propagandistas tan eficaz. Un equipo capaz de convencer a la mayoría de la opinión pública de que el gobierno hace políticas de izquierdas, con medidas de izquierdas, sólo modificando el código penal para que puedan contraer matrimonio personas de mismo sexo, y aprobando una ley de dependencia, que en la práctica no se desarrolla, al menos en las CC.AA. gobernadas por el PP. Ni en lo social hace políticas de izquierda, salvando lo ya citado, y ahí tenemos :
-el no reconocimiento del derecho al aborto (lo que hay ahora es una despenalización en algunos aspectos)
- el no abrir un serio debate sobre la eutanasia,
-continuar financiando la Iglesia Católica , además engañándonos, dando a entender que la crucecita en el impreso del IRPF hace que sean los fieles los que financian su iglesia, lo cual es rigurosamente falso, esa crucecita permite a los católicos elegir el destino de una parte de sus impuestos, pero no pagan ni un céntimo más para sufragar su culto, mientras que yo, ateo científico,no puedo hacerlo
-continuar concertando centros educativos privados para que sean mantenidos con fondos públicos
-contemplar, sin mover un músculo, o manteniendo la ley 15/97 que viene a ser la mismo, como la sanidad pública desaparece, pasando a privada, de gestión indirecta prefieren decir para pervertir el lenguaje, incluso en CC.AA en las que tienen responsabilidades de gobierno.
- Crucifijos en centros oficiales, capellanes castrenses, religión en los centros públicos, Concordatos, etc.
Esto en el terreno de lo social, terreno en el que, aparentemente, es más fácil desenvolverse, puesto que, en principio, no van a verse afectados los que, desde tiempo inmemorial, ejercen el poder económico y por tanto el poder real. En este terreno no ha habido una sola medida que nos permita ilusionarnos, creer que estamos rumbo a una sociedad más justa, más igualitaria, condición indispensable para que pueda llegar a ser más libre y democrática:
- Sectores estratégicos de la producción como la energía, el transporte y las comunicaciones, en manos privadas, aplicando sin rechistar directivas de esa Europa de los Mercaderes que están construyendo a base de repetir referenda hasta que salga el SI reglamentario, algo que cuando lo hace Hugo Chávez es considerado crimen de lesa democracia.
- No intervención en el desarrollo de la economía, abandonando el deseable objetivo de la planificación democrática de la misma para conseguir producir lo que se necesita en lugar de consumir lo que se produce.
-Nula influencia en los organismos internacionales, fundamentalmente en la UE, para que la futura Europa, y a más largo plazo el mundo entero, se construya en base a los derechos de los ciudadanos, no a las necesidades de los grandes poderes económicos. Para ser un partido, el PSOE, que se considera, a si mismo, como socialdemócrata, acata con furor de converso las directivas cada vez más ultraliberales que pergeñan en Bruselas, recordemos que en la de las 65 horas hubo sus dudas.
Tiene suerte, mucha suerte el PSOE, pero faber est suae quisque fortunae , se ha forjado muy bien su destino, a costa de nosotros pobres españolitos, que soportamos políticas de derecha creyendo, muchos se lo creen, que son de izquierda.Qui habet aures audiendi, audiat