lunes, 19 de marzo de 2007

Arte, Pornografía e Iglesia Católica

Andan revueltas las aguas de los píos católicos extremeños al comprobar que cuatro años después de su publicación, cuatro años que no fue la semana pasada, ningún rayo sulfuroso ha caído sobre la Junta de Extremadura por haber subvencionado un catálogo de fotografías presuntamente pornográficas. Ya se hubieran escandalizado suficientemente las gentes de bien extremeñas por la publicación del dichoso catálogo ("¿Cómo es posible tan aberrante uso del dinero público?") pero es que además, y esta es la gota que colma el vaso, no solo son pornográficas, nefando pecado ya de por si, incitador de malos pensamientos y tocamientos concupiscentes, sino que son pornográficamente blasfematorias, puesto que las imágenes que aparecen en las fotografías no son las de Nacho Vidal o Lucía Lapiedra, actores que consiguen reblandecer mi bien forjado acero bolchevique, no, no se trata de estos auténticos maestros del tiki-taka y del jogo bonito, sino de la mismísima virgen madre de de dios, de nuestro señor jesucristo, de nuestros bienamados apóstoles con la colaboración de esa gran incomprendida que fue María de Magdala. ¡Anatema sea!
Bien, resumiendo, los católicos extremeños, que según las estadísticas que ellos mismos se hacen sobre ellos mismos, representan el 80% de todos los extremeños, están muy indignados por un catálogo fotográfico publicado en 2003, y que sacan a la luz ahora que curiosamente es candidato a alcalde de Badajoz el que era el consejero de la Junta de Extremadura que autorizó la subvención. Ni que decir tiene que la Brunete mediática, "El Mundo", "La Razón" y nuestro agnóstico favorito Fedeguico el glande, se han aprestado a utilizar toda su munición.
A la Iglesia Católica le pasa lo mismo que a su máximo valedor político, el PP solo que en grande porque lleva más de 2000 años haciéndolo, miente, miente de una forma compulsiva pero interesada. Y a base de mentir de forma reiterada, el tan citado en estos casos Goebbels no es más que un aprendiz, consigue que sus mentiras calen en la sociedad, consigue que haya momentos en que uno tiene la sensación de que los propios urdidores de la falacia acaban creyéndosela. Y no me refiero a sus paradójicos misterios sobre espíritus que preñan vírgenes sin que dejen de serlo o dioses que son tres pero al mismo tiempo es uno, eso es materia de fe y yo ahí ni quiero ni puedo entrar, como si quieren creer en los caballeros jedi, la kabala hebrea o la reencarnación en somormujo o en escarabajo pelotero. Me refiero por ejemplo a esa mentira repetida hasta la saciedad de que los católicos significan el 80% de la sociedad española, no hay que que diseñar grandes estadísticas, no hace falta, no hay más que fijarse en un domingo cualquiera en un templo de cualquier pueblo de España. Desde luego, que el 80% de los censados en Alpedrete, por ejemplo, asiste regularmente a la preceptiva misa dominical no se lo cree el sr. Cura-Párroco de Alpedrete ni aunque comulgue seiscentas treinta y dos veces consecutivas bajo la especie vinícola, con Jumilla de 16º preferentemente. ¿Debemos considerar católicos a aquellos que eligen para sus hijos la enseñanza religiosa para que puedan hacer la 1ª Comunión y sufragarse así la Play Station y el viaje a Disneyland Resort Paris ? ¿Debemos respetar sus creencias ? ¿Y aquellos que jamás van a misa, o los que se divorcian, o usan anticonceptivos, o incluso abortan? Seamos serios, ser católico implica aceptar unos dogmas y tener un compromiso, no basta con estar bautizado y tener una, más o menos, una idea de la existencia de dios, de dios tal y como lo concibe la jerarquía católica. ¿Un 80%? Ni de coña.
Pero es que si fuera verdad que fueran el 80% ¿Que ocurre con el 20% restante? Porque a lo mejor para lo que un católico es pornografía para mi puede ser arte, o puede ser para mi, y lo son, pornográficas por violentas las imágenes de los picaos de San Vicente de la Sonsierra o los empalaos de la Vera, en la misma Extremadura, y en muchos casos están subvencionados por dinero público.
No he visto el citado catálogo, ni tengo demasiado interés, pero en cualquier caso seguro que son fotografías de hombres mujeres haciéndo cosas que hacen hombres y mujeres, que al fin y al cabo, y según la doctrina católica, es lo que eran la virgen san José, Cristo, este también con naturaleza divina, y toda la parentela. Los espíritus, como los vampiros, ni salen en la foto ni se reflejan en los espejos.
Y al que no le guste que no lo compre, es fácil.
Salud y República laica

1 comentario:

Maripuchi dijo...

Te felicito por la exposición.

Estoy absolutamente de acuerdo contigo. Ni en el mejor de sus sueños la Iglesia Católica cuenta con un 80% de seguidores en este país nuestro. Tengo miedo que no lleguen al 20% fíjate lo que te digo....

Discuto amenudo por esa cifra.

Saludos.