Se echaba de menos la nueva entrega de
Yassin sobre la evolución del mundo árabe, como siempre es una magnífica fuente de información. Cabe decir que mientras se producían innegables cambios en el mundo árabe, en el que tienen importancia tanto el movimiento de
Oficiales Libres egipcio como el
Baazismo en Irak y Siria o la aparición de un personaje de difícil encuadre como
Gadaffi, en el ,
teóricamente , moderno Estado de Israel se iba produciendo una importante deriva hacia un estado
cuasi teocrático, que es lo prácticamente es hoy, lejos quedó el , al menos en teoría, progresismo socialista del
sionismo de ben Gurion, las recientes oleadas de inmigrantes de paises centroeuropeos y Rusia, con un fortísimo componente anticomunista, sin entrar a valorar si justificado o no, y con una cultura, por más que lo nieguen, alejada de los usos y costumbres de Oriente medio, hace que cada vez el estado de Israel se cohesione sobre dos factores, un feroz antiarabismo, sin matices, y la práctica religiosa, cada vez más integrista y reaccionaria. El panorama es, a mi juicio, desolador. La
broma de la ONU sacándose de la manga el estado de Israel, se muestra cada vez más pesada.
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