miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Donde estoy?

Un poco antes de las municipales, escribí mi última entrada en esta bitácora. Estaba realmente saturado de la tarea de escribir regularmente, algo que había llegado a convertirse en una especie de obligación, y a mí las obligaciones me pesan con cierta facilidad. La única obligación que cumplo con regularidad, siempre que la salud me lo permite, es la asistencia a mi trabajo, y lo hago por mor de necesidad. Por el sueldo.No siento ningún placer trabajando, aunque la tarea pudiera llegar a gustarme, y aquellos, que no son pocos, que suelen afirmar con orgullo :" Yo, es que disfruto con mi trabajo" no dejan de producirme una perplejidad que, en algunas ocasiones , se trufa con una cierta dosis de conmiseración o desprecio, dependiendo del caso en cuestión. Resumiendo, trabajo porque me pagan, cada vez menos, y porque no tengo otra alternativa de subsistencia. Sino de qué. Por otra parte, dada mi condición de empleado público, mis "patronos", el conjunto de la sociedad y el ejecutivo que la gobierna hacen todo lo posible por mantenerme desmotivado. Son muchos los ciudadanos que me, nos, consideran unos privilegiados por tener un empleo fijo (a mi me parece poco privilegio levantarse todos los diás a las seis menos cuarto) olvidando que el acceso a la función pública es igual para todos y que las oposiciones se llenan de suspensos, muchos de los cuales terminan trabajando en una empresa privada a la que acceden porque su cuñao conoce a alguien de la misma, al grito de: "Por el enchufe hacia dios" , que una, vez que accedieron al puesto, suele trocarse en "Tós los funcionarios son unos vagos". En cuanto al gobierno, en lo que se refiere al trato vejatorio que nos dispensa, no tengo palabras, al menos palabras que no me condujeran directamente a la Audiencia Nacional acusado de apología de algo raro. En definitiva la única obligación que asumo es mi trabajo, y porqué me obligan.
Y esta bitácora se había convertido para mi en una obligación no remunerada, y tenía que ponerle distancia. Es lo que he hecho. Me daba la sensación de que estaba escribiendo lo mismo que otros, sobre los mismos temas y proponiendo las mismas cosas. Era momento de decir ¡Basta! , y aprovecho, porque me ha venido a la memoria sin ninguna razón especial para recordar el entrañable panfleto del, para mí muy querido, a pesar de sus muchos defectos, camarada Enrique Líster sacando a la luz los trapos sucios del carrillismo.
En este periodo de silencio han ocurrido muchas cosas, el PP arrasó en las elecciones municipales, en Alpedrete también aunque, y en condiciones muy difíciles, la lista de IU-LV obtuviera unos más que decentes resultados. Ha surgido el movimiento 15M, del que tengo opinión, derivada de un observador análisis, que de momento me reservo. Nos vemos abocados a unas elecciones anticipadas que ya parecen tener un ganador, aunque Hasta el rabo todo es toro. Nos visita un indeseable ex miembro de las Juventudes Hitlerianas. El panorama no puede ser más sombrio. Cuando tenga algo que aportar,sobre esta cuestiones u otras, diferente de lo que aportan otros compañeros procuraré hacerlo. De momento me conformo con haber vuelto a escribir. Y una noticia que me ha causado una buena sensación
Nace la Franja Morada



1 comentario:

Freia dijo...

¡Bien, Bolche, por la vuelta!
Compruebo que el acero sigue templado. Ahorita mismo voy a ver si localizo la franja morada.

Un beso gordo