
Se nos ha ido un extraordinario cómico, Antonio Ozores, sin que, ni siquiera él mismo, supiera hasta que punto había calado su particular forma de entender el humor. Ese cine, muy denostado, pero que consiguió arrancarnos más de una sonrisa en aquel desierto de alegrías que fue el franquismo tuvo algunas piezas memorables, con apartados sublimes. Una de ellas fue la película de Pedro Lazaga , Los Tramposos . Son muchos los momentos sublimes de esta comedia. Cabe recordar la definición que hace Venancio Muro , el bajito , objeto de todos los golpes, del transbordo como costumbre típicamente española ante la atónita mirada de unos turistas orientales obligados, sin razón aparente, a cambiar de autobús. Esos mismos perplejos turistas, poco despues, asistían a un duelo, con su posterior sepelio, con excursión pasando por delante de las Ventas, camino del cementerio del Este, como si fuera una atracción más. Esos turistas, u otros, recibían una magistral lección de Tony Leblanc sobre los bebedores de vino a los que encuadra en dos categorías:
Los que beben vino durante la comida y,
Los que beben vino antes de la comida, y de estos añade:
Estos últimos no suelen beber vino durante la comida, porque, generalmente, no llegan a ir a comer . Pero, quizás, el episodio más recordado es aquel, en el que a un ambicioso paleto, le colocan un tocomocho, también conocido como timo de la estampita. Excelente la interpretación de Tony Leblanc haciéndose el tonto y colosal Antonio Ozores, que, vistiendo un hábito, de aquellos hábitos, generalmente, morados utilizados para pedir, o agradecer, una intervención divina, para ganar en respetabilidad, tentaba al pobre, y mezquino, paleto para que engañara al supuesto tonto. Rifas de coches, "haigas", simplemente estacionados en la calle, escayolas a incautos previamente embriagados, y otras pícaras acciones completaban el retrato de estos tramposos amables, que aspiraban a sobrevivir sin trabajar, lo que les costaba un gran esfuerzo, pero que en el fondo eran nobles, sencillas y buenas personas.

Hay ,dentro de IU-CM, quien piensa en la posibilidad de desalojar a Esperanza Aguirre en alianza con esta gente.
Conmigo que no cuenten.
Prefiero la derecha pura y dura, con su Gürtel, sus trajes, su Camps y su Fabra a esta derecha vergonzante, disfrazada de izquierda y progresismo que responde al nombre, usurpando una historia de lucha, de Partido socialista obrero Español. Nunca el hábito hizo al monje y ahora menos.
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