Parece ser que la acción política no esta afectada por el llamado modelo Bolonia , de manera que, para los que hayan, o hayamos, suspendido en Junio, tenemos la posibilidad de aprobar en Septiembre . Sé que hay compañeros y camaradas más optimistas que yo, con una cierta facilidad para ver líquido en un vaso prácticamente vacío, yo creo, y quiero, ser ecuánime y objetivo y veo el vaso con agua, pero no con la suficiente que me permita decir que está, al menos, medio lleno. En definitiva creo que, desde los parámetros de la izquierda, hemos supendido, al haber sido incapaces, y la huelga de empleados públicos fue sintomática, de movilizar a unos segmentos sociales claramente agredidos por políticas neoliberales propias del capitalismo más rancio, al tiempo que se han movilizado, junto al conjunto global de la población, para celebrar, de forma, a mi juicio, desmesurada, la consecución del Campeonato Mundial de Fútbol. Nos bajan el sueldo y nos callamos, mete un gol Andrés Iniesta y nos volvemos locos de alegria. Lamentable. Patético. Y sintomático de la situación de desmovilización que padecemos, situación en la que, alguna, responsabilidad hemos de tener la izquierda política y social. No basta, a mi, dede luego, no me basta con echar balones fuera y culpabilizar alegremente a los sindicatos por no haber sabido cumplir con su papel. En la deriva de los sindicatos, cierta, evidente y que nadie niega, hacia posiciones, ni siquiera reformistas, que les convierten en superestructuras altamente funcionarizadas dedicadas, esencialmente, a prestar servicios, con mayor o menor fortuna, alguna responsabilidad tenemos los comunistas. En primer lugar, los que han conducido a las organizaciones sindicales hacia esas posiciones tan poco edificantes, proceden, en el caso de CCOO, en gran medida de nuestras propias filas. En segundo lugar, los que no hemos seguido esa senda ultrarreformista hemos sido incapaces, en ocasiones si ni siquiera intentarlo, de reconducir las posiciones sindicales. No tengo que ir muy lejos, me pongo como ejemplo, desde hace años no asisto a una reunión de mi sección sindical, no participo en sus debates. Es cierto que me lo ponen cada vez más difícil, y mi sección sindical, que ya no es la de mi centro de trabajo, el INE, sino una más grande la del Mº de Economía y Hacienda, que me pilla muy lejos, de hecho ni siquiera sé donde está, pero si hubiera tenido verdadero interés en dar la batalla ideológico, sabría donde está y acudiría, al menos de vez en cuando, a las reuniones. Y esta actitud es impropia de un comunista y habrá que corregirla. Hemos dejado a CCOO en manos de burocrátas desideologizados, que respondieron a la consigna de sindicalizar el sindicato, y ahora tenemos la obligación de rearmar ideológicamnete el sindicato, y en este sentido el escenario, y las posibilidades, han mejorado con la salida de José María Fidalgo, de la dirección de CCOO, y la llegada de Ignacio Fernández Toxo. Sin que sea como para echar las campanas al vuelo, este ligero cambio permite ver un poco más lleno el vaso del optimismo. Y también la modesta, pero muy importante cualitativamente, movilización que, en solitario y de ahí su importancia cualitativa, protagonizó Izquierda Unida en Madrid el pasado 27 de junio, nos permite ir ganando confianza. Sin olvidar la respuesta de los trabajadores de Metro por más que un dato a retener, y muy significativo porque nos da una idea de como están las cosas, es el notable grado de impopularidad, convenientemente manipulado, todo hay que decirlo, obtenido entre el conjunto de la ciudadanía que pone el acento en el derecho individual de ir a trabajar olvidando el papel de la solidaridad de clase. Proletarios de todos los paises, ¡uníos!, parece que ser que recomendó alguien allá, a mediados, del siglo XIX.
Tenemos un examen en Septiembre, la Huelga General, que tenemos que aprobar a pesar de que las condiciones no son, subjetivamente, idóneas. En el pasado Comité Ejecutivo del P.C.M., celebrado el martes 13, además de elegir la Comisión Permanente, de la que formo parte en mi condición de responsable del Frente de Comunicación, se aprobó toda una estrategia de movilizaciones, con un calendario que da mucha importancia a la Fiesta del Partido, el 17, 18 y 19 de septiembre en San Fernando de Henares . Los comunistas madrileños deberemos contribuir al éxito de esa movilización. Tenemos que aprobar los exámenes de septiembre.
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Hace 2 semanas
1 comentario:
No lo pienso de usted, señor Centeno, pero es desagradable (y aleccionador) darse una vuelta por blogs de supuestas ideas de izquierda en los que se hacen cábalas acerca de la convocatoria de Huelga General y en los que hay un número importante de comentaristas poniéndose la venda en la herida antes de ir a la batalla. Que la HUELGA lleva camino de ser un estrepitoso fracaso es algo que cada vez se lee más (ya no sólo entre líneas). El que sean afiliados a CCOO (o al menos eso suelen decir -escribir-) me da mucho que pensar porque si es cierto es que ni siquiera se plantean trabajar a favor de la movilización y se limitan a echarle la culpa a "los dirigentes". Uno que es viejo lo primero que pensó es que son troskistas, por supuesto, pero ojalá fuera tan simple el asunto. Quizás después del 29S las cosas vayan algo más deprisa y se haga definitivamente patente la urgente necesidad de dar de lado a organizaciones sindicales irrecuperables para el sindicalismo de verdad, además de poner en cuestión algunas refundaciones de la izquierda que se intentan llevar a cabo con el freno de mano echado y con simples horizontes electoralistas.
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