Ayer, 3 de abril, en Alpedrete, durante unos minutos fuí una persona de bien. Ocurre que nuestra mejor alcaldesa, la persona que mejor ha ejercido el poder municipal en los últimos tres años, esa persona que con gran cariño y dulzura lleva los plenos municipales, que trata a los concejales de la oposición como una madre, madre que a veces no tiene más remedio que regañar o reconvenir, para el buen gobierno de nuestro municipio, pues ocurre que nuestra alcaldesa necesitaba un poquito de cariño, pues en los últimos tiempos sus bienamados concejales le habían hecho sufrir mucho haciéndola perder alguna que otra votación. Y entonces vino en su ayuda el consejero Lamela, el que de manera tan transparente está convirtiendo la sanidad pública en una mezcla extraña de titularidad pública con gestión privada, o sea los gastos públicos y los ingresos privados, el consejero Lamela, que criminalizó a todo un Hospital Público, el Severo Ochoa, como paso previo para su privatización. Y ¿Qué hicimos nosotros, los rojos irredentos de siempre? Creíamos, y aún creemos, que se trataba de un acto institucional, un acto del ayuntamiento, pues desde el ayuntamiento había sido convocado, y como vecinos que somos, descontentos con la gestión del sr. Lamela, y en general del gobierno de Esperanza Aguirre, nos personamos con nuestra correspondiente pancarta, ya se sabe que somos "pancarteros", contra la privatización de la sanidad pública, y estábamos decididos, no a reventar el acto, ni mucho menos, pero sí a plantearle al consejero preguntas, obviamente críticas, sobre su gestión. He aquí nuestra sorpresa, cuando comprobamos que no era un acto institucional, un acto del ayuntamiento, era un acto partidario, un acto del
Pp , suponemos que los gastos correrán a cargo del
Pp, incluidos los ocasionados por el alquiler de la Casa de la Cultura, ya que a los demás partidos nos lo cobran, y las preguntas por escrito, y debidamente filtradas por el becario que ejerce de presidente de las
Nuevas Generaciones. Nuestra estupefacción nos llevó a asistir durante un buen rato a la exposición de autobombo del sr. Lamela, es decir
¡ESTUVIMOS DE PÚBLICO EN UN MITIN DEL PP!, fuimos por un rato gente de bien, y el caso es que yo no me sentí bien, me sentí más bien como un 'gilí', un 'friqui' que se dice ahora, menos mal que alguien con dos dedos de frente nos sacó de la abducción a que habíamos sido sometidos. Y salimos al espacio libre y respiramos. No recuerdo casi nada de lo dijo este presunto ciudadano Lamela, y es que mi cerebro debe ser un tanto selectivo, pero me le imginé otros cuatro años al frente de la Sanidad madrileña y me entraron sudores frios. Al fin se lo que es ser gente de bien y para que conste no me gustó NADA,NADA,NADA.
6 comentarios:
Hombre, palpedrete, vividores y farsantes en la política profesional haberlos haylos ... pero yo también conozco gente luchadora y fiel a su ideal.
Supongo que hay que tenerlos muy bien puestos para no caer en la tentación ... mas libranos del mal ... amen.
Eres un ingenuo: todos los actos del Gobierno Reginal son actos partidistas del PP. Toda la publicidad que inunda vallas, estaciones de metro, periódicos y televisiones , es publicidad del PP pagada de tu bolsillo y del mío. A joderse o a luchar. Salud.
¡Hola Maripuchi!, que te veo en todos los sitios que visito.
Babeuf! Tíoweno!
Estooo... ¿y en que categoría de ciudadano le contaron?. ¿En los tres millones de ciudadanos d ebien que llenaron el centro cultural o en el de los cuatrogatos irredentos que aún pululan metiendo el dedo en el ojo por la sierra madrileña?.
Yo viví algunos años de política municipal en torrelodones, con mario mingo de general y la hermana de ella, la más bella, la botella, de comandante en jefe. Jesús, que cantidad de caciques... aún tiemblo recordando aquellos años... es que te señalaban (no es metáfora, ojo) por la calle. Y eso que yo pasaba por allí.
Amigo Centeno, el haber sido bueno es una activo que le habrá formado, vista su forma de actuar normal. Lástima que haya sido por poco rato. Hermano hay que perseverar que ser persona de bien no es fácil y al principio siempre cuesta.
Salud y República
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