Lesionado

¡manda carayo! (nunca he sabido si se escribe con ye o con i griega, como nunca he sabido si esta letra es vocal o consonante, y jamás la he pronunciado diferente de la elle).
Haciendo el rojo, que a nadie se le pase por la cabeza que fue haciendo deporte, vade retro!, me sacudí una curiosa costalada que me ha producido un esguince del ligamento interior del tobillo izquierdo, nada especialmente grave, tres o cuatro días inmóvil y listo. Afortunadamente nadie me vió, soporto mucho peor el ridículo que el dolor y la caida, que no voy a describir, fue ridícula de cojones, de manera que como inicialmente, debido, según me ha indicado el médico, a que todavía estaba caliente el ligamento en cuestión, el dolor era soportable, acometí la tarea de buzonear, por la zona que me había correspondido, el escrito de presentación de la futura candidatura IU-LV-Alternativa Ciudadana, un movimiento que, como ya he escrito en una entrada anterior intenta demostrar que la democracia es posible, y necesaria, más allá del acto cuatrienal del sufragio. Con esta precariedad andamos, aunque ya disponemos de un blog, e incluso se ha diseñado un logo que nos identifica.

Sirva este pequeño contratiempo, esta lesión, que no quiero pensar que se haya podido deber a una intervención divina, aprovechando la reciente visita del ex-nazi Ratzinger, para darme un poco de tiempo para pensar, leer y reflexionar, aunque cuatro días no dan para demasiado.

Tenemos, a veces, y casi siempre por necesidad, porque los acontecimientos nos superan, la tendencia a cargarnos de actividades sin tiempo para reflexionar y analizar las situaciones a las que nos enfrentamos. No podemos, mejor no debemos porque poder, demostrado está, podemos, elaborar políticas sin análisis rigurosos, profundos y serios.

Bueno, pues eso, voy a aprovechar estos días para cargar un poco las pilas y ralentizarme un poco, porque últimamente entre reuniones del PCM, en las diversas instancias en las que estoy, de IU, igualmente, y otras varias instancias políticas sindicales y sociales, además de la desgraciada circunstancia de tener que ganarme el pan, no veía ni los partidos de mi Madrid, y eso ya es demasiado.