Cuidado con la marea

El Espía Otomano opina :
La marea parece imparable, todas las encuestas, todos los estudios, la opinión pública que puede expresarse en la barra de un bar, o en la cola del INEM: El desplome electoral del PSOE, con características de mayúsculo batacazo, es, parece ser, inevitable. Bastiones como Andalucia, Castilla-La Mancha o Extremadura que soportaron el vendaval de descrédito, corrupción y terrorismo de estado que supusieron Felipe González y su banda de delincuentes, convictos aunque no confesos, hoy están seriamente amenazados. Este espía ha podido comprobar en directo, ejerciendo su profesión naturalmente, como en actos públicos, militantes del PSOE, dirigentes de UGT todo hay que decirlo, expresaban alto y claro, su deseo de convocatoria anticipada de elecciones generales, con un candidato diferente de Rodríguez Zapatero, con el deseo indisimulado de perderlas para, (sic) la derecha sea la que se coma el marrón pudiendo organizarles [al PP] cuantas huelgas generales sean menester sin tener el corazón partido. En esa situación derrotismo se encuentran algunos sectores del partido en el ¿¿gobierno??. Puede que no tengamos, los espias, formación política suficiente, este espía, desde luego, no la tiene, pero si dotes, imprescindibles, de observación. Y este espía observa, con preocupación, como IU parece no darse cuenta de la posibilidad que tiene de ser arrastrada por esa marea que va a acabar terminando, y hay quien piensa que alguna aspecto positivo había de tener la situación, con el papel de la socialdemocracia tradicional, elemento inútil tras la desaparición de la URSS y el bloque socialista. Observa, con preocupación, que IU mantiene pactos de gobierno locales y autonómicos que aprueban presupuestos que avalan las políticas de recorte social del Gobierno de España. Y piensa, desde su escasa formación política, que debería romper esos lazos y pactos con quien, más que probablemente, prefiera otro tipo de alianzas tras el 22 de mayo, aunque ello implique perder poder y sillón. Y cree, desde su evidente ingenuidad, que debe hacerlo ya. Los compañeros y camaradas de mi anfitrión, don Bolche harán lo que quieran, son libres, pero quejarse luego de la injusticia de la ley electoral sirve para poco.